El escrito del organismo defensor de la libertad de expresión más prestigioso de la Argentina en el mundo, deja muy mal parado al abogado Roberto Beheran y a la jueza Beatriz Aranguren. Lo menos gravoso que puede decirse de ellos es, ignorantes. Si no lo fueran, el abogado no le hubiese pedido a la jueza que viole la ley y mucho menos, ésta concedería tal cosa. Esto, suponiendo que ambos actuaron de buena fe y que no apostaron a la ignorancia provinciana. Gracias a Horacio Verbitsky, Damian Loretti y el CELS nos enteramos que el habeas data es inaplicable en este caso. El escrito, destaca que la jueza ordenó borrar lo publicado en DiarioJunio (sobre Quevedo), pese al ‘evidente interés público’. Lo que sigue es una síntesis de una clase de historia y derecho sobre el particular y la rara avis de periodistas y progres que apuestan a la censura.
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Fuente: DiarioJunio
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