La detención de capos y ejecuciones de sicarios demostraron que Argentina se convirtió en refugio de narcotraficantes colombianos en los últimos años, revelaron los autores de “Narcolania”, Virginia Messi y Juan Manuel Bordón.
Los periodistas desglosan en un libro editado por Sudamericana historias de criminales colombianos que cambian de identidad para esconderse en Buenos Aires y seguir operando desde aquí envíos de drogas a Estados Unidos o Europa.“Narcolandia”, de reciente publicación en este país, cuenta también la llegada de narcotraficantes y sus familias que no vienen a pasarla mal, ya que se van a vivir a lujosos barrios cerrados o en costosos departamentos, incluso fundan prósperas empresas.
Los autores evidencian que la inventiva de los narcos para traficar drogas no cesa, ya que las esconden en muebles, pescados, plantas tropicales, embarques de madera, heladeras, frutas, cargamentos de biodiesel, la mandan por mensajería o la impregnan directamente en la ropa.
Incluso describen la historia de Alejandra Vivas Vargas, una colombiana detenida en Buenos Aires acusada de liderar una banda que enviaba cocaína a Europa y Oceanía, y de los abogados estadunidenses que ganan millones por defender a narcotraficantes.
El eje de “Narcolandia” son los casos de Ignacio Álvarez Meyendorff, Henry de Jesús López Londoño y Luis Agustín Caicedo Velandia, detenidos en Argentina en diferentes operativos y acusados de formar parte de las primeras líneas de cárteles colombianos.
Narcotráfico y lavado de dinero fueron las principales imputaciones en contra de estos colombianos, de los cuales sólo López Londoño, alias “Mi Sangre”, continúa en una cárcel local, ya que Álvarez Meyendorff y Caicedo Velandia ya fueron extraditados a Estados Unidos.
Otros casos que encendieron las luces de alerta por la presencia de narcos colombianos en este país fueron los ajustes de cuentas que comenzaron en julio de 2008, cuando dos narcos paramilitares fueron ejecutados cuando salían de un centro comercial.
Héctor Edilson Duque Ceballos y Jorge Alexander Quintero Gartner se convirtieron así en las víctimas del primer gran homicidio del narco colombiano en Argentina, pero luego, en abril de 2012, se les sumó Héctor Jairo Saldarriaga Perdomo.
El más reciente asesinato con este tinte mafioso se registró apenas en marzo pasado, cuando un hombre llamado Carlos Alberto Gutiérrez Camacho fue asesinado a plena luz del día en un bosque ubicado en el norte de esta capital.
La primera muestra de que Argentina es para los colombianos un buen refugio la dio la viuda de Pablo Escobar, Victoria Eugenia Henao Vallejo, quien a mediados de los años 90 se vino a vivir junto con sus hijos con identidades cambiadas.
Los autores de “Narcolandia” concluyeron que este éxodo tuvo sus orígenes en las violentas guerras internas de los cárteles y bandas narcotraficantes en Colombia, y se dieron cuenta que desde aquí podían ocultarse y seguir manejando sus negocios.
*Corresponsal en Argentina
Fuente: Agencia Notimex