Con una fenomenal deuda impositiva, el Grupo Olmos creó una nueva sociedad y vaciaría la actual. Conflicto con los delegadosRaúl y Alejandro Olmos son dos modelos de empresarios de medios kirchneristas. Provenientes del rubro de salud, donde gerencian la obra social de la UOM, los mendocinos desembarcaron en el diario Crónica y rápidamente se quedaron con varios medios, siempre favorecidos por una fenomenal pauta oficial.
El desembarco de los Olmos en Crónica fue un pedido directo del Gobierno nacional, que pretendía capitalizar la penetración que tenía el diario en los sectores populares. Aprovechando los eternos problemas impositivos de su fundador, Héctor Ricardo García, los Kirchner le ordenaron al grupo amigo que lo compre.
Luego, los Olmos dieron un paso más y se quedaron con el económico BAE, el canal Crónica TV y el diario marplatense El Átlantico, que a fines del 2013 fue vendido al empresario Florencio Aldrey Iglesias, dueño del monopolio La Capital. Además, apostaron fuerte al llamativo lanzamiento de BAE Negocios Internacional, que se imprimía en Miami.
Las expectativas de los Olmos cuando compraron Crónica era que el Gobierno nacional les perdone una deuda impositiva que se calculaba entre 200 y 300 millones de pesos. Pero la Casa Rosada nunca devolvió el favor y la deuda fue creciendo.
Actualmente, al igual que muchos empresarios de medios kirchneristas, los Olmos entraron en etapa de ajuste y desataron graves conflictos laborales en Crónica, BAE y el portal Crónica de la Costa, nacido tras la venta de El Atlántico.
Agobiados por la deuda impositiva y olfateando que la pauta oficial que envía Nación ya no es ni será tan suculenta como en los últimos años, los empresarios armaron una nueva sociedad (Aconcagua S.A.) donde pretenden agrupar a los trabajadores de BAE Negocios S.A. y Editorial Sarmiento (propietaria de Crónica).
El objetivo inconfesable de la creación de una nueva sociedad es que la anterior se quede con la deuda impositiva y tarde o temprano termine yendo a la quiebra. Una jugada arriesgada desde distintos frentes.
Uno de esos frentes es el laboral y el conflicto ya explotó. La patronal ordenó a los trabajadores que firmen la incorporación a la nueva razón social pero no convocó a todos, por lo que actualmente están en asamblea permanente y hoy habrá una audiencia en el Ministerio de Trabajo para intentar destrabar la situación.
Según explicó a LPO el delegado de BAE David Nudelman, de los 70 trabajadores de esa empresa apenas 43 fueron convocados a firmar el “pase”. En Crónica, de un total de 120 los convocados fueron 90. Sin embargo, la mayoría se negó a firmar el nuevo contrato hasta que se asegure la continuidad de todos.
En ambos casos, entre los excluidos están los integrantes de las comisiones internas, por lo que los trabajadores están denunciando que se trata una maniobra persecutoria y con el objetivo de apartar a los representantes. “No nos oponemos al traspaso, pero queremos que nos garanticen que nos van a incorporar a todos y que nos a garantizar todos nuestros derechos”, expresó Nudelman.
Los delegados están denunciando también que “la convergencia de las redacciones” está destinada a recortar la planta. “Un trabajador de determinado medio va a trabajar para todos los medios del grupo. Al superponer tareas, la empresa prepara una política de ajuste y despidos”, afirmaron en un comunicado.
De hecho, la estrategia de desgaste y “salidas consensuadas” ya viene siendo aplicada desde algún tiempo. Por ejemplo, en BAE hubo quince desvinculaciones acordadas. La empresa designó a una gerente de Recursos Humanos encargada de negociar esas salidas.
La grave crisis de Crónica y BAE asoma acaso como un posible futuro de los medios que fueron creados o comprados por empresarios de medios kirchneristas o que lograron establecer un buen acceso a la pauta oficial, que en el declive del ciclo empiezan a desligarse de activos que sin el "marco conceptual" de la política de medios del kirchnerismo, son más para perder que para ganar. Raúl Moneta, por caso, ya se desprendió de las radios Splendid, Rock&Pop y Belgrano y aplicó fuertes recortes en otros medios del grupo.
El principal problema de los medios kirchneristas es que no lograron construir audiencias robustas y en consecuencia tienen escasa publicidad privada, lo que los lleva a consolidar un estado de dependencia vital de la pauta oficial. Esta situación estructural es la que lleva a preguntarse que pasará con esos medios cuando el kirchnerismo ya no esté en la Rosada.
La reconversión de medios gráficos a portales es una manera de ajustar fuerte -fue pionero en esa vía el diario platense Diagonales que cerró en 2011 - y algo similar sucede ahora en El Atlántico.
Esta caro que varios de los zares de la prensa kirchnerista han entablado relaciones con algunos presidenciables -sobre todo con Scioli y Massa-, pero dificilmente en el futuro se pueda mantener un reparto tan discrecional e injusto de la pauta -que excluye insólitamente a los medios de mayor audiencia-, lo que lleva a intuir que en el mejor de los casos es probable que haya un downsizing de estos grupos.
Fuente: LPO