El jefe de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), general Keith Alexander, está a favor de promover una legislación específica que impida la filtración de información a los medios de prensa
Alexander, durante un encuentro en la Universidad de Georgetown sobre ciberseguridad este martes, anticipó que la normativa será considerada en los próximos días y argumentó que las filtraciones del excontratista Edward Snowden comprometieron la capacidad del país para enfrentar las amenazas contra la ciberseguridad.
El funcionario manifestó su optimismo de que la medida progrese en las próximas semanas, lo que haría más fácil avanzar una legislación para protegerse de las amenazas cibernéticas, según argumentó.
Aunque se desconocen los aspectos que se propondrán para evitar la labor de los medios de prensa, Alexander mantiene una filosofía de aprobar medidas drásticas para evitar las fugas de información relacionada con la labor de inteligencia de Estados Unidos.
Para el funcionario las filtraciones de Snowden provocaron daños graves, importantes e irreversibles al país y a sus aliados que, según dijo, demorarán años en recuperarse.
El jefe de la NSA cuestionó la capacidad de los periodistas para determinar cuando la divulgación de informes resulta perjudicial al país, aunque omitió referencias a leyes sobre la libertad de información y la violación de derechos constitucionales.
Los medios, puntualizó, no saben ponderar cuando lo que divulgan es de interés del país, añadió.
Según trascendidos, la Casa Blanca puede impulsar una legislación para poner freno a las filtraciones parecidas a un conjunto de medidas propuestas en 2012 por el Comité Selecto del Senado sobre Inteligencia.
Ese documento, que no pasó en la Cámara alta, requería que el director de Inteligencia Nacional promulgara estrictos controles para la entrada en contacto de su personal con los medios comunicación y la adopción de acciones disciplinarias contra alguien que divulgue informes no autorizadas.
Fuentes del entorno aseguran que las declaraciones de Alexander son un anticipo de que se avecina una ley que puede destapar un escabroso debate sobre la libertad de información en el país.
Fuente: Prensa Latina