miércoles, 6 de noviembre de 2013

No al chantaje empresarial: a cumplir la Ley de Comunicación Audiovisual sin un solo compañero afuera

Los trabajadores de prensa organizados somos los mejores garantes de la libertad de expresión y el libre acceso a la información por parte de la sociedad". De esta manera el colectivo de trabajadores de prensa manifiesta: que no cederán al chantaje y las amenazas patronales, ni de las empresas, ni del gobierno. "Con precarización y monopolios no hay libertad de expresión posible"
El fallo de la Corte Suprema que ratificó la constitucionalidad de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual (LSCA) nos colocó a las y los trabajadores/as de prensa frente a un nuevo chantaje empresarial. Los accionistas del Grupo Clarín, principales enemigos de la ley votada por el Congreso y artífices de las mil maniobras judiciales que lograron bloquearla durante cuatro años, pretenden convertirnos nuevamente en rehenes para evitar cumplirla. Cada vez con menor disimulo, amenazan con descargar sobre nosotros los perjuicios que -según sus vaticinios- les acarreará la obligación de cumplir al fin con la norma. Pero como lo demostramos en las últimas dos paritarias de la rama de prensa escrita y en cada intento de despido que enfrentamos desde que el gremio volvió a ponerse de pie, no se lo vamos a permitir. Con unidad y movilización lo vamos a impedir.
A Clarín nunca le hicieron falta excusas para despedir a nuestros compañeros ni para atentar contra nuestras condiciones de trabajo. Lo hizo evidente a fines del año 2000, cuando echó ilegalmente a 117 trabajadores entre los que se encontraba la comisión interna electa y la junta electoral, protegidos por fueros sindicales que ignoraron. Lo sigue demostrando cotidianamente en el diario con su política de retiros “voluntarios” direccionados a colegas que no reemplaza, precarizando a los que deben hacerse cargo de más tareas por la misma paga. Planea incluso profundizarlo de la mano de la “convergencia” entre medios impresos y electrónicos que prevé imponer en los próximos meses. Y tampoco duda en perseguir a los compañeros que intentan organizarse en defensa de sus derechos, como cuando desconoce a la Comisión Interna electa de Canal Trece/TN o cuando envía a sus agentes de seguridad a confeccionar listas negras con los nombres de los empleados de que asisten a las asambleas del gremio de prensa en esos canales.
Quienes integramos el Colectivo de Trabajadores de Prensa (CTP) evitamos encolumnarnos con los dueños de los grandes diarios porteños –fueran oficialistas u opositores- cuando salieron a llorar miseria porque las cadenas de supermercados pactaron con el Gobierno levantar las pautas publicitarias de sus páginas. Ellos no socializan sus superganancias cuando las obtienen. Del mismo modo, no seremos nosotros los escudos humanos que sirvan a los patrones para seguir incumpliendo una ley cuya legitimidad emerge de una amplia mayoría parlamentaria en el momento de su aprobación, de un amplio debate académico y popular en foros abiertos en todo el país y de las distintas instancias judiciales donde se dirimieron los cuestionamientos que hizo el Grupo Clarín.
Hacemos nuestro sin condiciones el comunicado que redactó la asamblea de trabajadores de Canal 13 y TN, con la cual nos solidarizamos activamente. Nos comprometemos a responder como un solo puño si cualquier patronal o el Gobierno se apartan en una sola coma de las garantías que ofrecieron el Ministerio de Trabajo y la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA) a los compañeros del gremio. Los trabajadores de prensa organizados somos los mejores garantes de la libertad de expresión y el libre acceso a la información por parte de la sociedad. Consideramos que la LSCA es un avance democrático. Sin renunciar a ir por más, queremos que la cumplan todos. Rechazamos que el Gobierno permita a sus grupos empresarios “amigos” eludir su cumplimiento mediante testaferros y que en los medios públicos se ignoren los artículos que prohíben que se transformen en propagandistas gubernamentales.
Hacemos nuestros los planteamientos de la Red Nacional de Medios Alternativos (RNMA), que ante el fallo de la Corte manifiestan sentirse avalados por sus históricos reclamos y reconfortados porque el Grupo Clarín tenga que ceder parte importante de sus licencias, a la vez que llaman la atención sobre la necesidad de avanzar en el camino de la democratización de los discursos y en la plena aplicación de la ley en todos los artículos que no estaban impedidos por ninguna medida cautelar. En un comunicado titulado "Es hora de nuestras licencias" enumeran una serie de reclamos que tomamos como propios: reconocimiento legal YA a los medios comunitarios, alternativos y populares; elaboración del Plan Técnico y reserva del 33% para el sector sin fines de lucro; asignación transparente y no discrecional de los Fondos de fomento; reconocimiento de los medios comunitarios, alternativos y populares como actores diferenciados dentro del sector de las sin fines de lucro; concursos específicos para medios comunitarios, alternativos y populares.
En el camino de descolonizar la comunicación, remarcamos que es necesario avanzar realmente en 'la preservación y promoción de la identidad y de los valores culturales de los Pueblos Originarios' tal como lo plantea la Ley, para lo cual es fundamental que se cumpla con el artículo que plantea que "los avisos publicitarios y los avances de programas, debe estar expresada en el idioma oficial o en los idiomas de los Pueblos Originarios”. Remarcamos que es fundamental que se entreguen las licencias y se financien los medios de los pueblos indígenas, algo que hasta el momento no ha sucedido.
El Colectivo de Trabajadores de Prensa (CTP) expresa una diversidad de opiniones que lo enriquece y lo ayuda a no reproducir los vicios sectarios de la vieja burocracia enquistada en los locales del sindicato que vamos a recuperar más temprano que tarde. Por eso convocamos a todas las compañeras y compañeros a defender juntos nuestras condiciones de trabajo y el derecho de la sociedad a expresarse e informarse por medios que no estén controlados por un puñado de grupos capitalistas. Un derecho que no va a cumplirse plenamente con la sola aplicación de una ley, pero que sin dudas se alejará en caso de que nosotros colaboremos con su bloqueo. Un derecho que puede empezar a hacerse realidad si logramos terminar con las condiciones de precarización que imponen las patronales y que estamos dispuestos a revertir con lucha y organización. Con precarización y monopolios no hay libertad de expresión posible.
Colectivo de Trabajadores y Trabajadoras de Prensa (CTP)