Comisión Interna Delegados
Canal 13/TN y tn.com.ar
Los insultos
Militantes comenzaron a insultar a Sandra Borghi y una mujer quiso atacarla con una tijera. La tuvo que proteger la custodia presidencial con apoyo de la policía
La periodista de TN y Canal 13 Sandra Borghi vivió una situación de tensión en la puerta de la Fundación Favaloro, donde está internada la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Militantes que realizan una vigilia en la puerta de la clínica la agredieron, una mujer hasta quiso atacarla con una tijera en la mano, mientras otros la insultaban, y tuvo que intervenir la custodia presidencial e inclusive cinco efectivos de la policía.
Todo comenzó minutos después de que Alfredo Scoccimarro, vocero presidencial, terminara de leer el segundo parte médico, en el que se informó que CFK evoluciona bien. “¡Soltá el micrófono! No te da vergüenza laburar para Clarín”, le empezaron a gritar a la periodista.
Hasta ese momento Borghi tomó la situación como un exabrupto más (ayer también habia sido insultada), sin embargo, de repente todo cambió. Fue cuando vio como la cara de un colega de Telefe se transformó en segundos y se puso pálida al ver que una mujer venía hacia ella con una tijera. “Estoy asustado por vos”, le dijo.
A medida que pasaban el tiempo, la situación se puso más tensa, mientras más personas se acercaban a increpar a Borghi. Fue entonces cuando uno de los productores TN corrió a buscar al responsable de la custodia presidencial para avisarle. Enseguida, con personal de seguridad de la Casa Rosada y policías, la periodista fue escoltada hasta el móvil del canal de noticias.
Las personas que la insultaban también arremetieron contra la policía. “¡Ustedes la protegen!”, les gritaban y los empujaban. “¡Mirá como te tenés que ir hija de puta!”, le decían a Borghi a medida que avanzaba hacia el camión de exteriores, en el que tuvo que esperar por más de 40 minutos hasta que la multitud se disipó.
“Fue algo terrible, hace 15 años que trabajo en la calle y nunca viví algo así”, confío, todavía nerviosa, Borghi en diálogo con Clarín. “Después, la policía me llevó a tomar un taxi, pero tuve que irme a escondidas como si fuera una delincuente”, lamentó la periodista.
Fuente: Diario Clarín
Repudiamos la agresión a la periodista de TN, Sandra Borghi
La Naranja de Prensa se solidariza con la periodista de TN, Sandra Borghi, y repudia la agresión de la que fue víctima en las puertas de la Fundación Favaloro, cuando en el momento en que el vocero presidencial, Alfredo Scoccimarro, leía el último parte sobre la salud de la presidenta Cristina Fernández, fue insultada por un grupo de hombres y mujeres, una de las cuales la amenazó con una tijera.
Borghi explicó que la policía debió escoltarla para que pudiera subir al móvil de TN, y que luego debió retirarse anticipadamente en un taxi. Antes, “tuvo que intervenir la custodia presidencial y efectivos policiales” para rescatarla de la situación.
Naturalmente que hacemos responsable al Gobierno por lo sucedido a Borghi. Esto porque los simpatizantes de la Presidenta actuaron, qué duda cabe, acicateados por los sistemáticos ataques verbales de los funcionarios oficiales a la prensa y los periodistas, un componente estructural del relato oficial, donde nunca se distingue o se separa al trabajador de prensa de la línea editorial que diseña la patronal que lo emplea. El caso de Borghi, claro, no es un hecho aislado y, como ocurre siempre, el hilo se corta por lo más delgado y los platos rotos de las internas interpatronales mediáticas los pagan los compañeros del gremio.
Una lástima que los que actuaron en coherencia con el relato oficial de que los periodistas son la principal amenaza destituyente al gobierno nacional y popular no manejasen la información actualizada sobre el acuerdo que han cerrado la “patronal golpista” del Grupo Clarín -dueña de TN- con Marcelo Tinelli y el kirchnerista Cristóbal López. Fue a través de la compra, por parte de este último, de la mayoría accionaria de Ideas del Sur y la consecuente inclusión, en la grilla de Canal 13, de los programas que genera el exitoso animador. Verían que en la puja “medios hegemónicos versus contra hegemónicos” no todo lo que brilla es oro y que, además de que está pésimo agredir a una periodista indefensa, en la vida tampoco hay que dejarse instrumentalizar por discursos que esconden intereses que les son ajenos.
Los trabajadores de prensa no somos la empresa. El avance de nuestros derechos, de nuestra dignidad laboral e intelectual, sólo tendrá su garantía en nuestra independencia como clase.