La política de comunicación del gobierno de Nicaragua está basada en el “secretismo y en el cierre de los espacios democráticos” que ofrecen los medios de comunicación, concluyeron el sábado los participantes de un Foro sobre Libertad de Expresión, realizado en una universidad de Managua
“Las instituciones del Estado están obligadas a responder por ley a los requerimientos de los ciudadanos, de los periodistas, pero no lo hacen porque hay una estrategia secretista en el gobierno para controlar la información pública”, dijo a Efe el periodista Carlos Chamorro, dueño de los medios locales Esta Semana y Confidencial.
La relación del gobierno de Daniel Ortega con los medios de comunicación y sus efectos, fue el eje de debate en un foro en el que participaron, además de Chamorro, la escritora Gioconda Belli, el filósofo y jurista Alejandro Serrano Caldera, y el periodista Danilo Aguirre, fundador y ex director de El Nuevo Diario.
“El gobierno tiene que empezar a reflexionar sobre una política cerrada en relación a los periodista”, dijo Belli.
Por su parte, Serrano Caldera mencionó que la libertad de información y de expresión es un requisito de las sociedades en democracia, pues una cosa no existe sin la otra.
Belli señaló que una de las características del gobierno de Ortega es que “es demasiado sensitivo a las críticas”.
Aguirre señaló que un ejemplo de esa sensibilidad es el tema de los “rearmados”, campesinos que están dispuestos a tomar las armas contra el régimen de Ortega, según reportes periodísticos, pero que oficialmente están clasificados como “bandas de delincuentes”.
“Los rearmados son realidades que ocurren y salen después de cada fraude electoral, hasta muertos ha habido, el periodista no informa eso con alegría, debería el gobierno reflexionar porque no es algo que los periodistas inventamos”, comentó Aguirre.
Otro problema mencionado por Chamorro fue el cierre de los espacios democráticos que ofrecen los medios de comunicación.
“Estamos viviendo un retroceso en relación con las últimas dos décadas, porque hay un duopolio de dos grandes empresarios: el de Ortega y su familia, y el de Ángel González (de origen mexicano), que es socio de Ortega, entre los dos controlan ocho canales de televisión y muchas radioemisoras”, criticó Chamorro.
Para Belli, el gobierno de Nicaragua lo que necesita es “crecer, madurar, porque en todas partes del mundo la prensa es fiscalizadora”.
Al foro asistieron alumnos de la Universidad de Ciencias Comerciales, periodistas y politólogos de Managua.
Ortega, quien gobierna Nicaragua desde enero de 2007, fue reelegido presidente en el 2011. Ya había estado al frente del país en la década de los años 80, tras el triunfo de la revolución popular sandinista.
Foto: Mario López
Fuente: Agencia EFE