domingo, 11 de agosto de 2013

#ExplosionEnRosario El esfuerzo extra para que el frenesí no tape la realidad

Movileros y camarógrafos de Buenos Aires trabajaron junto a los locales durante toda la semana. Cómo fue la convivencia
Por: Luciana Sosa
La soleada mañana de ayer fue menos fría que la del jueves, pero también mucho más silenciosa que las mañanas anteriores. En la zona de Salta al 2100 no se habían detenido ni la búsqueda ni los trabajos de remoción de escombros ni ninguno de los resortes del gigantesco operativo montado, pero había empezado a aparecer un síntoma nuevo: el cansancio. Sobre el bar tapado de dibujitos de los niños del jardín Maristas, un bombero apenas tomó un poco de gatorade y se desplomó, dormido, contra una pared.
Del otro lado del bulevar una autobomba tenía la puerta abierta: una mujer bombero estaba abrazando a su hijita, que había ido a visitarla. Quién sabe cuánto tiempo hacía que no estaban juntas. En los voluntarios, que llevan días de trajín en la asistencia para quienes trabajan en el área, ya tenían visibles trazas del esfuerzo realizado. En todos los presentes, en rigor, se hacían más palpables los límites, incluso entre los trabajadores los medios de Capital Federal parecía haberse ralentizado el frenesí que los caracteriza.
Fuera del vallado de Salta y Oroño, el cablerío de cámaras y micrófonos, los anotadores en mano y los teléfonos celulares siguen prestos. Desde el martes a primera hora de la tarde, al grupo de cronistas locales se sumaron los de Buenos Aires y Córdoba para la cobertura de la tragedia que despertó la solidaridad y contención de agrupaciones, vecinos y ciudadanos anónimos.
Puede que con tan sólo 5 minutos de diferencia los medios radiales de la ciudad se hicieron eco de lo que estaba pasando en Salta 2141, algunos cronistas poco podían describir lo que pasaba, sólo el desastre que se veía tras el humo y el fuego. Canal 3 emitió imágenes casi de inmediato, e inclusive antes de que lleguen los bomberos y el Sies, en tanto Canal 5 amplió su programación informativa desde el miércoles, conectando el informativo de la mañana y Telefé Noticias.
Durante el día de la tragedia ya había coberturas de medios nacionales como C5N, TN, y hasta el sarcástico CQC envió a un cronista el miércoles y jueves para realizar un informe sobre la catástrofe ocurrida en Rosario.
Durante toda la semana el despliegue fue en aumento, pero ayer había comenzado una meseta. Y es probable que en el mediodía de hoy ya se empiecen a notar los regresos: la razón son las elecciones primarias de mañana.

Semejanzas y diferencias
La información trasnsmitida fue crucial con el correr de las horas y la llegada de rumores más crudos hizo que el respeto por las voces oficiales tenga un lugar de privilegio, sin embargo, algunos trabajadores de prensa no acataron esta modalidad y no sólo transmitían las novedades a los gritos, también hubo diferencias entre funcionarios y sus asesores para con la prensa porteña. La convivencia entre medios tuvo momentos conflictivos.
“Llevamos cuatro días conviviendo periodistas, camarógrafos, fotógrafos, rescatistas, médicos, bomberos, voluntarios y en el medio los familiares de los desaparecidos que llevan 72 horas mirando el telón gris que cubre todo el accionar en el edificio. Es fundamental corroborar cada dato, si no, esto se transforma en una carnicería”, explicó Fernando Carrafiello, de Radio Dos.
Por su parte, Beatriz Priotti, de LT8, reconoció: “Entre nosotros nos conocemos hace mucho tiempo y siempre se supo que no competimos por la primicia, somos todos amigos, y respetamos cuando otro está en vivo, pero desde que llegaron los periodistas de Buenos Aires y Córdoba, sobre todo los de Buenos Aires, hubo una prepotencia terrible”.
La movilera se quejó de que muchos funcionarios (inclusive sus agentes de prensa) hicieron diferencia con los periodistas porteños en cuanto a la entrega de notas y declaraciones. “Hasta un funcionario nos llegó a llamar «la cofradía rosarina». Y no tiene nada que ver: nosotros acordamos, no competimos y ante la lista de rumores que estuvieron dando vueltas nos abocamos a informar. El martes a la noche, a Buenos Aires se transmitía la data de 30 muertos bajo los escombros”.
En rigor, una emisión vespertina de una radio AM local había sido, infortunadamente, el origen de la versión, que además provocó una desesperanza generalizada en familiares, socorristas y voluntarios y en las propias víctimas y damnificados que se iban enterando. La reacción fue una contundente desmentida oficial e incluso el secretario de Gobierno municipal, Fernando Asegurado, anticipó que cuando terminara la incesante búsqueda y rescate de las personas que aún faltan y la contención y asistencia a familiares llevaría el tema –que involucraba a la propia intendenta Mónica Fein– a la Justicia.

Medio y medio
“A los familiares los respetamos desde el primer día, vemos que están todo el tiempo esperando, sin moverse, pero tratamos de no acercarnos, de dejarlos tranquilos. Sin embargo, desde el primer móvil de Buenos Aires que llegó, todos los días están pidiéndole sus historias”, lamentó una cronista de un canal de cable local.
Por su parte, Francisco Urrutia, de C5N, marcó una diferencia: “Siempre tratamos de trabajar con los datos oficiales, porque llegaron muchos rumores sobre la posible cantidad de muertos en el edificio pero ante todo chequeamos con las declaraciones de los voceros oficiales”, dijo.
Jorge Encina vive en Rosario y es periodista de América TV. Dijo “conocer las exigencias” y modo de trabajar del periodismo porteño como así también conocer a “todos los colegas” de Rosario, y “cómo se manejan”. Y concluyó: “Acá es un mismo grupo, y no se pelean entre ellos por la noticia”.
En tanto, ante la consulta sobre cómo se trabajó en estas jornadas ante la tragedia del edificio, Gonzalo Aziz, de TN, se limitó a decir que, afortunadamente, sus contactos políticos en Buenos Aires le agilizaron su llegada a funcionarios de la ciudad y de la provincia a la hora de tener declaraciones ante cámara. “Los que conocemos y hemos trabajado con Mónica (Fein) nos damos cuenta de que además de ser intendenta, hoy está explotando su costado más humano, se la ve conmovida, dolida por todo lo que está pasando”, fue su conclusión.

Oficinafta
Fernando Massa es periodista del diario La Nación, estaba en Rosario desde el martes a las 19:30 y desde entonces pasó sus días en la intersección de Salta y Oroño, y en la estación de servicio de Córdoba y el Boulevard, como si fuera su oficina.
"Está claro que para trabajar para un diario no busco la inmediatez como lo hacen las radios y los canales de televisión, me han pedido notas de historias, de relatos sobre los distintos puntos de relatos que se están haciendo, y le uso el wifi a la estación de servicio de acá cerca, es como mi oficina, donde me tomo un descanso y envío el material a la redacción en Capital", resumió.

Haya paz
Otro de los que cubrió el suceso desde el primer día fue Pablo Kassabian, movilero de LT3. Consultado sobre la labor periodística desde el martes,advirtió con gravedad: "Muchos hacen la misma pregunta que su colega para que el entrevistado lo mire y se vea el cubo de su canal. ¿Me quieren decir que necesidad hay de perder el tiempo así? La lucha de egos no debe tener lugar en un lugar como este", puntualizó. Además, se sumaron al unísono otros cronistas radiales y televisivos que coincidieron: "Tienen la costumbre de preguntar a los gritos, cómo si así el periodista fuera más interesante o inteligente".
Fuente: Diario El Ciudadano