Por: Enrique Gastañaga
En el medio de su discurso de ayer en Lomas de Zamora, Cristina Kirchner, de repente, dijo: “… Y además, una cosa que me llamó la atención y no puedo dejar de decirlo. Algunos sabían lo que parecía que iba a pasar. ¿Cómo es posible que alguien, como leí hoy, había advertido que podía pasar? ¿Sabían que iba a ir gente con armas? Si pensaban que había gente con armas, ¿por qué no lo denunciaron? Eso me llamó poderosamente la atención”. La Presidenta de la Nación siguió refiriéndose a la violencia en el fútbol, pero después, sin que nadie se lo preguntara, se asoció de nuevo a los fantasmas: “Vuelvo a reiterar: me llama poderosamente la atención que algún medio haya dicho lo que iba a pasar. ¿Qué era lo que sabía? Y si sabía, ¿por qué no lo avisó a los que tenían que impedir que esto sucediera. Esta es mi gran pregunta” … Un acierto periodístico nunca se celebra si para concretarse necesitó de tiros, de sangre y de muerte. Es grande la sensación de dolor por el final de la historia. Sin embargo, la impotencia se multiplica si la Presidenta de la Nación, después de todo lo ocurrido, sólo se hace esa “gran pregunta” y deja a un costado las falencias graves en las tareas de inteligencia y en el armado del operativo policial.
Lo lógico hubiera sido que la máxima autoridad del Estado, acumulando toda la información correspondiente sobre los hechos, brindara ayer un panorama sobre lo sucedido y sobre los avances en la investigación. La nota de Clarín que anticipó el horror estuvo en la madrugada del domingo en la web y también desde las primeras horas del día en las calles en su edición impresa. Una denuncia periodística más elocuente, imposible. Si no lo leyó, si no se lo leyeron o si no creyeron porque Clarín miente, ya no es problema del periodista, que ni es policía ni funcionario judicial, simplemente informa y plantea escenarios de acuerdo a los datos que logra recoger.
*El autor de esta columna publicó el domingo una nota en la que advirtió sobre el posible enfrentamiento de los barras de Boca
Fuente: Diario Clarín