El DNU emitido por el jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, se coloca claramente en el campo de una defensa cerrada del grupo Clarín ante los rumores que indican que el gobierno nacional avanzaría en una intervención de la empresa en el próximo tiempo. Hasta aquí, nada nuevo.
Sin embargo, el decreto de Macri que supuestamente aspira a garantizar la libertad de expresión y de prensa en la Ciudad de Buenos Aires representa un ataque al derecho de huelga por parte de los trabajadores de prensa, gráficos o cualquier otro vinculado a la actividad periodística.
En el artículo 11 del DNU, se establece: “No podrá ser suspendida, interrumpida, demorada ni dificultada la actividad profesional de los periodistas, productoras y editores que se domicilien en la Ciudad o ejerzan su actividad en la misma, ni la de los medios de comunicación que en ella tengan domicilio…”. Más claro, agua.
Por otra parte, señalamos la hipocresía por parte del macrismo de presentarse como un adalid de la libertad de prensa cuando la Policía Metropolitana viene de desatar una salvaje represión en el Hospital Borda que tuvo un particular encono contra los trabajadores de prensa.
El DNU de Macri está al servicio de Magnetto, no de la libertad de expresión de los periodistas. Por eso, el decreto no dice una palabra del Estatuto del Periodista, ley que protege el ejercicio de nuestra labor.
Como hemos señalado en reiteradas ocasiones desde La Naranja de Prensa, el enfrentamiento entre grupos capitalistas en los medios de comunicación atenta directamente contra los trabajadores de prensa, quienes deben asumir frente a este escenario una postura independiente -como han hecho recientemente los compañeros del diario Clarín en una multitudinaria asamblea.
La Naranja de Prensa llama a repudiar este decreto que cercena los derechos de los trabajadores de prensa y reitera que la libertad de expresión sólo puede ser garantizada por medio de la organización independiente de los trabajadores.
Fuente: La Naranja de Prensa
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