'La persecución contras nuestros directivos no tiene antecedentes', asegura. 'Todo iba más o menos bien hasta que criticamos acciones del kirchnerismo'. Los Kirchner 'conciben el periodismo en términos de militancia'. Al periodista le ven 'como a un pelele que comunica lo que le dictan sus amos'
Por: Ramy Wurgaft
Suena el teléfono en la recepción de 'Clarín' y la persona que atiende no se asombra de que sea una amenaza. Otra de las tantas que llegan al diario más leído en Argentina, desde que el gobierno de Cristina Kirchner le declaró la guerra acusándolo de "lavar el cerebro de los argentinos con falsedades".
Cuando este periodista llega a la redacción no advierte ningún nerviosismo pese a que en pocas horas expira el recurso judicial que protege al Grupo Clarín del artículo 161 de la controvertida Ley de Medios. Poco después, la justicia fallará a favor de la empresa, evitando que deba ceder sus licencias de televisión. Ahora, el gobierno de Cristina Kirchner apeló la decisión ante el Tribunal Supremo.
La secretaria nos conduce hasta una oficina, al final del pasillo, donde nos espera Ricardo Kirschbaum, el editor general (director) del periódico quien comenzó su carrera siendo un colaborador anónimo y que ahora ocupa uno de los primeros lugares en la lista negra de los Kirchner. A los galardones que ha cosechado en su vasta trayectoria –como el Premio Konex a la edición periodística o el Diploma al Mérito en Análisis Político- el informador, de 64 años, suma ahora el rango de "general" en la contienda que se libra en Argentina en defensa de la libertad de expresión.
En otras épocas 'Clarín' se llevó bien con los Kirchner. ¿Cómo fue que se transformaron en enemigos irreconciliables?
En una sociedad democrática el papel de la prensa no es ser cómplice o enemigo de un gobierno. Es cierto que 'Clarín' acompañó los esfuerzos de Néstor Kirchner, en los primeros años de su mandato, para rescatar al país de la crisis del 2001-2002, que fue la peor de nuestra historia. También consideramos oportuna la derogación que hizo de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida que daban amparo a los verdugos de la Dictadura. Todo iba más o menos bien hasta que el diario comenzó a criticar ciertas acciones del kirchnerismo como la ofensiva que lanzó en el 2008 contra los productores agrícolas. Nos pareció un disparate que en vez de dialogar el gobierno emprendiera una guerra a muerte contra el sector que más aporta a la economía. La respuesta de los Kirchner a esas críticas fue mandar un ejército de 200 inspectores tributarios a revisar las cuentas de 'Clarín'. Fue una invasión en regla de la que no obtuvieron ningún beneficio, ya que todo estaba en regla.
¿Por qué cree que la Ley de Medios fue promulgada para castigar al Grupo 'Clarín'?
Es evidente que la obsesión de los Kirchner (primero Néstor y luego Cristina, su esposa y sucesora) es hundir a 'Clarín'. Ellos conciben el periodismo en términos de militancia y al periodista como a un pelele que comunica lo que le dictan sus amos. Nunca toleraron que la empresa pudiera subsistir sin la publicidad oficial que ellos reparten como premio a obsecuencia. La Ley de Medios fue un zarpazo parlamentario. El oficialismo la despachó a toda prisa luego de la derrota que sufrió en las elecciones legislativas del 2009.
El gobierno acusa a 'Clarín' de haber apoyado el golpe militar de 1976 y de haber hecho la vista gorda a la violación de los derechos humanos en los años de la dictadura.
El gobierno tiene una memoria selectiva. Quiero recordar que el actual canciller Héctor Timerman fue director de un diario que apoyaba al régimen militar. Es curioso también que los Kirchner descubrieran los derechos humanos sólo después de haber llegado al poder. Antes no los desvelaba el tema. Una vez instalados en la Casa Rosada inventaron el mito de haber sido combatientes clandestinos cuando cualquiera sabe que en los peores años de la dictadura ellos comenzaron a amasar fortuna como abogados, incautando los bienes de los deudores morosos. La connivencia de 'Clarín' con el régimen militar es la fábula que inventan para lavar su propia conciencia por haber sido actores pasivos y para justificar la ofensiva contra la prensa independiente.
Otra de las acusaciones contra el Grupo Clarín es la de haberse apropiado de la mayoría de las acciones de Papel Prensa (la mayor productora de papel para periódicos) con ayuda de los militares. El oficialismo alega que los propietarios de esa empresa cedieron sus acciones bajo tortura.
El gobierno y sus operadores no tienen rivales a la hora de dar vuelta la historia. Dicen que Héctor Magnetto (CEO de la empresa) era poco menos que compadre de los generales. De ser así, ¿cómo se explica que los Kirchner invitaran tantas veces a ese 'ogro' a compartir sus cenas y almuerzos en la residencia de Olivos? La hija y uno de los hermanos de David Graiver, fundador de Papel Prensa, firmaron una declaración jurada desmintiendo los hechos que se le impugnan a 'Clarín'. La persecución contras los directivos de 'Clarín' no tiene antecedentes en la historia democrática de nuestro país. Sin ir tan lejos, la presidenta lanzó una campaña contra Ernestina Noble de Herrera (dueña del periódico) diciendo que sus hijos adoptivos son hijos naturales de víctimas de la dictadura. Las pruebas de ADN han echado por tierra esa hipótesis pero Cristina no desiste y menos se puede esperar que se disculpe por el acoso que ha sufrido esa familia.
¿Cual ha sido la función de los intelectuales de izquierda en los años de la administración kirchnerista?
Si usted se refiere a los intelectuales agrupados en Carta Abierta, yo no los calificaría de izquierdistas como tampoco considero que este gobierno sea de izquierdas. La función de los intelectuales es tener una visión crítica de la sociedad. Se puede entender que bajo un régimen totalitario el intelectual deba resignar esa actitud para comer o sobrevivir. Pero no es ese al caso de la Argentina actual. Más que funcionales a los Kirchner yo diría que los miembros de Carta Abierta son funcionarios del gobierno y como tales han participado en la construcción de sus mitos y lo que es peor, se han prestado a la campaña de desprestigio de la prensa independiente.
Fuente: Diario El Mundo