La primera dama de la República Oriental del Uruguay, Lucía Topolansky, se refirió al candente debate por la Ley de Servicios en Comunicación Audiovisual en nuestro país y reseñó que en su país “hay cuatro o cinco familias que tradicionalmente han sido propietarias de los medios y hasta la llegada del Frente Amplio fue arbitraria la obtención de licencias”.“Ahora no corre más el dedo del político de turno”, aseguró la senadora, al tiempo que remarcó que “ahora vamos a pasar a la televisión digital y habrá más canales, se va a orientar que algunas se liciten para cuestiones sociales”.
Entrevistada por el programa Mate Amargo de Radio Provincia, indicó que “nosotros no tenemos un grupo tan poderoso como el grupo Clarín, aunque también tienen sus intereses metidos en el Uruguay. Por eso veo con buenos ojos la ley de medios argentina”.
“Este año vamos a discutir un marco regulatorio de medios de comunicación que se armó junto a la comunidad, para tratar de ir a una ley lo menos conflictiva posible pero que regule algunas cosas”, añadió la esposa de José ‘Pepe’ Mujica.
En igual tenor, consideró que “los medios de prensa son un poder, porque generan opinión y noticias a veces bien a veces mal y la gente tiende a creerles y eso es bastante peligroso. Sabemos que en todo el continente les han hecho la guerra a gobiernos progresistas”.
En ese contexto, subrayó que “la Unasur y la Celac deberían ir generando comisiones de trabajo que aborden estos temas, como la comunicación en América Latina”.
Por otra parte, se refirió a la reciente sanción de la ley que despenaliza el aborto en el Uruguay. Dijo que “fue un avance posible, porque este tema atraviesa en pro y en contra a todos los partidos”.
“Se subió un escalón en términos de un problema que es muy penoso, porque con ley o sin ley, los abortos se producen igual, entonces se producía una hipocresía por parte del Estado”, expuso.
Asimismo, planteó que “el Frente Amplio dio libertad de acción porque hay sectores cristianos. A pesar de tener mayoría en las dos cámaras, había un integrante que es diácono y no quería votar la ley”.
“La idea es llegar a esas mujeres que se mueve en lugares clandestinos. Estamos convencidos que podemos dialogar con ellas, a través de un equipo técnico solvente, para que pueda resolver si continua o no con este proceso y si decide abortar que lo haga en condiciones de preservar su vida”, cerró Topolansky.
Fuente: ANDigital