En comunicación hay varios estadios para un mensaje o campaña: no presencia, prelanzamiento, lanzamiento, difusión, alcance del target seleccionado, saturación, sobresaturación
Por: Jorge Schussheim*
Cuando se alcanza el objetivo, el mensaje debe cesar y ser reemplazado por otro llamado de continuidad, para mantener la recordación.
Pero cuando se satura a la audiencia con el mismo mensaje repetido una y otra vez, el resultado positivo se vuelve neutro y la inversión, negativa.
Pero cuando se la sobresatura hasta el hartazgo, el primer resultado positivo se invierte y se torna en negativo. La audiencia se irrita con cada nueva repetición y comienza a tener un sentimiento en contra de lo que propaga el mensaje o de quién lo propaga.
Exactamente esto es lo que está sucediendo con la campaña del gobierno en contra de Clarín y de sus medios.
Tanto en Radio Nacional como en Canal 7, la infinita reiteración de los mensajes negativos hacia el grupo está comenzando a surtir un contraefecto.
No por atacar a otro se habla bien de uno mismo.
Nunca he creído en la propaganda política negativa, como es esta campaña equivocada.
El gobierno debería cambiar inmediatamente este error y difundir únicamente sus aciertos, que son muchos y muy buenos.
Lamentablemente ni el ex presidente Néstor Kirchner, ni la actual presidenta Cristina Fernández han comprendido el uso de la comunicación, hoy en manos de jóvenes inexpertos en el tema que manejan TelAm y toda la comunicación oficial sin entender absolutamente nada, habiendo desplazado a periodistas y comunicadores de larga trayectoria y probada capacidad.
La Cámpora, que es la organización que controla toda la publicidad oficial, está gravemente equivocada en sus procederes, estrategias y tácticas comunicacionales y sus miembros deberían ser removidos de sus puestos.
A veces, traicionar al rey, es ayudar al rey.
*Es publicista, fue libretista de Tato Bores, músico, cocinero, cantautor y humorista judío
Fuente: Jorge Schussheim