Los medios de comunicación buscan en el siglo XXI nuevas alianzas para sobrevivir a una crisis en la que pierden público, publicidad y protagonismo informativo; un encuentro que concluye hoy en Buenos Aires propone sumar informáticos y lectores a los equipos periodísticos
"El reto es hacer periodismo con valor agregado. Hay mucha competencia con las redes sociales, los blogs... cualquiera puede hacer una nota o copiar la tuya y eso está perfecto, pero entonces hace falta pensar en generar algo que los demás no hacen, en usar o crear nuevas herramientas", explicó a Efe Mariano Blejman, uno de los cofundadores de Hacks/Hackers en la capital argentina.
El abanico de opciones es inmenso, como ha podido apreciarse durante este evento de tres días, y va desde plataformas de código abierto para crear documentales interactivos como Zeega, a "software" como Ushahidi, que genera información geolocalizada a través de SMS o Tor, que permite a los usuarios establecer comunicaciones seguras.
El núcleo fundacional del capítulo argentino de Hacks/Hackers procede del "software" libre, pero quisieron abrir la cita a un público más amplio y entre los centenares de asistentes se mezclaban "nerds" (personas dedicadas completamente a su afición) con gafas y camisetas negras, emprendedores y estudiantes de comunicación movidos por la curiosidad.
"La Universidad no está ofreciendo estos conocimientos", sentenció Sandra Crucianelli, investigadora, profesora y coautora del blog Nación Data, quien dirigió un taller sobre periodismo de datos.
"El híbrido periodista/desarrollador puede crear nuevas formas de contar historias en línea", subrayó Tyson Evans, director adjunto de noticias interactivas del diario "The New York Times".
Un ejemplo reciente fue la cobertura de este periódico para los Juegos Olímpicos de Londres, que contó con infografías interactivas en las que podía verse la evolución de los récords en natación y atletismo en los 116 años de la historia moderna de los Juegos.
Las nuevas narrativas abren la puerta a menudo a la personalización de la información, "de forma que sea más relevante para el lector", explica el jefe del equipo interactivo del periódico londinense "The Guardian", Alastair Dant.
Este rotativo fue uno de los primeros donde los "hacks" (periodistas) y "hackers" (ciberpirata informático) dejaron de mantener relaciones esporádicas y crearon lazos permanentes.
"Los periodistas han dejado de ser los únicos que emiten información, cualquiera con un móvil con cámara y conexión a internet puede hacerlo y nosotros aprovechamos esa capacidad de crear información de forma colaborativa", indicó Nicola Hughes, desarrolladora de "The Guardian".
"Sin la ayuda de los lectores nos hubiese resultado mucho más difícil leer toda la documentación de los gastos parlamentarios", agregó Dant, en referencia al escándalo que estalló en 2009 gracias a una investigación del diario.
Para leer miles, y a veces decenas de miles, de documentos no sólo son necesarios tiempo y muchos ojos, sino también "software" que facilite el trabajo.
Es el caso de Scraperwiki, que permite recabar información pública de la web y agruparla de forma ordenada en bases de datos, o Mapa76, prototipo pensado para extraer automáticamente datos de documentos sobre la última dictadura argentina (1976-1983) y crear relaciones para visualizar cómo funcionaba el sistema represivo.
Las exposiciones de medios históricos se alternaron con la de casi recién llegados como Propublica, redacción "online" independiente autora de la aplicación "Dollars for Docs" (dólares para doctores), en la que cualquier estadounidense puede introducir el nombre de su médico y recibir información sobre quién le financia.
El poder ciudadano permite también burlar la censura mediática, denunciar redes de corrupción o de trata e incluso poner en jaque a los servicios de espionaje, afirmó el surafricano Justin Arenstein, que junto a su equipo llevó a cabo una investigación que culminó con el arresto de un exagente del Mosad.
Las charlas de la mañana se complementaron con talleres por la tarde y durante todo el sábado está previsto un "hackatón", una maratoniana jornada colaborativa para idear y poner en marcha nuevos proyectos que demuestren que "el periodismo no se colgó, solamente está reiniciando el sistema operativo".
Fuente: Agencia EFE
“Mostramos información que quedaba oculta”
Uno de los líderes del periodismo de datos es ProPublica. Al Shaw, uno de sus desarrolladores de aplicaciones de noticias, está en la Argentina para participar del encuentro de Hack/Hackers que se realiza en Buenos Aires
Por: Esteban Magnani
Al Shaw es desarrollador de publicaciones de noticias de ProPública, pertenece a esa generación digital que se construyó a sí misma. Si a eso le sumamos su interés por la política, tiene todo lo necesario para ser un exponente de la nueva cultura periodística, cuyas fronteras con la informática son muy borrosas. Actualmente trabaja como desarrollador de aplicaciones para ProPublica.org, una fundación sin fines de lucro e independiente que se dedica al periodismo de investigación.
Shaw se encuentra de visita en Buenos Aires para participar del encuentro de Hack/Hackers. Allí dará talleres para periodistas y programadores acerca de cómo construir herramientas periodísticas para web. Y aclara: “Que yo sepa, éste es el encuentro más grande de Hack/Hackers que se haya hecho en el mundo. En Nueva York nunca hicimos algo así”.
¿ProPublica.org siempre hizo periodismo de datos?
No. En realidad, ProPublica se funda en 2008 con la intención de recuperar el periodismo de investigación que había comenzado a ser considerado como un lujo muy costoso en otros periódicos. La parte de periodismo de datos es más reciente, cuando contratan a mi jefe, Scott Klein, para que mantenga el sitio web. Luego, él comienza a interesarse por el periodismo de datos y arma un equipo al que más tarde entré yo. Hasta ese momento, el periodismo de datos sólo existía en el New York Times y en un par de diarios más, pero se dedicaban más a cosas como resultados electorales o, actualmente, a cosas como los Juegos Olímpicos, pero no tanto a investigaciones como las nuestras. Así que tuvimos que inventar bastante para hacer nuestro camino.
¿Qué tipo de investigaciones hacen?
Una de las investigaciones que realizamos y que tuvo mucha repercusión se llamó “Dollars for Docs” (Dólares por doctores). Lo que hicimos fue aprovechar una ley que dice que los laboratorios deben hacer pública la información acerca del dinero que dan a los médicos por comisiones, almuerzos, convenciones y demás. El problema es que los laboratorios publican la información con un formato muy complicado y poco claro. Lo que hicimos fue escribir un programa que recogiera y ordenara esa información en una base de datos. Ahora cualquier persona puede buscar a su doctor y saber cuánto dinero le dan las compañías. El sitio es muy popular y lo actualizamos aproximadamente una vez por año. También seguimos agregando más laboratorios.
¿Qué consecuencias tuvo esta publicación?
Muchos medios hicieron notas sobre los médicos locales. Por ejemplo, un periodista fue a ver a uno y vio que los medicamentos que le recetaba eran todos de las mismas empresas que le pagaban daban dinero. O sea que sirvió como material de base para otras investigaciones locales y con perspectivas diversas. También ocurrió que las empresas comenzaron a publicar la información de forma más clara.
O sea que juntan información dispersa, oculta y le dan un sentido
Claro. Otro ejemplo que ilustra eso es el de las organizaciones supuestamente sin fines de lucro que hacen publicidad para los candidatos políticos. En EE.UU. cambiaron hace poco las reglas y ahora se permite a organizaciones que no dependen, supuestamente, de los candidatos a hacer campañas por ellos. Así pueden gastar todo lo que quieran en publicidad, mientras que un donante individual no puede dar más de 2500 dólares a su elegido. Así que comenzamos un proyecto llamado “PAC Track” (PAC significa Comité de Acción Política). Es una aplicación que permite rastrear cuánto dinero declararon esas organizaciones como ingresos y gastos, y de allí cuánto fue a publicidad política. Estos PAC generalmente están financiados por uno o dos donantes, así que cruzando esa información hicimos unos gráficos indicando quiénes financian la publicidad de los candidatos con millones de dólares cada mes. También pudimos ver cómo algunos millonarios cambiaban de elegido a medida que pasaba el tiempo. La información estaba disponible en las declaraciones de impuestos, pero no sistematizada, y eso es lo que nosotros hicimos. La levantaron todos, desde diarios, radios y TV.
¿Cómo es la relación entre periodistas e informáticos?
Depende de cuán abierto sos. El periodismo de datos está creciendo; es donde hay más trabajo ahora, por lo menos en los EE.UU., donde todos los diarios están buscando gente que sepa programar, diseñar, pero también periodismo. Todo el trabajo es mucho más multidisciplinario ahora, y la mayoría de la gente que trabaja en este campo es como yo, que aprendí por mí mismo cómo hacer esto, o periodistas que empezaron a jugar con el código para ver si podían presentar la información de otra manera. No es que haga falta un algoritmo muy complicado para trabajar en esto, es más como ser un plomero: encajar las piezas para que funcionen. Así creamos aplicaciones para mostrar información que quedaba oculta.
Fuente: Diario PáginaI12