martes, 31 de enero de 2012

Negroponte: "Llegar a un congreso de software libre con un iphone es como asistir a una reunión de Greenpeace en un 4x4"

Considerado como uno de los 'padres' de la tecnología digital, Nicholas Negroponte llenó ayer el Palacio de Congresos en una ponencia en la que presentó su proyecto 'Un niño, una computadora'
Por: Ana González
En muchas casas de Nigeria, la única luz que hay es la que emite la computadora de los niños. Los pequeños, fascinados por las posibilidades del aparato -cargado de juegos, libros y películas- se aferran al portátil con fuerza. Con tanta fuerza que incluso duermen con él y, cuando el aparato se estropea, se niegan a cederlo para que se lo arreglen. Prefieren tener una computadora rota que no tenerla.
Lo que tienen los niños entre sus manos es algo más que un procesador, es su futuro. Con esta imagen presentó ayer en Granada Nicholas Negroponte su proyecto Un niño, un portátil. Una idea que ha revolucionado la enseñanza en los países más desfavorecidos facilitando pequeños computadoras a menos de cien dólares.

Su filosofía de vida recuerda a la de Mohammad Yunus, él intenta llevar microcréditos a los más desfavorecidos y usted les acerca la tecnología... 
Mohammad Yunus es muy buen amigo mío. Creo que la diferencia que existe entre nosotros es que Yunus está llevando a la gente unas oportunidades económicas para su propio desarrollo y yo estoy dando oportunidades intelectuales a esas personas para desarrollarse. No hemos podido colaborar en mi proyecto de portátiles porque el modelo empresarial es muy distinto al modelo cívico. La educación es un derecho humano así que todo el mundo, sin excepción, debe contar con ese derecho, pero un préstamo financiero no es un derecho humano generalizable. Si se utilizara la microfinanza para comprar portátiles algunos niños los tendrían y otros no, por eso no trabajamos juntos, pero somos muy buenos amigos.

¿Cree que la tecnología nos puede hacer más felices?
Desde luego. Una forma de ser feliz es tener el control de tu propia vida, de tu propio destino, y la tecnología nos puede facilitar ese control.

¿Qué papel cree que juegan las tecnologías en la educación de las nuevas generaciones? Hasta ahora ningún computadora ha sido capaz de escribir El Quijote o Hamlet... 
La educación no es El Quijote ni Hamlet. Son dos ejemplos magníficos, pero raros, de un logro máximo del ser humano. Evidentemente para poder escribir obras de ese calibre es necesaria una buena educación. Pero una educación básica permite que muchas personas, aunque sólo hayan llegado al graduado social, sean felices y lleven vidas muy plenas. A mí lo que realmente me preocupa es poder asegurar una educación básica para todo el mundo. Esas personas no van a llegar a escribir obras tan magníficas como El Quijote pero sí pueden contribuir a mejorar la sociedad y a resolver problemas reales.

Las redes sociales han sido capaces de cambiar el paisaje político en varios puntos del mundo pero todavía hay países que ejercen la censura en internet: China, Irán... 
Tener censura en internet es mejor que no tener internet. Normalmente los niños saben lo que es la censura así que me preocupa menos este aspecto siempre que los niños tengan conexión a internet. Curiosamente el hecho de que haya existido censura en China funciona como una especie de control gubernamental que ha permitido que el país se desarrolle con mayor rapidez que, por ejemplo, India.

Llegados a este punto, ¿qué más podemos esperar de las redes sociales?
El mayor éxito que podríamos tener sería que las redes fueran capaces de eliminar los nacionalismos. Para mí los nacionalismos son una enfermedad y son la causa de muchísimas guerras y declives económicos. Es una ironía, pero cuando un país pasa por una crisis económica normalmente se hace más nacionalista.

Uno de sus proyectos más ambiciosos consiste en llevar la tecnología a países en vías de desarrollo. ¿No cree que estos lugares tienen necesidades más perentorias? Sin irnos tan lejos, en España y en Andalucía todavía hay pueblos en los que cuesta que llegue la señal de televisión... Cuando alguien me plantea esa pregunta siempre sugiero: sustituya la palabra tecnología por educación, y entonces la pregunta deja de tener sentido. Hay que preguntarse si la tecnología nos proporciona esa educación, yo pienso que sí. Lógicamente si tenemos a un niño que está pasando hambre, lo más urgente es llevarle alimentos ahora, si el pueblo donde vive no tiene un sistema de sanidad ni agua corriente y las casas están mal organizadas, entonces aquí la educación puede ayudar a solventar muchos problemas.

La tecnología también está influyendo mucho en los medios de comunicación. Está claro que hay que innovar, formarse y subirse al carro de las nuevas tecnologías, pero las empresas no terminan de dar el salto al nuevo modelo. ¿Por qué? 
Por la misma razón que la gente sigue comprando vendiendo y utilizando los coches 4x4. Es una idiotez fabricarlos, producirlos, comprarlos y venderlos. No hay motivos para usar un vehículo de este tipo y en la industria de los medios ocurre lo mismo, se están cometiendo errores garrafales. Pero el buen periodismo es muy importante porque la palabra escrita es la forma más eficiente para transmitir conocimiento y opinión. Además la demanda a nivel mundial está subiendo. Los blogs están cada vez mejor redactados e incluso existen ya escritores que sacan todos sus ingresos de su blog y no de los libros.

¿Y en qué lugar nos deja esta situación a los periodistas?
Los jóvenes deben entrar en periodismo y los periodistas deben salir del periódico. Esto permitiría tener distintas perspectivas de una misma opinión, lo cual es muy importante porque muchos de los problemas que tenemos hoy en día surgen a raíz del pensamiento único.

Se está hablando mucho en este congreso de las bondades del software libre para democratizar el acceso a la tecnología pero, ¿qué pasa con los contenidos?, ¿cómo los hacemos rentables? Internet nació gratis, a ver cómo le damos la vuelta a la tortilla... 
Vamos a separar el beneficio de la calidad. Con la tecnología la calidad se está mejorando cada vez más. Las wikipedias son ya mejores que las enciclopedias. La pregunta es cómo derivar unos ingresos. Pueden venir de dos fuentes: una sería añadiendo valor a la información, otra opción son las fuente secundarias como la publicidad. Se puede apostar por cualquiera de las dos o combinarlas pero, en cualquier caso, tiene que haber algún nivel de información que sea libre para todo el mundo.

¿Sobrevivirán los periódicos en papel?
No, no, el papel va a desaparecer, no puede sobrevivir. Existirá algo que tenga la apariencia de papel, el aspecto del papel y el tacto del papel pero será digital.

Parece que las personas hoy en día se dividen entre quienes tienen un iphone y quienes no lo tienen...
Sí, es una ironía porque en este congreso no debería tener nadie un iphone porque es de código cerrado. Llegar a un congreso de software libre con un iphone es como asistir a una reunión de Greenpeace en un 4x4. Carece de sentido. Eso sí, la belleza muchas veces precede a la bondad y a lo realmente importante.

En 2015 hará 20 años que predijo el mundo digital en su libro Being Digital. ¿Podría volver a asomarse a su bola de cristal y decirnos qué ve? 
Aquel libro no era una predicción de futuro, extrapolaba hechos de lo que se estaba haciendo en ese momento. Si me pidieran que lo hiciera hoy no podría extrapolar datos. En el año 95 sabía que tenía razón en todo lo que decía y sólo podía errar en el momento en el que se producirían los hechos. Ahora es diferente, mi trabajo es unidimensional en torno al proyecto Un portátil para cada niño. Así que si tuviera que hacer una predicción diría que todos los niños van a estar conectados a internet. Y llegará un momento en el que habrá más objetos conectados a internet que personas.

Circula estos días por facebook una foto sobre una pintada en una pared en la que se lee "Los objetos fueron hechos para ser usados; las personas fueron hechas para ser amadas. El mundo va mal porque se usa a las personas y se ama a los objetos". 
(Silencio). Es una reflexión interesante. En una cena con gente guapa es habitual que todos saquen sus teléfonos y se pongan a utilizarlos sin atender al resto. No es tanto que nos enamoremos de los objetos sino de la posibilidad de estar en dos sitios a la vez.

La crisis, una esperanza a las licencias libres
Pocas administraciones públicas migran al software libre, a pesar de que el cambio supone un ahorro en costes y más eficiencia
La mayoría de los ciudadanos desconocen que el software privado que manejan en los PCs de sus hogares cuesta dinero, supuestamente más de 200 euros cada dos años, que es lo que deberían pagar a Microsoft por la renovación de la licencia de los programas que utilizan (Word, Outlook, etc). Sin embargo, aunque los usuarios de a pie consiguen evitar este canon, normalmente porque Microsoft no realiza un seguimiento de los usos particulares de sus programas, las empresas y administraciones públicas no pueden eludir estas cuotas. Así, cada año se gastan miles de euros en renovar las licencias privadas de sus empleados, un lujo que, en tiempos de crisis, es imposible seguir sufragando.
Pero emigrar del software privado al software libre no es fácil. Máxime cuando el cambio deben afrontarlo cientos de miles de usuarios a la vez. Se necesita tiempo, dinero y una voluntad política férrea. Eso es lo que se debatió en una de las ponencias de la Conferencia Internacional de Software Libre que se clausuró ayer en Granada, en la que se expusieron algunos casos de éxito de implantación de software libre en administraciones públicas.
La pionera, y más aplaudida de todas, fue la experiencia de la Generalitat Valenciana, que ha logrado implantar con éxito el software libre en una de sus consejerías, la de Infraestructuras, con más de mil empleados. "Adelantándonos a la crisis, iniciamos la migración en 2004 y ya estamos conectados a Linux", explica Martín García, uno de los artífices del proyecto gv pontis. Lo más difícil ya lo han conseguido, ahora sólo tienen que extender el proyecto al resto de las consejerías.
La apuesta por el software libre (denominación que se da al software que respeta la libertad de los usuarios sobre su producto adquirido y, por tanto, una vez obtenido puede ser usado, copiado, estudiado, modificado y redistribuido libremente) surge en realidad como alternativa a las barreras sociales y comerciales que ponen las compañías informáticas.
Pero, por más que las administraciones proclaman que van a implantar el software libre, el proceso no llega a completarse nunca. "Es mentira que las administraciones, ya sean europeas, nacionales o autonómicas, estén impulsando el software libre", denunció ayer García ante un buen número de profesionales informáticos de la Junta de Andalucía. "Los decretos son sólo brindis al sol. Mientras no se apruebe un plan de implantación del software libre no se hará efectiva la migración", añadió.
Otro de los problemas que presenta, según Martín García, es la interoperabilidad. Mientras no se haga efectiva la total implantación, para lo que hace falta mucho dinero, no se disponen de los escenarios que dan lugar a la comunidad. "Sólo podemos competir si compartimos los contenidos y colaboramos entre nosotros", aclaró este profesional pionero en clara alusión al sistema de reposición de contenidos que se utiliza en muchas administraciones y empresas, como es el caso de la Junta. "¿De qué sirve poner el software libre si luego se acota con los repositorios?", se pregunta el ponente que considera un error esta práctica. La Generalitat Valenciana se vale de una web donde los usuarios puede descargarse los contenidos, sin necesidad de pedir permiso (como así lo exigen los repositorios). "Tenemos una media de 6.000 bajadas, procedentes de todo el mundo, y sin que nosotros tengamos que traducir nada", añade García.
Álvaro Zabala, de la Secretaría de Innovación de la Consejería de Economía de la Junta de Andalucía, explicó que en su departamento se está impulsando con éxito una Plataforma de Servicios Geográficos Horizontales, lo que se denomina como un SIG corporativo. Su cometido es homogeneizar todas las herramientas que se manejan en los distintos departamentos con los que cuenta la Administración autonómica en las ocho provincias andaluzas. Pues la disparidad de formatos impide el flujo de información entre las diferentes áreas. Algo tan simple como que el historial médico de un paciente del Hospital Clínico de Granada se pueda consultar en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla es imposible aún, porque todavía no tienen el sistema Diraya implantado.
"La apertura de datos geográficos permite que la información se consuma con facilidad", defendió Zabala, quien reiteró que las barreras tecnológicas se solucionan también con el software libre.
En Valencia están a años de luz del resto de comunidades que todavía se gastan miles de euros en financiar los softwares privados a sus empleados. Para expandir el sistema a las demás consejerías de la Generalitat con un presupuesto 0, ahora están debatiendo la idoneidad de contratar a una empresa externa que sea la que efectúe la migración en vez de informáticos propios.
Fuente: Granada Hoy