miércoles, 9 de noviembre de 2011

Uruguay: Tres grupos privados controlan el 95,5% de la TV abierta y el 50% del negocio del cable

Tres grupos privados controlan a nivel nacional 95,5% del mercado de televisión abierta y 50% del negocio del cable
Por: Lourdes Rodríguez
En un país donde el medio cultural más utilizado es la televisión, los canales 4, 10 y 12 mantienen un "oligopolio audiovisual" basado en una red de medios de comunicación integrados mediante la propiedad directa, individual o colectiva, o el control por medio de acuerdos estratégicos. El tema es abordado en el estudio La televisión privada comercial en Uruguay: caracterización de la concentración de la propiedad, las audiencias y la facturación, promovido por la Fundación Friedrich Ebert y que será presentado el viernes.
La concentración del sector privado comercial de la televisión involucra a los grupos Romay (Canal 4), De Feo-Fontaina (Canal 10) y Cardoso-Scheck (Canal 12), y se manifiesta en la propiedad o en el control de frecuencia, facturación y audiencias. Según la investigación, realizada por Edison Lanza y Gustavo Buquet, en el mercado de tevé abierta la participación que estos tres grupos tienen en la audiencia y el porcentaje que obtienen sobre la facturación total significa el control de 95,5% del mercado a nivel nacional, lo cual significó una facturación de 82,5 millones de dólares en 2010.
De ese 95,5%, el poder de mercado que representan sus canales de televisión abierta en Montevideo es de 88,1%. En el mismo año, la facturación del mercado de tevé abierta y para abonados sumó 276 millones de dólares, de los cuales 170 correspondieron a estos tres grupos. Esto implica 61% de la facturación total de las más de 100 empresas de televisión del Uruguay.
Los tres grupos poseen frecuencias de tevé abierta y licencias para operar la televisión de abonados en Montevideo, son propietarios de estaciones y redes de tevé por cable en Colonia, Maldonado y Rocha, los principales mercados después del área metropolitana.

El trío
Los autores enfatizan que los tres grupos "operan como un cártel" controlando la totalidad de la televisión privada comercial y para abonados en gran parte del país. Asociados en la Red Uruguaya de Televisión Sociedad Anónima (RUTSA) proveen contenidos a los permisarios de televisión abierta del interior. De los 17 canales que forman parte de esa red, siete son propiedad de uno de los tres grupos y los restantes diez son de terceros, pero la programación es controlada por dichos grupos.
Según el informe, RUTSA aporta a estos canales toda la programación excepto una hora diaria que se reserva para la producción local y un informativo, también local. La programación enviada es con base en los contenidos producidos por el 4, el 10 y el 12 como los adquiridos en el exterior por cada uno de ellos. Además hay un informativo producido por RUTSA a las 13.00 y otro a las 21.00.
Como contrapartida, los canales del interior deben ceder dos de las cuatro tandas que se emiten por hora, pero en el informativo central las tandas son exclusivas de RUTSA. Esto determina que también "tengan el control de los avisadores nacionales", como las empresas públicas o las multinacionales, con lo cual, señalan los autores, los titulares locales deben recurrir, para su financiamiento, al "pequeño comerciante de carácter exclusivamente local", que es "extremadamente limitado".
Desde 1991, a través de Equital SA, estos tres privados constituyeron un monopolio en televisión para abonados, que luego fue "parcialmente limitado" por DirectTV y Cablevisión, éste ultimo del Grupo Clarín. Estos cinco sumados tienen 74% de los abonados a nivel nacional en un mercado con más de 70 empresas que proveen el servicio. En tanto, sólo los grupos correspondientes al 4, 10 y 12 concentran 75% del negocio en Montevideo, mientras que a nivel nacional tienen 50% del negocio. Los autores señalan que en muchos países este tipo de asociación está prohibida por las leyes antimonopolio.

La era digital
El grupo De Feo-Fontaina es el único hasta ahora que ha diseñado una estrategia para enfrentar el advenimiento digital mediante una alianza con Antel para ofrecer servicios convergentes de tipo triple play (servicios de datos, televisión y telefonía). Los autores entienden que la convergencia digital puede ser una oportunidad de diversificación si va acompañado de nuevos operadores comerciales, del fortalecimiento del sector público y el ingreso de actores sin fines de lucro. Al mismo tiempo sostienen que no alcanza con un decreto que regule la tevé digital, como ya se ha propuesto desde el gobierno, sino que es necesario una ley de telecomunicaciones que establezca reglas claras en el largo plazo.
La "excesiva concentración", analizan los autores, disminuye la diversidad de contenidos y con esto el beneficio de los consumidores. "Detrás de este concepto, más que consumidores se encuentra el concepto de ciudadanía. La televisión ayuda a formar los conceptos de convivencia mediante externalidades de educación, redes y ciudadanía", señalan. La tevé en nuestro país es el medio cultural más utilizado; 99,8% la consume habitualmente y lo hace en un promedio de 3,6 horas diarias. El 95% consume radio, 61%, internet y 37%, publicaciones periódicas. A su vez, 49% no lee libros, 59% no va al cine y 75% no asisten al teatro.
"El razonamiento es sencillo: si el valor de la audiencia media dividido entre los canales existentes es mayor que el valor de la audiencia minoritaria, los canales preferirán obtener su cuota de parte de la audiencia media a obtener el total de la audiencia minoritaria. Para llevar adelante esta estrategia comercial, todos los canales transmiten programas dirigidos a la audiencia media, lo que implica programas similares (duplicados) y por tanto una escasa diversidad. La consecuencia de este fenómeno es que se dejan sin satisfacer las preferencias de audiencias minoritarias", resumen los autores.


El pato verde
Los ingresos del grupo Tenfield -propietario de VTV- por la venta de servicios a TCC, Montecable, Nuevo Siglo y Multicanal son de 400.000 dólares por mes por el paquete básico y de unos 150.000 dólares adicionales por el premium. Esto, según el informe, significa unos 6,6 millones de dólares por año por venta de contenidos exclusivos que produce a partir de los derechos adquiridos a las federaciones de fútbol. Las cifras no contemplan su facturación por publicidad en las canchas ni las emitidas durante los partidos, ni por la venta de su señal a los cableros del interior y algunas tevés internacionales. Tenfield es un potencial permisario de televisión digital.
Además, Romay y De Feo-Fontaina son titulares de varias frecuencias de radios AM y FM. En tanto, la propiedad cruzada con medios escritos se redujo en la última década. El informe señala que la antigua alianza empresarial entre el 12 y El País se disolvió luego de que el grupo Cardoso-Pombo, accionistas de Disco-Gèant y Devoto, adquiriera la mayoría accionaria de Teledoce a la familia Scheck, que ahora es minoría. Los Cardoso-Pombo, se añade, son propietarios de Búsqueda, desde antes de asumir el control del medio televisivo.
Fuente: La Diaria