viernes, 4 de noviembre de 2011

Uruguay: La ley de medios debe regular más a los privados y potenciar a los sectores públicos y comunitarios

En el marco de la discusión del borrador de decreto sobre Televisión Digital Terrestre, el Portal de la Udelar dialogó con Gabriel Kaplún, director de la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación, y ex- integrante de la Comisión Nacional de Televisión Digital, para conocer los cambios que se avecinan y la participación de la Udelar en este proceso.

¿Por qué es necesaria una ley general que regule los servicios de comunicación audiovisual?
Nuestro país tiene un atraso importante en esta materia. La legislación que regula el sector de radiodifusión proviene de la década de 1970, de la dictadura militar, y necesita una gran actualización. La regulación actual de los medios de comunicación no se ajusta a muchos de los estándares internacionales que han ido produciéndose en estos años.
Existe además una regulación insuficiente o inadecuada de los medios de comunicación: por un lado medios de comunicación muy concentrados en el sector privado, una presencia muy escasa de los medios públicos, y una pequeña presencia del sector comunitario. Todo esto es un problema importante que necesita una nueva regulación.
Actualmente en el mundo los organismos internacionales especializados -UNESCO, OEA-, recomiendan para el equilibrio de los sistemas de comunicación la presencia de medios públicos, comunitarios y privados. Nuestro país está lejos de eso. La aprobación de la ley de radiodifusión comunitaria fue un pequeño avance que regularizó un sector que vivía en la semi-legalidad o clandestinidad. Esta ley, que es de 2007 y se está aplicando desde 2008, reserva un tercio del sector radioeléctrico para el sector comunitario. Existen algunas dificultades en la aplicación que deben ser atendidas en una legislación más global que contemple el conjunto de los medios. Un gran problema es el modo en que se adjudican las frecuencias de radio y televisión en Uruguay: algo poco transparente, poco equitativo y poco competitivo desde el punto de vista legal. Hasta el año 2008 las frecuencias se adjudicaban por la sola voluntad del Poder Ejecutivo, sin ningún otro mecanismo consultivo, sin un procedimiento claro y transparente. Desde 2008 existe un decreto que mejoró estos procesos, pero que deben estar en un marco legal más adecuado.
Otro problema es el alto grado de concentración dentro del sector privado: las dueñas de los medios son pocas empresas. La legislación actual no permite que alguien tenga hasta dos frecuencias en una misma banda, sin embargo se conocen muchos casos donde una empresa a través de distintos testaferros es dueña de varios medios de comunicación.
Los plazos de las adjudicaciones de frecuencia son otro problema. La actual legislación no establece plazos, son concesiones precarias y revocables, y en la practica son adjudicaciones eternas que nunca son revisadas.
Por otra parte faltan mecanismos de defensa para la audiencia que puede verse afectada por mensajes discriminatorios, el tipo de contenidos o publicidad engañosa. También faltan espacios para el área de la comunicación y la educación en los medios.
En el sector comunitario se han utilizado algunos buenos mecanismos. Las solicitudes de frecuencias son analizadas por un consejo honorario asesor -integrado por Oscar Orcajo y Alfredo Bouissa, representantes de la Udelar-, que realiza una audiencia pública donde la ciudadanía de una comunidad determinada puede opinar sobre las propuestas. Luego es el Poder Ejecutivo el que define.
La convergencia digital también nos llevan a pensar las cosas desde un punto de vista diferente. Es difícil distinguir la radio, la televisión, porque una misma plataforma nos sirve para distribuir diversos contenidos; Internet es el ejemplo más claro. Es por eso que durante las discusiones realizadas el pasado año se pensó ya no en una ley de radio y televisión, si no en una ley de servicios de comunicación audiovisual, una determinación más amplia que se está utilizado en varias partes del mundo.
Todo este conjunto de cosas nos indica que deberíamos tener una ley general que regule los servicios de comunicación.

¿Cómo debería ser dicha ley?
Por un lado debería contemplar una mejor regulación del sector privado comercial, y una potenciación más clara del sector público y del sector comunitario. Estas tres cuestiones en el marco de un equilibrio mayor de los tres sectores de medios. La nueva ley debe impulsar la diversidad, el pluralismo de medios de comunicación y desestimular o limitar la concentración de medios en pocas manos para cualquiera de los sectores.
Se deben incorporar elementos innovadores, la educación en medios de comunicación de los profesionales y de la ciudadanía en general; también se debe tener una concepción más clara de la educación en los medios, deben existir mecanismos de defensa de las audiencias (un ombusman de las audiencias).
Otra característica es contar con un nuevo marco institucional. Históricamente Uruguay no ha tenido un Ministerio de Comunicaciones o algo parecido. Existen distintos organismos (MEC, URSEC, ANTEL, MIEM) que actúan muchas veces descoordinados, con zonas de superposición, y finalmente el conjunto funciona bastante mal. La convicción que tenemos es que el marco regulatorio debería tener una previsión clara sobre quién diseña las políticas de comunicación. Debe haber un organismo que cumpla esta tarea. Por otro lado debe existir un organismo que cumpla funciones regulatorias claras, algunos creen que podría ser la URSEC. Deben existir también mecanismos claros de participación social; en la ley de radiodifusión comunitaria se contempla este mecanismo.

¿Qué papel debe jugar la Udelar en la redacción de dicha ley?
La Universidad ha hecho distintos aportes. Durante 2010 funcionó el Comité Técnico Consultivo convocado por el gobierno para discutir las bases de la ley. En ese organismo el gobierno prefirió que la participación sea a titulo personal: eramos claramente representativos pero no representantes. En ese período se activó mucho la Coalición por una Comunicación Democrática que venía trabajando desde hace un tiempo sobre esta temática y que nos realizó muchos aportes. La Udelar a través de la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación (Liccom) integra esta coalición, y por esa vía hemos tenido un aporte fuerte.
La Udelar ha mostrado que quiere y puede aportar mucho. El papel que puede tener es el de una institución que tiene mucha investigación, gente con experiencia y saberes acumulados sobre el tema en varias áreas: el derecho, la tecnología y la comunicación.

¿Qué sucedió con la Comisión Nacional de Televisión Digital, que la Universidad de la República integró en 2007?
En aquel momento integramos la comisión los profesores Domingo Russi y Juan Mártony de la Facultad de Ingeniería, Carlos Delpiazzo de la Facultad de Derecho, y yo por la Liccom. Por entonces se dejó claro que la norma técnica que el país iba a elegir no era tan importante, sino el marco regulatorio que iba a tener en materia de televisión digital. En agosto del mismo año el gobierno decidió que lo importante era elegir la norma técnica y la comisión dejó de funcionar.

¿Existe la posibilidad de que la Udelar cuente con una señal?
Sí, pero depende de muchas cosas. En la situación actual, mientras la televisión digital no se desarrolle, existen dificultades de disponibilidad de espectro. En un decreto de 2008 se realizó una reserva provisoria de espectro, que fue reflejada en un reciente borrador del gobierno concediendo a la Udelar la posibilidad de aspirar a una frecuencia. Se reservan seis canales para el sector público, siete para el sector comercial, y siete para el sector comunitario.
La televisión digital ofrece cuatro posibilidades: 1) Televisión de alta definición 2) Multiplexación, que consiste básicamente en la optimización del espectro de modo que en un mismo canal pueden emitirse varias señales. A los efectos del televidente es lo mismo que varios canales que tienen contenidos distintos, pero el emisor puede emitir varias señales con una misma antena y un mismo transmisor 3) Servicios interactivos, donde la televisión se parece un poco más a Internet, se puede acceder a información sobre el clima, el tráfico, realizar compras a distancia, etcétera 4) Movilidad, esto es la posibilidad de que los dispositivos móviles reciban señales de televisión, un celular por ejemplo.
Estos cuatro elementos pueden desarrollarse a la vez, o solo alguno de ellos. La experiencia mundial demuestra que algunos países han optado por elegir televisión en alta definición, en otros lugares se ha optado por tener más señales con una calidad similar a la actual. En Japón se desarrolló la movilidad, Estados Unidos prefirió la alta definición, Europa se inclinó por la multiplexación, y en Brasil están interesados en la interactividad.
Al usuario las señales le llegarán de la misma manera que le llegan hoy, sin cableados: es televisión digital terrestre y abierta. Actualmente Uruguay utiliza la banda de VHF (Very High Frequency) y pasaría a utilizar la banda de UHF (Ultra High Frequency). Las reservas que se están haciendo son canales del 20 al 40.
Los canales pueden llegar a tener hasta seis señales, aunque lo recomendable en Uruguay que tiene seis megahercios, sería tener hasta cuatro señales. Pero las combinaciones son múltiples: puede haber un canal que opte por emitir todo el tiempo en alta definición y entonces tiene una única señal; pueden existir otros que utilicen cuatro señales o hasta seis con una definición estándar. También existe la posibilidad de emitir parte del horario en alta definición, y luego multiplexar la señal. Hay múltiples combinaciones posibles.
En principio existe solo un borrador de decreto. Si se mantienen algunos aspectos centrales sobre los que parece haber consenso, por ejemplo seis canales para el sector público reservándose dos en Montevideo para la Intendencia Departamental y Televisión Nacional, existiría la posibilidad de que la Universidad, si está interesada, solicite un canal.
En mi opinión, la Udelar debe plantearse ahora esta posibilidad, ya que la limitación de espectro no va a existir. Además nuestra casa de estudios está cada vez en mejores condiciones para tomar una decisión de este tipo. Hace unos años apoyó un proyecto de televisión del PIT-CNT: se formó un equipo de trabajo multidisciplinario con integrantes de distintos servicios, pero luego aquel proyecto no encontró espacio de frecuencia. En ese momento la central obrera le planteó a la Udelar un proyecto interesante, donde también participaban otras organizaciones, y que sienta un precedente muy interesante.
Vale la pena que la Universidad comience a pensar seriamente en esto. Muchos países tienen televisoras universitarias con distintas característica, tanto para la producción, la difusión de ciertos contenidos como para generar muy buenas experiencias en lenguaje televisivo. Si se aprueba el decreto, el apagón tecnológico sería en 2015 y la adjudicación de frecuencia se realizaría desde 2012, es decir que tenemos un tiempo para reflexionar.
Fuente: UDeLaR