Por: Julieta Nassau
Comenzaron a trabajar juntos en Canal 13, se consagraron en Telefe y ahora apuestan por su propia señal.
Foto: Sebastián Rodeiro
"¿Hacemos algo divertido o vas a hablar en serio?", pregunta Claudio Villarruel, sentado con sus llamativos pantalones rojos junto a su socia de hace doce años, Bernarda Llorente, en su oficina dentro de la productora ON TV, donde nació el canal 360 TV, que hace dos semanas comenzó a transmitirse. Así, entre lo relajado y lo urticante se desarrolla la entrevista con La Nación, donde hablaron de la relación entre ellos, de la transición entre Telefe y su propia señal, y del vínculo con la empresa cercana al Gobierno que financia la señal, Electrongeniería.Los rodean recuerdos de su década en Telefe, el canal cuyos hilos manejaron hasta la intempestiva salida a fines de 2009, y con el que tuvieron un fuerte cruce cuando levantaron Caín y Abel, un producto de ON TV. Premios, fotos, recortes de diarios y hasta un VHS con "lo mejor de Videomatch " se combinan con merchandising de 360 TV. Villarruel no despega la vista de su monitor, donde la página de Twitter lo tiene cautivo desde que decidió ingresar a esa red, a pesar de ser "un rotundo opositor" de la herramienta, e incentivado, en parte, por el hijo de Llorente. "Competimos a ver cuántos seguidores gano por día", señala el productor e intenta recolectar estrategias para conseguir usuarios que lo lean. Llorente se mantiene ajena al mundo virtual, aunque relojea el monitor, sobre todo antes de que su socio ponga "enviar" después de pensar y releer detenidamente los 140 caracteres. Así son: él es el verborrágico y de alto perfil, y ella, la más centrada y contundente.
"Nosotros cuando nos fuimos de Telefe pensamos que no íbamos a programar más un canal, porque nos parecía una etapa superada", comienza a contar Llorente y confiesa que se rindieron ante el rigor que garantizaba "un desafío muy interesante": "Estábamos acostumbrados a trabajar para grandes audiencias y para estructuras ya formadas y esto era de repente empezar a incursionar en algo que nadie conoce".
Todo surgió en un encuentro con los empresarios de Electroingeniería a fines del año pasado. En febrero se puso en marcha el proyecto, con el soporte técnico de Endemol, y el jueves 17 de agosto último salió al aire, en la frecuencia 2504 de la Televisión Digital Abierta (TDA) y por Internet. "Este concepto de '360' tiene que ver no sólo con que abarca todas las plataformas, sino también porque es un canal en el que pueda convivir gente ya consagrada con gente nueva, de pensamientos disímiles, donde pueda convivir el humor con el periodismo", explican sobre la señal que tiene entre su programación, a personajes como Víctor Hugo Morales, María Julia Oliván, Miguel Angel Rodríguez, José Pablo Feinmann, y Juan Alberto Badía, que regresó a la pantalla chica después de una intensa lucha contra el cáncer.
Si bien el dúo Villarruel-Llorente fue sinónimo de Telefe aún después de que decidieron bajarse de esa "Fórmula Uno", como ellos lo llaman, su relación en realidad nació en Canal 13. Allí compartieron la producción de Imagen de radio, de Juan Alberto Badía, cuando aún no sabían si plantar espárragos, inventar juguetes o ponerse una productora, según cuentan con picardía, nostalgia y complicidad. 360 TV los vuelve a ver junto a "Beto", que es, además, hermano de su sucesora en Telefe, Marisa Badía.
¿Cómo vivieron este reencuentro con Juan Alberto Badía?
Llorente: Es un lujo. Encontramos a Juan Alberto en un momento de una gran sabiduría en lo personal y en lo profesional. En el modelo de canal que estamos construyendo, él era como un componente muy importante de muchas cosas que queríamos significar. No sabíamos si tenía ganas de trabajar y cuando nos dijo que sí y se entusiasmó, para nosotros fue realmente genial. Y verlo ahora, que está con todas las pilas, con esa vitalidad y esa fuerza, para nosotros es muy importante. Porque además su opinión es muy importante para nosotros. Siempre nos ha quedado esta cosa de maestro- discípulo.
¿Cómo fueron formando el equipo que ahora está al aire?
Villarruel: Los honorarios que cobra Víctor Hugo [Morales], Bonadeo, Sietecase, Darío Villarruel en la televisión abierta, te diría que es el 10% de lo que cobran. Como sabíamos eso y no queríamos hacerle perder el tiempo a nadie, los llamamos y les preguntamos si se querían sumar. Era como volver a la televisión de antes: en una reunión se definía todo, no era que teníamos que ir con un representante y negociar el dinero. Acá hay una inversión a largo plazo y todos entendieron que era el primer paso a la televisión que viene. Nadie nos dijo que no, salvo por cuestiones de agenda, como [Daniel] Tognetti o Matías [Martin], que nos decían «El año que viene estamos». Después de tantos años de laburar en esta "Fórmula Uno" te transformás en un contenedor de egos; ahora decidimos laburar tranquilos, con gente que nos respete y que respetamos profesionalmente. Eso fue lo más gratificante de todo.
¿A quién mas les gustaría tener?
Villarruel: A [Diego] Capusotto. Me parece que es un humorista que tiene una conexión con un tipo de humor que me encanta, casi surrealista y atroz. Me gustaría tener a mucha gente: Beto Casella, [Gerardo] Rozin, por ejemplo, creo que están en su mejor momento. Acá todos tienen la posibilidad de probar cosas que en los canales de aire por cuestión de rating no se puede hacer. Queremos buscar nuevos lenguajes, tratar de quebrar ciertas lógicas. Nosotros cuando nos fuimos de Telefe dejamos Ver para leer, los cortos, y fueron. Vamos a tratar de hacer todo lo que nos gusta hacer y testear con la gente a ver qué onda. La esencia de este canal fue que no se transforme en un canal de cultura porque la cultura a veces es discriminatoria. La idea es que sea un canal generalista y tener los mejores profesionales de cada área que puedan bajar al discurso llano las cosas que parecen totalmente inabarcables.
¿Cuáles fueron las repercusiones de los primeros días de transmisión?
Llorente: Mucho más impresionantes de lo pensado. La verdad que el canal ha tenido una repercusión enorme, mucho más que las posibilidades reales técnicas de verse. Hoy todavía la gente no sabe qué es la Televisión Digital Terrestre (TDT) ni cómo se accede. Además, la cantidad de gente que se puede prender por Internet a ver televisión es un fenómeno que nos sorprendió. Eso sí es un cambio de habito. La lección es que es mucho más importante el contenido que la plataforma.
¿Cómo van las negociaciones para salir por cable?
Villarruel: Las que son cooperativas del interior ya lo pidieron. Porque realmente tenemos un diferencial, que no sabría decirte bien cuál es. Creo que tiene que ver con un nicho que sabíamos que existía, que era como un volver a las fuentes de la televisión, donde vos no le das todo masticado a la gente sino que informás y la gente saca sus conclusiones. Es como una televisión con mucho rigor y con mucha seriedad pero que no deja de ser entretenida. También estamos hablando con Telecentro y DirecTV.
¿Cómo surgió el contacto con Electroingeniería?
Llorente: Yo fui a una cena donde estaban Osvaldo [Acosta] y Gerardo [Ferreyra, ambos dueños de la compañía] y de casualidad me tocó estar sentada al lado de Gerardo. Ellos ya tenían la idea de tener un canal y nosotros estábamos viendo un poco todas estas propuestas que salían de canales de baja frecuencia y nos parecía interesante tener una señal más chiquita y temática. Estuvimos hablando entusiasmados porque teníamos un interés en común. Ahí Gerardo me propuso al final de la cena si nos podíamos encontrar con Claudio.
Villarruel: Le preguntamos cuándo y nos dijeron "Mañana". Fue genial. Descubrí dos coterráneos, son cordobeses como yo, y dos empresarios con una simpleza y una actitud que dije "Yo quiero laburar con estos tipos".
¿Cómo se enfrentan al prejuicio de que 360 TV es un canal kirchnerista?
Villarruel: El marido de Bernarda fue canciller durante ocho años en este gobierno [N. de la R.: el ex ministro de Relaciones Exteriores Jorge Taiana]. Pero pensamos de otra manera con Bernarda. No mezclamos las cosas. Me han dicho tantas cosas, y ahora que me metan en un "panorama de los medios k". La verdad que estamos haciendo un canal increíble, totalmente inclusivo. La verdad que no me molesta para nada.
¿Hay alguna bajada de línea?
Villarruel: No, cero.
Llorente: Además, ¿qué es ser un canal K? Es como intentar estigmatizar un canal por sus dueños. Yo pregunto: ¿quiénes son los dueños o los accionistas de los otros canales? ¿Quién resiste una vara absolutamente acrítica? ¿Quién resiste un archivo? Creo que ellos resisten y los dueños de los medios en este país pocos lo hacen. Siempre hay accionistas atrás de un medio, lo único importante es cuánto influye un accionista para cuestiones estrictamente de negocios en un medio. Y lo que yo te puedo asegurar es que Electroingeniería no está tomando este canal como un fin para su empresa. Ellos realmente creen en una comunicación distinta, democrática y poder aportar desde ese lugar a la construcción de un debate y de un país distinto. Y en eso yo coincido.
Villarruel: Yo siempre digo que en la Argentina hay muchos hombres de negocios y pocos empresarios. Los hombres de negocios van y vienen, hacen negocios con todos. Estos [Acosta y Ferreyra] son empresarios y empresarios con ideología, y eso es lo que más me gustó, que coinciden mucho en lo que pensamos nosotros respecto del rol que tiene una empresa en una sociedad. Tuvimos muchas propuestas y elegimos trabajar con ellos porque estamos convencidos de que con empresarios como ellos, que hoy le dan laburo a 250 personas, el país sigue saliendo adelante.
Se dijo que el canal no debería estar al aire porque todavía no se realizó la licitación del Gobierno. ¿Cuál es su versión?
Villarruel: Justamente, ellos dos han invertido bastante dinero en dos personas que tenemos trayectoria en los medios, y confían en que cuando salga la licitación, de los 100 canales con fines de lucro que van a licitar (de los 200), nos den uno. Nosotros le presentamos el proyecto a la TDT, que es el espacio que tiene el Estado, les gustó y lo pusieron al aire.
Llorente: Además hoy somos una señal. Las señales de cable no han sido señales licitadas, los dueños de los cables han puesto las señales más o menos arbitrariamente, o de acuerdo a sus intereses. Una señal no exige una licitación. Si nos dan una frecuencia sí, son otros términos.
La vida después de Telefe
"Cuando tomamos Telefe dijimos «A los 10 años nos vamos, si llegamos». Y llegamos bien, creo que ese fue el mejor año en términos de rentabilidad y de rating. Un día hablando con Bernarda dijimos «Es una señal», ya eran diez años. La decisión la tomamos en un par de meses. Se lo planteamos a la gente del canal y la verdad que fue bárbaro, nos entendieron. Nadie entendía nada, irnos después de diez años de liderazgo, pero ya estaba, la gestión nos iba matando." Así recuerda Villarruel su salida del canal que los vio crecer y consagrarse como dos íconos de la programación televisiva.
¿Cómo vivieron, desde adentro, el cambio de la televisión en los últimos años?
Llorente: En lo personal, si de algo podemos estar orgullosos es que en nuestra gestión en Telefe, nunca fuimos sólo por el rating. Obviamente teníamos muy claro que nosotros teníamos un legado, el liderazgo, y sabíamos que parte de nuestro deber profesional era dejarlo líder, cosa que conseguimos por diez años ininterrumpidamente. Pero más allá de ese marco, siempre dijimos, y creo que en eso fuimos coherentes, que no queríamos hacer la televisión que podíamos sino la que queríamos. Y con toda humildad, creo que en pudimos poner un sello de para dónde íbamos y qué nos interesaba. Mucha gente nos dijo que hacíamos locuras y demás, pero nunca perdimos el objetivo de tener a la televisión como una herramienta de transformación y poder plantear cosas que nos hicieran pensar algunos temas.
¿Cómo quedó la relación con el canal después de los levantamientos de Secretos de amor y Caín y Abel?
Villarruel: Nosotros tenemos un acuerdo con ellos. La verdad que la situación de Caín y Abel a mí no me gustó, pero el contrato sigue vigente y vamos a seguir haciendo cosas juntos. Pensamos al principio que íbamos a tener cierta deferencia después de diez años de darle rentabilidad al canal, de haberle llevado el primer Emmy y de haber puesto en Montecristo a una protagonista hija de desaparecidos y recuperar cuatro hijos. Esperábamos otro trato de una sola persona, que no voy a decir quién es, pero es una sola persona que no tiene el espíritu ni la mística que tenía Telefe.
¿Cómo lo ven desde afuera?
Villarruel: No me gusta opinar de algo donde estuvimos nosotros. Creo que Tomás [Yankelevich, el nuevo director de programación] tiene que encontrar el rumbo que él quiere. Nosotros quisimos poner una marca que tiene que ver con la televisión como herramienta social, y él tiene que encontrar su camino, como nos costó a nosotros uno o dos años. Pero no me gusta hablar de Telefe porque hubo muchas cosas que pasaron el año pasado, se desvinculó a mucha gente. No hay un buen clima, entonces prefiero no echar leña al fuego.
¿Qué miran en televisión?
Villarruel: No estoy viendo mucha televisión abierta. Ahora estoy redescubriendo la tele, viendo otras cosas, algunas series, pero no me puedo concentrar mucho en algo continuado. Me estoy enganchando con los programas periodísticos, para analizar la fauna politica que tenemos.
¿Y cuál es la conclusión?
Villarruel: Que sólo se ven unos, de un lado solo. Hay una falta de preparación en muchos, no en todos, pero me gustaría ver mucha más gente, que está diez veces más preparada que las mismas figuritas que están en todos los canales y que aparte no tienen representatividad. A veces parece que llevan a los políticos como muñecos para que digan lo que el periodista no se anima a decir. Me parece que mientras aparezcan siempre los mismos, el mensaje se va devaluando y ya no son más sujetos políticos sino sujetos mediáticos.
¿Qué rol va a tener 360 en esta situación?
Villarruel: Acá va a estar abierto para todos.
Villarruel: No me gusta opinar de algo donde estuvimos nosotros. Creo que Tomás [Yankelevich, el nuevo director de programación] tiene que encontrar el rumbo que él quiere. Nosotros quisimos poner una marca que tiene que ver con la televisión como herramienta social, y él tiene que encontrar su camino, como nos costó a nosotros uno o dos años. Pero no me gusta hablar de Telefe porque hubo muchas cosas que pasaron el año pasado, se desvinculó a mucha gente. No hay un buen clima, entonces prefiero no echar leña al fuego.
¿Qué miran en televisión?
Villarruel: No estoy viendo mucha televisión abierta. Ahora estoy redescubriendo la tele, viendo otras cosas, algunas series, pero no me puedo concentrar mucho en algo continuado. Me estoy enganchando con los programas periodísticos, para analizar la fauna politica que tenemos.
¿Y cuál es la conclusión?
Villarruel: Que sólo se ven unos, de un lado solo. Hay una falta de preparación en muchos, no en todos, pero me gustaría ver mucha más gente, que está diez veces más preparada que las mismas figuritas que están en todos los canales y que aparte no tienen representatividad. A veces parece que llevan a los políticos como muñecos para que digan lo que el periodista no se anima a decir. Me parece que mientras aparezcan siempre los mismos, el mensaje se va devaluando y ya no son más sujetos políticos sino sujetos mediáticos.
¿Qué rol va a tener 360 en esta situación?
Villarruel: Acá va a estar abierto para todos.
Fuente: La Nación