"Tenemos indicios claros de quiénes son los que se anuncian como sicarios, también hay evidencias del origen de las llamadas y correos electrónicos, las autoridades tienen la responsabilidad de actuar", indicó la también activista, quien ha denunciado las redes de prostitución y de pornografía infantil en México.
Recordó que varios periodistas han sido asesinados (entre ellos Milo Vega, quien fue masacrado con su familia en el estado mexicano de Veracruz) "luego de recibir amenazas muy similares", aunque fueron desestimadas por las autoridades y por quienes las recibieron. Se creía que "quienes avisan no asesinan, pero eso ha cambiado", señaló Cacho.
Aunque hay miles de personas en situaciones de violencia muy graves en México, explicó que los expertos que analizaron las amenazas que recibió la semana pasada y la forma en que fueron enviadas le pidieron que las "tome muy en serio y asuma todas las medidas pertinentes".
La periodista afirmó que no pide nada especial para ella, solo que las autoridades cumplan con la labor que les corresponde "ante quienes prometen torturarme y ultimar mi vida en venganza por revelar los nombres de tratantes de niñas y mujeres".
"No tengo la menor intención de dejar de hacer periodismo y de trabajar en la defensa de los derechos humanos, pero tampoco quiero perder la vida o arriesgarla sin las precauciones necesarias", precisó.
Por su parte, la organización civil británica Article 19 emitió una alerta para denunciar la falta de una respuesta por parte del Estado mexicano ante las amenazas en contra de Lydia Cacho. La agrupación detalló que el pasado 14 de junio Cacho recibió amenazas vía telefónica y por correo electrónico, hechos que evidencian el riesgo y los patrones de persecución y vigilancia, aunque no ha habido una respuesta efectiva del Estado.
Desde 2005, Cacho ha sido amenazada después de que publicó el libro "Los Demonios del Edén, el poder que protege a la pornografía infantil", en donde reveló la existencia de una red de explotación sexual y pornografía infantil que operaba bajo la protección de políticos y empresarios.
Por estas denuncias, Cacho fue víctima de acoso judicial, tortura y numerosos abusos de poder, que fueron revelados en un nuevo libro titulado "Memorias de una infamia", recordó el organismo civil.
Asimismo, ha divulgado información precisa sobre la trata de personas, el crimen organizado, narcotráfico, violencia de género y la corrupción oficial, en su columna periodística y en otros textos.
En su libro "Esclavas del poder, un viaje al corazón de la trata de mujeres y niñas en el mundo", Cacho dio a conocer nombres de diversos grupos criminales y de funcionarios públicos con redes de delincuencia organizada, que no "han sido investigadas ni perseguidas por el Estado mexicano", señala Article 19.
La organización pide al Estado mexicano cumplir con las medidas de protección para garantizar la integridad física de la defensora de los derechos humanos.
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Fuente: Agencia EFE