Por: Rodolfo Barros
El Gobierno invitó a empresarios de medios y telecomunicaciones al lanzamiento de una licitación para más de 200 señales de televisión abierta. Es la primera vez desde 1958 que el Estado abre la posibilidad de que se incorporen nuevos competidores en este mercado que en ese lapso sufrió privatizaciones y estatizaciones cíclicas, y que el año pasado facturó por publicidad $ 4.834 millones.
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La invitación girada desde las oficinas del presidente de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA), Gabriel Mariotto, a las que tuvo acceso Perfil, y que luego fueron confirmadas por su secretaria, sorprendió a buena parte de los ejecutivos y analistas del sector de medios, ya que, si bien corrían versiones sobre el concurso, se adelantó para el martes próximo, cuando se estimaba para julio, mes para el que la Comisión Nacional de Comunicaciones (CNC) pensaba terminar el plan técnico necesario para avanzar en la licitación.
Las fuentes coincidieron en que el apuro gubernamental se debe a que, en algunos casos, varios empresarios cercanos al círculo K demandan la entrada a este segmento o, en otros, el propio Gobierno les pidió que inviertan en el negocio de los medios. Además el apuro tiene en cuenta que el proceso durará unos 180 días. Los ex Telefe Claudio Villarruel y Bernarda Llorente trabajan desde hace unos meses en el lanzamiento de una señal, un start up financiado por Electroingeniería, la empresa que conduce Gerardo Ferreyra, de estrecha relación con el secretario Legal y Técnico, Carlos Zannini. Ese grupo ya cuenta, entre otras licencias de medios, con Radio del Plata.
El dueño de la mayoría de los casinos, Cristóbal López, que se sentó a negociar con Daniel Hadad la adquisición de algunas de sus emisoras, está dentro del grupo de interesados en quedarse con una señal en Buenos Aires.
También Sergio Szpolski, que desde hace meses pregona que quiere que su señal CN23, que transmite por un canal facilitado por el Gobierno sin concurso previo, quiere convertirse en un canal abierto.
Pero no habrá lugar para todos. Quienes tuvieron acceso a los borradores de los pliegos aseguran que el Gobierno licitará cuatro señales en la Ciudad de Buenos Aires. Dos de ellas se licitarán para sociedades con fines comerciales y las otras dos entre sindicatos y ONGs, que acceden a las frecuencias por primera vez tras la sanción de la nueva Ley de medios.
Además, para el caso de los que se concursan entre las empresas, sólo uno de los canales será de alta potencia. Gracias a la digitalización, esa señal puede dividirse en cuatro.
Mariotto y Zannini. Impulsan los pliegos que interesan a empresarios que editan la realidad oficial |
Pero el llamado a competir por los canales de televisión puede nacer cuestionado. De acuerdo al articulado de la nueva Ley de Medios, la AFSCA debería haber concluido el censo de medios que le permitiría tener un mapa de la ocupación del espectro y así llamar a competir en los lugares de baja ocupación. El consejo federal que asesora al organismo debería haber llamado a una consulta pública, entre otras cuestiones. Hay dudas, además, de que la AFSCA cuente con los recursos para procesar un concurso nunca antes hecho.
Se necesitan reglas de juego claras
Por: Martín Becerra*
La implementación del programa de televisión digital terrestre (TDT) por el Gobierno tiene dos caras. Por un lado, comenzó facilitando por primera vez en la historia argentina el acceso de la población de menores recursos a un medio de comunicación vía distribución de decodificadores, pero uno de sus aspectos más cuestionables es la discrecional asignación de señales. La presencia en la grilla de la televisión digital de señales de cable que no se sometieron a concurso público (CN23, de Sergio Spolski o C5N de Daniel Hadad) resulta contradictoria con la letra de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual (Ley SCA).
En efecto, la convocatoria a concursos públicos es una exigencia de la Ley SCA para otorgar licencias (art. 32). Si bien la ley fue escrita mirando el espectro analógico de medios, la digitalización de la televisión (ahora) y de la radio (más adelante) requiere de su adaptación al nuevo escenario tecnológico.
Claro que para realizar concursos se precisa un plan técnico que indique qué porciones del espacio serán cubiertas con las señales, se necesita establecer en el caso de la TDT la gratuidad de las prestaciones, y se requiere que al menos un tercio de las licencias a concursar tengan como destinatarios a organizaciones sin fines de lucro. Dada la mayor eficacia de la TDT para aprovechar el ancho de espectro que ocupa la televisión analógica, es menester aclarar si los licenciatarios de TV digital podrán explotar una parte o la totalidad de las señales que pueden funcionar en cada canal digital, y si estas distintas señales serán computadas (o no) a la hora de controlar el tope de concentración fijado por ley.
Pero además es la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA) la encargada de sustanciar los concursos para adjudicar las licencias. Este punto, central en todo concurso público, se prestará a controversia en el contexto de polarización actual: la AFSCA está integrada exclusivamente por el oficialismo, mientras que la oposición parlamentaria ha boicoteado su integración, vaciando así de contenido su retórica republicana.
El desarrollo de la TDT y su impacto social serán potentes en la medida en que sus señales se concursen en procesos legítimos con auditoría política y social y con jurados competentes en la materia. Es decir, con reglas de juego claras.
*Universidad Nacional de Quilmes / CoNICET
A precios de costo, Moreno vende LCDs con decodificadores
Por: Sebastian Iñurrieta
El primer impulso que recibió la televisión digital terrestre (TDT) fue de la mano del Mundial de Fútbol Sudáfrica 2010. A duras penas el Gobierno logró ponerla en marcha a tiempo y repartir gratis una tanda de set top box, el decodificador para sintonizarla. Bajo el diseño del secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, el Gobierno vuelve a usar el deporte preferido por los argentinos. En la antesala de la Copa América, Cristina Kirchner anunciará el martes el plan Televisión para Todos, con el que pretenden colocar en el mercado, a través de retailers, unos 150 mil LCD de 32 pulgadas (el modelo más comercializado) a apenas $ 2.700 a pagar en sesenta cuotas a través del financiamiento del Banco Nación.
Moreno se reunió con los principales fabricantes |
Hoy hay dos marcas en el mercado con televisores que incorporan el set top box: Coradir y TCL.
Perfil pudo conocer que las cadenas de electrodomésticos ya encargaron partidas de ambos productos pero no serían suficientes. Para el resto se formaría una especie de combo que incluirá el LCD más el conversor aparte. “Estamos vendiendo a precio de costo, con esto no gana nadie, pero nos sirve para popularizar la TV digital”, confesó uno de los fabricantes.
Como ocurre con el reparto gratuito de los set top box, tendrán prioridad –en este caso de compra– los jubilados y beneficiarios de planes sociales. El año pasado, el Gobierno licitó la compra de 1,2 millones de decodificadores. Osvaldo Nemirovsci, que preside el Consejo Asesor de TDT, informó el mes pasado en su blog que hasta ese momento se “llevan distribuidos casi 400 mil conversores”. Una cifra muy baja teniendo en cuenta las primeras proyecciones oficiales, que hablaban de ese número para antes de que terminara el Mundial.
Hay solo 21 licenciatarios en todo el país
Aunque "histórica", critican la decisión de Cristina de licitar 200 canales de TV
Nunca antes se entregaron tantos permisos. Especialistas y ejecutivos de medios creen que el Gobierno no tiene recursos para garantizar un concurso transparente
Por: Rodolfo Barros
Especialistas en derecho de la comunicación y empresarios y ejecutivos de multimedios grandes y pequeños coincidieron en calificar de “histórica” pero difícil de lograr con transparencia la decisión del Gobierno de lanzar un concurso para entregar más de 200 nuevas licencias de canales de televisión abierta, que se distribuirán entre las principales ciudades del país.
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El anuncio de la licitación era esperado desde hace meses por dueños de medios paraestatales, cuyos planes de negocios se apalancan en la distribución arbitraria de la publicidad oficial, y empresarios cercanos al Gobierno que tratan de hacerse un espacio en el negocio de la comunicación masiva o desean ampliarlo.
Era un secreto a voces en el mundillo de la producción televisiva, pero hasta el jueves a la noche fuentes de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA), que conduce Gabriel Mariotto, negaban que se estuviera trabajando en ello. El viernes la versión cambió. Fue luego de que este medio confirmara que desde las oficinas de Mariotto se distribuyeron invitaciones para el acto.
“En este significativo evento se abrirá la licitación para más de 200 señales de TV Digital”, se informó por escrito a los invitados que asistirán al anuncio en el que Cristina Kirchner hará lo que los presidentes Raúl Alfonsín, Carlos Menem y Fernando de la Rúa no hicieron: sumar competidores en un mercado que el año pasado facturó por publicidad $ 4.800 millones.
También será la primera en lanzar una licitación de esta magnitud. Es que en la actualidad hay sólo 21 licenciatarios privados de canales abiertos en todo el país. Si bien el Gobierno está desplegando la red de televisión digital –una tecnología que logra meter a varios canales de televisión en el mismo espacio que ocupa un canal analógico–, es adjetivado como astronómico concursar 200 señales de una sola vez y terminarla en 180 días para entregar los permisos antes de fin de año, como se proponen en el Gobierno.
Mariotto. Más atento a la campaña que en poner la lupa sobre los "medios concentrados", ayer fue figura en un acto del partido oficial en Morón junto a ministros y funcionarios jóvenes |
También falta un plan técnico, como pide la Ley. La responsabilidad de terminarlo es del crónico interventor de la Comisión Nacional de Comunicaciones (CNC), Ceferino Namuncurá. Técnicos del organismo trabajaban el viernes en los detalles.
“La CNC y la AFSCA están obligadas por un decreto de 2001 a hacer ese plan técnico. Nunca lo hicieron y ahora parecen todos apurados. Parece que con este llamado, el Gobierno pretende hacer actos de hecho a los que luego le buscará la legalidad”, afirmó Alejandro Pereyra, ex director de ComFeR y asesor de Margarita Stolbizer que no cree que la AFSCA cuente con los recursos para encarar un concurso que multiplicará por diez la cantidad de duelos de canales.
Fuente: Diario Perfil