En el encuentro, los trabajadores de radio, televisión y medios gráficos plantearon al presidente de la entidad, que nuclea a los propietarios de medios de comunicación de Iberoamérica, las restricciones a la libertad de expresión que surgen del manejo oligopólico de la producción de papel de diario, por parte de los grupos Clarín y La Nación.
"En la Argentina existe persecución sindical en Clarín, censura previa al periodista Marcelo Almada por parte de Cablevisión, canales de televisión que no pueden figurar en la grilla de programación del grupo, que además no cumple con la ley de Servicios de Comunicación Audiovisual e impide la libre circulación de las ideas", resumió Cynthia Ottaviano, editora del diario Tiempo Argentino.
La periodista, junto a su colega Juan Alonso, efectuaron el año pasado una investigación que concluyó en una causa judicial que investiga la apropiación irregular de Papel Prensa por parte de los diarios Clarín, La Nación y La Razón y, cuyo dictamen de la fiscalía -caratulado delito de les humanidad- fue acercado también al titular de la SIP.
El encuentro, realizado en el Hotel Intercontinental, incluyó también la entrega del texto de una solicitada firmada por más de mil trabajadores de la comunicación, representantes de la cultura y docentes e investigadores de la comunicación social que publicó el martes Tiempo Argentino, ante la visita de la SIP al país.
"No leí la solicitada, pero formará parte de nuestro informe", admitió el empresario guatemalteco que destacó puntualmente la derogación de la ley que penaliza el delito de calumnias e injurias, que el gobierno Nacional sancionara en 2009, que definió como "uno de los pasos más importantes que se dieron en estos tiempos".
Ante una pregunta del periodista Víctor Hugo Morales, respecto de si la Argentina es el único caso en el mundo en donde dos grupos mediáticos como Clarín y La Nación monopolizan la producción y distribución del papel para diarios en la Argentina, como Papel Prensa, Marroquín admitió que no conocía "otro país donde ocurra lo mismo".
El funcionario, tras aceptar que Clarín y La Nación son los socios mayoritarios, agregó: "y el Gobierno", momento en que se le aclaró que es el Estado argentino, y no el gobierno, quien posee el 27 por ciento de las acciones.
"Yo no participaba, pero estamos en el mismo espíritu", fue la respuesta ante la pregunta de Nora Anchart (Radio Nacional) sobre si la SIP mantendría la misma línea que en 1978 cuando visitó la Argentina y denunciaba el "pacto entre la dictadura y los que tenían el papel a cambio del silencio ante las desapariciones y las torturas".
"¿Están al tanto que una fiscalía federal dio un dictamen que pide investigar al CEO de Clarín, Héctor Magnetto y al de La Nación, Bartolomé Mitre, que integran la SIP, por delitos de lesa humanidad en la causa que investiga la apropiación ilegal de Papel Prensa?", inquirió Juan Alonso, editor de Tiempo Argentino.
"Estamos enterados, vamos a dar opiniones en conferencia de prensa", respondió Marroquín sobre la reunión que será esta tarde a las 17 en el hotel ubicado en Moreno 809.
Sin embargo, indicó que la misión de la SIP es "tratar de conocer in situ la situación de la libertad de prensa en la Argentina" y admitió que "nos preocupa mucho lo que mencionan", aunque subrayó que "no somos jueces".
"Venimos con información pero también para hablar con diferentes sectores como ONG´s, el arzobispado, la Corte Suprema de Justicia, sectores sindicales, el Gobierno Nacional, distribuidores de diarios, para tener información más completa", argumentó. Manifestó que "tampoco pedimos para los medios privilegios y no defendemos medios e instituciones, la SIP está para defender la libertad de expresión".
Ante una consulta sobre la "falta de libertad de expresión" en la causa judicial que investiga si los hijos adoptados por la directora del Grupo Clarín, Ernestina Herrera de Noble, son hijos de desaparecidos, Marroquín manifestó que "ese es un tema muy privado", antes de dar por finalizado el encuentro.
"Pobre hombre, se quedó sin respuestas al tener que defender lo indefendible", opinó Morales después de la serie de preguntas que quedaron sin responder por parte de quien representa a los propietarios de los principales medios de comunicación de Iberoamérica.
En ese marco, Morales calificó la reunión de "útil" porque "es un momento importante en el que los trabajadores pueden decir cuanta libertad sindical falta o cuanta pluralidad de voces no tenemos por la aplicación parcial de la ley de medios que da continuidad monopólico en el ejercicio periodístico".
Por su parte, Juan Alonso, de Tiempo Argentino, consideró que Marroquín "vino a defender los intereses de los grandes corporaciones periodísticas" y que "está mas preocupado por la defensa de la pauta privada o estatal que por las gravísimas denuncias por delitos de lesa humanidad que pesan sobre el CEO de Clarín y de La Nación".
"Tampoco pudo explicar en calidad de qué estaba Marcela Noble Herrera en Chile como parte de la comitiva que acompañó a la SIP", señaló al aludir a una de las preguntas formuladas a Marroquín.
De todas formas, Alonso se mostró satisfecho porque "le dimos documentación que es definitiva, con un dictamen judicial sostenido por la investigación periodística que terminó con un dictamen que imputa a Magnetto y a Mitre", y califica de lesa humanidad el delito de apropiación de Papel Prensa.
"Creo que esto no lo esperaban, aunque pienso que fijarán su posición a través de los medios que conforman la SIP", señaló en diálogo con TelAm.
También formaron parte de la reunión los periodistas Mariana Moyano, Edgardo Esteban, y representantes de Carta Abierta.
Fuente: Agencia TelAm