lunes, 30 de mayo de 2011

Rafael Correa: "La prensa burguesa es el nuevo opio de nuestros pueblos"

El periodista Pedro Brieger fue invitado a participar en Quito de una entrevista con Rafael Correa, presidente de Ecuador, en el programa Pulso Político, que se emite por la cadena TC Televisión, conducido por Carlos Rabascall Salazar. El Diario Tiempo Argentino reprodujo parte de esa entrevista. En Señales tomamos los segmentos donde habla de los medios de comunicación:
Me asombra cómo resalta lo de los medios de comunicación, y prácticamente no habla de los partidos políticos, salvo del de Lucio Gutiérrez. ¿Qué pasa con los partidos políticos en este sistema cuando se lanza un intento de golpe de Estado y la Asamblea Nacional está prácticamente inmovilizada?
Ha dado en el clavo. La partidocracia, con tradicionales partidos políticos que siempre han fracasado en la conducción de este país, se desplomó por sus propios errores, y ese espacio lo han tomado los medios de comunicación. Nuestro adversario político no es la partidocracia. ¿Qué hicieron ellos? El 30 de septiembre se reu-nieron en un hotel de Quito, festejando la caída del gobierno, tomando whisky y esperando que el presidente claudique, que quede vacante el puesto y poner a quien ellos tenían preparado para asumir.

Usted forma un partido político: Alianza País.
No es un partido político. Es un movimiento, mucho menos rígido, más ciudadano, más amplio, con muchas corrientes de pensamiento, en función de programas y objetivos, no de dogmatismo.
¿Cómo se hace para construir un movimiento político en base a un presidente que gana las elecciones en su momento justamente en contra de una partidocracia y cuando hay una crisis de partidos políticos muy seria?
Es uno de los grandes desafíos, y lo reconocemos. Nuestro proceso es muy sui generis, en Bolivia y en Venezuela, llegaron al gobierno estructuras políticas ya con algo de antigüedad, con consolidación. Acá fue prácticamente un movimiento espontáneo de ciudadanos hartos de la partidocracia, de tanto saqueo, de tanta politiquería, y ganamos en 2006. Llegamos al gobierno sin una estructura política. Tenemos un gran capital político que no se traduce en una organización consolidada y movilizada. Lo reconocemos y lo sabemos. Hemos estado desbordados. Ya en noviembre se dio un importante paso con la Asamblea de Alianza País, pero sabemos que una de los grandes puntos vulnerables de este proceso político que vive nuestro país.

Sobre la libertad de expresión soy muy escéptico. ¿Qué va a hacer usted para democratizar la propiedad y el acceso de la gente a los medios de comunicación?
Coincido en que algunos somos más libres que otros, porque algunos todos los días pueden expresar su opinión y manipular o desinformar y las grandes mayorías nunca tienen acceso a los medios. No hay vuelta que darle. ¿Quiénes son los que manejan los tan mentados medios de comunicación? La gente que tuvo dinero para poner un negocio dedicado a la comunicación. Desde que se inventó la imprenta la libertad de prensa no es otra cosa que la opinión del dueño de la imprenta. Es otro de los grandes desafíos que tiene nuestra América. Me fascina. Yo aquí, en el ejercicio del gobierno, me he dado cuenta que el poder fáctico más grande que tienen Ecuador y América Latina son los medios de comunicación. Me aterra ver lo vulnerable que es nuestra sociedad en función de que nos informamos, tomamos decisiones, por lo que nos dicen los medios de comunicación. Son negocios, y muchos de ellos con ética muy cuestionable. El mayor diario nacional es propiedad de tres empresas fantasma de las islas Caimán, un paraíso fiscal. Ese es el diario que todos los días nos dice qué pensar, nos da la información para tomar decisiones. La Consulta Popular es un primer paso: al menos que no tengan empresas para que no haya conflicto de intereses. Que haya una Ley de Comunicación para que podamos regular los contenidos de los programas, que no nos presenten tanta porquería. Que no infamen, que no desprestigien, que haya responsabilidad ulterior, que ya existe. Usted puede poner un juicio a un periodista que difamó, pero lleva años. ¿Qué mayor libertad de expresión que la Consulta Popular? Ahí se pudo expresar la gran mayoría del pueblo ecuatoriano, libremente, en forma independiente.

¿Cómo se hace para cambiar esta situación? ¿Qué hace el gobierno con respecto a las radios comunitarias, locales?
Se están haciendo radios comunitarias, se está tratando de transparentar y democratizar a aquellos que han creado medios públicos. Se han creado medios públicos, pero el problema es aún grave. Se va a lograr con conciencia social, con acción colectiva, no sólo en Ecuador sino en la Unasur. Yo he vivido en Europa y en los EE UU, y jamás se le ocurriría a la prensa del primer mundo, por ejemplo, anticiparse a un juez en declarar culpable o inocente a un procesado,o interferir descaradamente en un proceso judicial. Jamás. Acá quieren hacerlo en nombre de la libertad de expresión. Quieren decir que insultar al presidente es libertad de expresión. Que vayan a insultar, como lo hacen conmigo, un trabajador de El Universo al dueño de El Universo o de El Comercio. Y que no lo despidan porque es libertad de expresión. Yo digo que lastimosamente este presidente nació rayado y morirá rayado, y lo digo sin miedo: yo creo que la prensa burguesa es el nuevo opio de nuestros pueblos.

Insisto, ¿cómo se hace para cambiar esto?
Se necesita control social. Los medios de comunicación no venden pescado. Si yo como pescado en mal estado, me enfermo yo. Si venden información en mal estado, se enferma la sociedad, nuestros jóvenes, nuestras familias. No control político o gubernamental, sino control social. Y eso ha planteado la consulta: un Consejo de Regulación, que jamás se ha dicho que lo controlaría el gobierno.

Pero hay gente que dice que la revolución ciudadana se desvió de su camino con una Asamblea dividida, con Alianza País dividido ¿Con qué fuerza se pueden hacer esos cambios?
Con la fuerza de todo un pueblo, como se demostró en mayo. La supuesta extrema izquierda votó con la extrema derecha. ¿Quiénes son los despistados? La extrema izquierda, que en vez de lanzar ideas lanza piedras, funcionales a la extrema derecha, a los del feriado bancario, a los del saqueo permanente de este país. No hay donde perderse, y en todo proceso revolucionario tenemos esas contradicciones, estos desleales oportunistas. Seguiremos haciendo cambios en paz, en democracia, pero con radicalidad, sin un paso atrás.