jueves, 28 de abril de 2011

Documento de AdEPA: “Frente a las sombras de una cultura autoritaria”

AdEPA reiteró hoy su preocupación por la serie de agresiones contra medios y periodistas y exhortó a la ciudadanía a defender la libertad de expresión pues “si esa libertad se pierde corren peligro todas las demás libertades y derechos”. “Preocupa que el clima de intolerancia que alienta estos ataques, se extienda -como una oscura sombra- a diferentes actividades y sectores sociales, y sea síntoma del avance de una cultura que se propone imponer una forma única de concebir la realidad y de pensarla con los parámetros de quienes gobiernan”, advirtió Lo hizo mediante un pormenorizado informe de su Comisión de Libertad de Prensa e Información titulado “Frente a las sombras de una cultura autoritaria”

Las conclusiones del informe son las siguientes:
“En los últimos meses se profundizaron los ataques que ha venido sufriendo el ejercicio de la actividad periodística y que afecta a la libertad de expresión en nuestro país. Cuando sobre ambas se ejercen represalias, su vigencia se ensombrece. “Porque pese a que formalmente se pueda todavía decir lo que se piensa, quien lo haga debe atenerse a las consecuencias persecutorias. Y esto es válido tanto para los periodistas como para los medios que no estén lisa y llanamente al servicio del gobierno o bajo su entera dependencia económica y política.
“Estas circunstancias han llamado la atención de los más importantes foros internacionales, quienes están poniendo a nuestro país en el centro de sus preocupaciones y advertencias. “Entre esas represalias se encuentran los bloqueos a las plantas impresoras de diarios, cuando ya las ediciones estaban impresas, que afectaron o impidieron la distribución y circulación de ejemplares ante la pasividad policial y la inacción de funcionarios que desobedecieron las resoluciones que los jueces dictaron para impedir que eso sucediera.
“También hubo acciones que apuntaron al menoscabo personal y profesional de periodistas, directivos y empresarios de medios a través del trato prepotente y descalificatorio por parte de algunos funcionarios o de campañas de hostigamiento y desprestigio desde el cada vez mayor número de medios oficiales o afines al gobierno, virtualmente sostenidos por un uso arbitrario de la pauta oficial.
“Hay que agregar el aliento de escraches públicos que llegaron al extremo de estimular a niños y jóvenes a escupir sobre imágenes desplegadas en la vía pública de periodistas que osaron juzgar críticamente al gobierno. “Entre las consecuencias de criticar al poder como lo hace la prensa independiente en todos los países libres del mundo, están también las que se despliegan en el plano económico con el claro propósito de socavar las bases de sustentación de las empresas periodísticas.
En particular las interferencias en la producción y comercialización de papel para diarios, que es un insumo vital para la actividad, o el gasto de enormes recursos públicos, que son de todos los argentinos, para subsidiar de manera directa o disimulada a la prensa adicta, habiéndose llegado a proclamar oficialmente la "militancia" de la agencia estatal de noticias TelAm, poniendo a dicha institución pública al servicio de la ideología de un gobierno en vez del público al que se debe un medio del Estado.
“Esta larga cadena de ataques a la libertad de expresión tiene implicancias que van mucho más lejos de los intereses de los dueños de los medios de comunicación en general o de algún periodista en particular, que en todo caso serán siempre circunstanciales.
“Preocupa que el clima de intolerancia que alienta estos ataques, se extienda -como una oscura sombra- a diferentes actividades y sectores sociales, y sea síntoma del avance de una cultura que se propone imponer una forma única de concebir la realidad y de pensarla con los parámetros de quienes gobiernan. Con ello se tiende a limitar, o hasta silenciar, toda voz que, viniendo de donde viniere, contradiga el “relato oficial” de la realidad. “La libertad de expresión como posibilidad de manifestar las ideas propias y las ajenas sin censura ni represalia de ningún tipo es la más importante de las libertades institucionales. Sin ella pueden perderse todas las demás y su efectiva vigencia depende de la eficacia con la cual se pongan límites al poder. La democracia republicana es la columna que sostiene esos límites y ésta requiere la garantía del ejercicio de una prensa libre. Así lo ha consagrado la experiencia histórica y nuestra Constitución Nacional. “Sin prensa libre, bajo el imperio del autoritarismo y del silencio, podrán los gobiernos arrasar al resto de las instituciones de la república, controlar o desobedecer a los jueces, cambiar las reglas de la convivencia, disponer sin control alguno del patrimonio de todos los argentinos, manipular los indicadores de analfabetismo y de inflación y podrá seguir creciendo la corrupción y la pobreza sin que nadie lo denuncie. “La libertad de expresarse permite a todos y cada uno de los argentinos informarnos por fuera del discurso del poder. No es tanto un derecho de la prensa en particular cuanto de todo el pueblo en general. Si esa libertad se pierde corren peligro todas las demás libertades y derechos. A todos cabe, por lo tanto, el deber y el interés de defenderla”.

La prensa argentina frente a los ataques a la libertad de expresión
El presidente de AdEPA, Daniel Dessein, advirtió hoy que la prensa independiente en la Argentina atraviesa “un período de gravedad creciente” en el que “se está avasallando la libertad de expresión”.
Daniel Dessein y Martín Etchevers 
Los bloqueos a las plantas impresoras de los diarios Clarín, Olé, La Nación, La Voz del Interior y Día a Día constituyeron el tema central del informe de la presidencia ante la 145º Junta de Directores.
Dessein dijo que frente a esas acciones hubo “un silencio oficial e inacción policial injustificables”, pese a que los bloqueos contra medios constituyen un delito y a la existencia de fallos judiciales garantizando la libre circulación de diarios.
“Esos hechos nos causaron sorpresa, consternación, no podíamos entender que estuvieran sucediendo esas agresiones a una libertad esencial”, destacó al mencionar las distintas declaraciones públicas de ADEPA frente a esos ataques a la libertad de prensa.
También se refirió las repercusiones nacionales e internacionales que generaron esos bloqueos y a las reuniones que directivos de la entidad mantuvieron con el vicepresidente de la Nación, Julio Cobos, y luego con el ministro del Interior, Florencio Randazzo, y con el Secretario de Comunicación Pública, Juan Manuel Abal Medina.
El vicepresidente Cobos fue uno de los primeros dirigentes políticos en condenar los bloqueos por vulnerar garantías consagradas por la Constitución Nacional, mientras desde la Casa Rosada se intentó minimizar esas acciones reduciéndolas a un conflicto gremial.
Luego, tomando como punto de partida la sanción a finales de 2009 de la polémica ley de medios, Dessein hizo una reseña sobre las agresiones a medios y periodistas por parte de funcionarios del Gobierno Nacional y a las amenazas de dirigentes de la CGT.
En el tramo final de su informe, mencionó los servicios que AdEPA ofrece a sus más de 160 medios asociados y a los convenios firmados con otras entidades y academias nacionales.
La 145º Junta de Directores, que sesionó durante toda la jornada en el auditorio de la Prensa Argentina, en pleno centro de la Capital Federal, se inició con un homenaje a la memoria de los periodistas fallecidos en los últimos seis meses.
Luego se exhibió un video de 4 minutos sobre los bloqueos a diarios y las múltiples voces de repudio tanto de la Argentina como del exterior que merecieron los bloqueos a los cinco diarios.
En esa grabación el Premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa advierte que “si todos los medios están parametrados no hay democracia posible”.
La imagen final del video es la portada de la última revista de AdEPA con el título “Reiterados bloqueos a diarios. ¿Y mañana qué?”.
Fuente: AdEPA