jueves, 31 de marzo de 2011

Rosa Clemente García, escritora: “Cada región tiene una historia que contar...”

Por: Esteban Fuertes, esteban.fuertes@telegrafo.com.ec 
Rosa Clemente García, escritora venezolana, trabaja en la cadena Caracol, analiza la industria de la televisión
Invitada por ALER (Asociación Latinoamericana de Radiodifusión) vino esta guionista venezolana de amplia trayectoria que ha trabajado para la Sony con la serie “Los caballeros las prefieren brutas” y en Caracol tv de Colombia donde escribe para la serie Tu voz Estéreo. Junto a su esposo, el productor Alberto Arévalo, se encuentran asesorando un proyecto de ficción que trata el tema de las fronteras denominado Frontera Norte.
En Colombia se creó el género de narcoculebrones. Se pensaba que la gente no quería ver su realidad pero fue un éxito. ¿Qué opinión tiene como guionista?
Fue un boom, pero ya pasó. Se dieron cuenta de que está bajando el rating. A la gente en Medellín ya no le gustó tanto porque las locaciones eran todas en Medellín, y a ellos les costó mucho salir de esa realidad. Ahora empiezan las novelas históricas.

¿Por qué sucedió ese boom; la gente necesitaba esas historias?
Creo que fantasiaron una realidad, porque ser capo no era tener pistolas de oro ni bunker de cemento. La gente sabe que Pablo Escobar se escondía en unas ratoneras horrorosas, y ver que la tv convirtió a los narcos en superhéroes hizo que la gente se sintiera retratada. Una historia triunfadora es una historia que logra identificación, por eso las telenovelas se tratan de relaciones humanas, el amor, que está en todos lados. A nivel de mensajes de masas, la gente empezó a ver lo que aspiraba. Ser una muñeca de la mafia fue una aspiración.

Esa identificación que gozó de la complicidad de la gente les sirvió de reflexión. A la tv se le acusa de banal, pero, ¿esto está cambiando?
No sé si se reflexionó, pero la televisión deja un mensaje que mueve mucho. La señora que cuida a mis niños y que vive con nosotros tiene su casita que la está pagando con su trabajo y está deshabitada. Ella llamó a sus parientes de provincia para que por algún tiempo vivieran en su casa sin saber que eso les podría permitir a ellos, con papeles legales, usufructuar de la casa y quitársela. Le advertimos hasta en ruso pero no entendió. Nosotros en Colombia con el programa Tu voz Estéreo hicimos un capítulo contando esta realidad. La señora cuando lo vio salió corriendo a solucionar su problema. Es la magia.

En Ecuador, la gran mayoría prefiere las telenovelas a las miniseries...
Creo que hemos descubierto en nuestros viajes que cada región tiene una historia que contar. Es triste que en los canales se siga pensando: ah, vamos a hacer esto popular porque la gente quiere algo popular, y no es así. Frontera Norte es una historia muy ecuatoriana, y hay conflictos interesantes que pueden ser llevados a la televisión internacional. Me parece un éxito que la televisión pública de acá esté interesada. La tv pública en mi país tiene una producción y presupuestos bajos, por supuesto la gente no la ve. En mi país nunca se podría comprar un programa con los problemas de la frontera y su realidad.

En los años 80 la televisión venezolana, junto a la mexicana, inundaban las pantallas. Ahora entró Colombia que incluso ha destronado a los brasileños. ¿Cómo evalúa este aspecto?
Sabes que eso siempre se le atribuye a la muerte de José Ignacio Cabrujas, un escritor muy reconocido que hizo Cristal y otras novelas. Casandra fue la novela que más se ha pasado por el mundo, y tiene récords Guiness. Pero siempre se pregunta qué pasó. Hubo una telenovela muy local llamada Por estas calles, que costó mucho hacerla, y que fue un total éxito en Venezuela, pero no se alcanzó para pagarla. Los escritores venezolanos perdimos la identidad de los temas venezolanos porque nos concentramos tanto en exportar y no volver a fracasar. En Colombia cuando escribí “Los caballeros las prefieren brutas” hice los diálogos en venezolano y me devolvieron el guión. Me dijeron que se debe escribir como colombiano. Creo que ese ha sido el éxito. En Venezuela lo teníamos y lo perdimos. Además se atrevieron a tratar temas fuertes. ¿Cómo vamos a tratar una novela donde el protagonista sea un travesti?, ¡Chan!, hicieron “Los Reyes”, que una mujer mayor no puede tener un novio menor, ¡Chan! La señora Isabel. Cada vez que decíamos no a un tema, Colombia lo hacía. Ellos vieron un nicho en los temas extremos y los temas de humor, porque lo melodramático era para Venezuela y México. En Venezuela casi no se produce nada, solo hay una producción anual. Por eso no hay trabajo.

¿Qué enseñar a los guionistas del Ecuador?
Lo primero es que escribas lo que es una verdad para ti. No trates de vender una historia linda con ecuatorianos en la pantalla, no me interesa. Historias de Ecuador que solo pasen aquí. Sí hay indígenas que reniegan de sus raíces, ¿sabes cuántas historias se pueden sacar allí? No se necesitan comedias baratas.

Se dice que en la Costa no se identifican con las historias de la Sierra y viceversa.
Es fácil. ¿Por qué no hacen que una serrana se enamore de un costeño? Hay historias que pegan con todos.
Fuente: Diario El Telégrafo