domingo, 27 de marzo de 2011

LT9: Carta abierta a la dirigencia política y social de Santa Fe

Por: Alejandro Colussi, periodista, trabajador de LT9
La primera versión de la historia la escriben los medios. Deformada, interesada, a veces manipulada, pero escrita al fin. Los medios también reflejan la sociedad en que vivimos, son parte invalorable de nuestra cultura.
Si compartimos este pensamiento les pregunto: ¿Van a callar, hacerse los desentendidos de lo que pasa en LT9, primera licencia radial del interior del país, con más de 80 años escribiendo la historia de nuestra ciudad y gran parte de la provincia? ¿Vamos a esperar que como en el caso Storni, sea un periodista o escritor o medio de Buenos Aires que impulse una investigación? Con este criterio ¿con qué autoridad moral le piden, entonces, a la gente que se involucre?
Más allá de mis motivaciones personales, que no es poco dado que lucho por mi derecho a trabajar y expresar libremente mis ideas sin ser censurado, más allá del interés económico que puedan tener empresarios sobre su propiedad privada, está claro que lo que se discute es la confusión entre Estado y partido.
La caducidad del usufructuo de una licencia es legítima pero, puede constituirse en la partidización fraccionada en nombre del Estado, sobre ese medio? ¿tanto nos hemos acostumbrado a esto, a la confusión estado-partido-fracción interna? ¿nada tienen para decir? ¿nada tienen para preguntar? ¿Quién defiende los intereses de los oyentes, ciudadanos, vecinos? ¿Quién resguarda la libertad de expresión de un medio ahora en manos del Estado nacional, en realidad de una fracción o sector interno del partido que gobierna?
Es esta sensación de indenfesión que siente cualquier ciudadano al que le toque vivir estas circunstancias lo que habla a las claras de la falta gravísima de seguridad jurídica, independencia de poderes, y la pobreza de la clase dirigente en nuestro país, en nuestra provincia, en nuestra ciudad.
Es, a su vez, lo que desnuda la hipocresía de sus discursos, el vacío de sus ideas, la falta de credibilidad en sus palabras.
Se acuerdan de ese poema, de las puertas y de por quienes iban... que no sea tarde.

Incertidumbre, desazón, miedo y bronca
La intervención de LT9 me obligó a tomarme vacaciones forzadas "pagas" hasta tanto decidían en Buenos Aires "que hacer conmigo (sic)". Conductor de la mañana más escuchada y más vendida del centro norte de la provincia, me quedé atónito. "Vos sabes que hay gente que te ama pero que te ganaste odios" me dijo César Miretti.
"El caso de Colussi es especial" sostuvo el joven interventor ante el gremio de prensa. Lo cierto es que detrás de la intervención está Gustavo Marconatto… y Oscar Kachi Martínez. Este último antes del acuerdo para apoyar a Bielsa dijo "Sacame a Colussi de encima". Marconatto intenta encontrar una salida intermedia que todavía no la encuentra, por eso hace 20 días que no estoy al aire pese a un contrato comercial y laboral en ese sentido.
"Si no querés quedar afuera de la radio defendelo al Kachi" fue el mensaje a mi celular 24 horas antes de la intervención por un gran allegado al dirigente menemista-massatista y ahora devenido en K. Ante mi negativa fui separado de la mañana. He sido un periodista ecuánime en lo posible, pero se la agarraron conmigo. "Hay que pegarle fuerte a Bonfatti, Perotti y Rossi" fue otro mensaje, y otra negativa de mi parte. "No hay que hablar de Clarín, TN ni El Litoral”, nueva negativa. No meo agua bendita, pero una radio en manos del Estado lo mínimo que podía hacer es "jugar con todos" por una cuestión democrática y hasta por una cuestión económica. Me anticiparon que podía pasar a FM vulnerando mi contrato laboral y comercial sin razón y sin dármelo por escrito.
En nuestra ciudad no hay opciones, si te dejan sin trabajo para que le hagas un juicio al Estado nacional pueden pasar años, de ahí la autocensura, de ahí mi silencio todos estos días, porque sin laburo tenés que entregar la casa que alquilás, no poder ayudar a la madre de tus hijos en grave enfermedad, no pagar los créditos que sacaste pensando que nadie te iba a tocar por tus ideas, entre otras cosas.
Me animo a decir esto porque veo que otra vez son los medios nacionales los que se hacen eco, ante el silencio espantoso, cómplice miserable de la clase dirigente local. "No digo nada a ver si me empiezan a matar en esa radio " me dijo un dirigente político. Es la misma génesis que teníamos durante la dictadura. Se equivocan los medios en centrar en Cesar Miretti la noticia. No es él, es Gustavo Marconatto (con él cuál no tengo problema ni político ni personal) y fundamentalmente Oscar Martínez, cuyo padre requieren los organismos de derechos humanos que se investigue, ex asesor de imagen de Mauricio Macri, ex vocero de Massat, ex Reutemanista, ex... lo que quieras imaginar, ahora dependiente de Nicolás Fernández en Baires.
Fuente: DataSantaFe