domingo, 5 de diciembre de 2010

Wikileaks, el poder al desnudo

Fuente: Informe Semanal, Televisión Española

Wikileaks resucita el periodismo
La web de Julian Assange le ha dado una sacudida a un periodismo que se quedaba sin pulsaciones
Por: José Sanclemente
Desde que la web Wikileaks de Julian Assange ha desvelado tanto los documentos secretos de Irak, como los informes de los diplomáticos americanos en decenas de países, mucho se ha escrito y opinado sobre si lo que hace esta ONG de la información clasificada y secreta es legal, legítimo y, sobre todo, si es periodismo.
Las tesis mayoritaria del colectivo de periodistas es que de ningún modo se puede llamar “hacer periodismo” a la pura exhibición en la red de centenares de miles de documentos aunque estos sean de indudable interés informativo para la mayoría de los ciudadanos.
Solo, insisten, la elaboración, análisis, interpretación y contraste de las noticias por parte de profesionales de la información es periodismo.
Básicamente se puede estar de acuerdo con esta tesis, pero no hay que olvidar que también es periodismo abrir las fuentes informativas, desbloquear e iluminar el oscurantismo del poder político y económico e investigar los canales de acceso por dónde fluyen las noticias. Ese parece el empeño de Assange y su web. Ahora que los cables de embajadas y diplomáticos americanos nos tocan de cerca en nuestro país.
Ahora que la intervención en innumerables temas por parte de éstos, las opiniones sobre nuestros políticos, jueces y de sus actuaciones, se están filtrando por minutos en la página web de El País conjuntamente con The New York Times o The Guardian, estamos viviendo una resurrección del periodismo.
En el caso de España, El País ha destinado una treintena de periodistas a analizar y publicar los miles de documentos, a contrastar con los “afectados” su actuación frente a la diplomacia americana, a recoger opiniones sobre los hechos que describen los cables de las embajadas y a crear, para facilitar la extracción de la información, un buscador propio con palabras clave que permita identificar los cientos de nombres que están implicados.
El director de El País contestaba el martes pasado las preguntas de más de 45 internautas sobre este tema. Sus respuestas eran una verdadera declaración de independencia y libertad frente a las presiones que se puedan recibir por publicar temas clasificados como secretos y muy delicados. Tiene razón Javier Moreno, director de El País; él no debe ponerse ninguna mordaza bajo el signo del patriotismo, la defensa de los intereses de un gobierno o de los políticos e instituciones en general. Nadie desmiente las tremendas informaciones que salen a la luz pública sobre el caso Couso o sobre la intervención del juez Garzón o las de la Fiscalía general del Estado... Todas ellas son verdad y todas ellas deben y pueden ser matizadas por los implicados y retratados en los documentos confidenciales.
El periodismo no tiene sus límites en la información veraz, solo en la calumnia que genera la mentira. Por ello, todavía quedan esperanzas de volver a la buena información. Y en este caso,Wikileaks ha sido el desfibrilador que le ha dado una sacudida a un periodismo que se quedaba sin pulsaciones. Lo está resucitando.

Fuente: Diario Xornal

Un golpe sobre la mesa… del periodismo
Por: Roberto Guareschi
Una pregunta para empezar: ¿En medio del escándalo del cablegate, quién se lleva las palmas, los cinco más grandes diarios del mundo que publicaron los cables secretos de la diplomacia norteamericana o Wikileaks que los obtuvo, los procesó y se los entregó?  Nadie le atribuye a los diarios ningún mérito en obtener la información, claro, porque no lo tienen. Pero tampoco se les reconoce pericia para editarla o valentía para publicarla. Esa valentía se le reconoce al soldado que filtró los cables y a Julian Assange, el fundador de Wikileaks que vive en la clandestinidad, perseguido por espías y por la policía en todo el mundo.
Wikileaks utillizó la enorme capacidad de difusión que tienen esos diarios y los eclipsó. Pero no se trata de una simple cuestión de percepción. Yo creo que los diarios y Wikileaks están ayudando a crear nuevas formas de periodismo. Unos porque no han tenido más remedio. El otro, por su propia naturaleza; lo busque o no.
Wikileaks viene haciendo revelaciones hace cuatro años. Pero el cablegate ha aumentado mucho su visibilidad, por la importancia de los materiales y por el efecto acumulativo de todas las revelaciones. Ayuda a eso, también, que no se trata sólo de documentos oficiales. El cablegate nos muestra cómo dialogan en secreto los funcionarios del poder. Los cables configuran un reality show involuntario en el que los poderes fácticos se sacan un premio vergonzante.
Nunca antes el público había tenido ese tipo de acceso a ámbitos secretos del poder mundial. Es la fantasía de muchos: tener acceso a una ventana para ver cómo operan los diplomáticos lejos del escrutinio con los dobleces y la hipocrecía de la real politik. No importa que lo que vemos por esa ventana sea sólo uno de los niveles del poder mundial y no el más alto. De todos modos, ese acceso es información que se puede convertir en conocimiento y el conocimiento es una forma del poder.
Pero lo más importante para el periodismo, creo, es que toda esa riqueza no llegó a conocimiento público de la manera usual. Tradicionalmente, una persona (la fuente) a quien le conviene difundir un secreto, lo pasa a un medio al que también le conviene difundirlo. Un ejemplo: en los `70 Woodward y Bernstein, del Washington Post, fueron convocados por el famoso “garganta profunda“ porque el FBI quería debilitar a Nixon. El diario marcó un hito en la historia del periodismo y logró un prestigio que hoy le sirve más que nunca, cuando declinan los diarios de papel.
Los motivos de las fuentes son inagotables. Creo que los más importantes y abarcativos son: tener más poder (para sí y/o para otros), defenderse de algún poder y calmar su sentimiento de culpa.
La fuente visible del cablegate (no se sabe si hay otras), el soldado Bradley Manning, fue directamente a Wikileaks quizás porque admiraba a esa organización y no confiaba en los grandes medios, y porque esperaba protección (no la obtuvo, está preso). Y, sobre todo porque esa organización le aseguraba una difusión global inmediata y masiva.
Si hubiera ido a un solo diario -el procedimiento tradicional- corría varios riesgos. Entre otros, que ese diario tuviera el control exclusivo de la información y pudiera retacearla o darle un sentido distinto al esperado por él. Wikileaks fue una herramienta eficaz para él.
Ahora miren este proceso desde la perspectiva de Wikileaks. Con los documentos en su poder, Wikileaks busca a su vez una herramienta. Julian Assange decide esta vez elegir a cinco de los grandes diarios del mundo -The Guardian, The New York Times, Der Spiegel, Le Monde y El País- en lugar de entregar los materiales a quien los quisiera, como ha hecho otras veces. Entiende que esa abundancia disminuye el valor. Y, dentro de la ley de oferta y demanda, crea una escasez para exaltar el valor; o sea, para tener más impacto. No es una conjetura; lo cuenta Assange.
¿Assange beneficia a los diarios? Sí, en parte. Pero no los fortalece, los disminuye. Wikipedia conserva la relación directa con la fuente o las fuentes; no la comparte. Y ellos, los diarios, son los receptores casi pasivos de una información que no fue obtenida por ellos pero no pueden ignorar porque es valiosísima.
Wikileaks es aquí tan poderoso que les ha quitado un atributo crucial de todo periodismo, el acceso directo a la fuente. Ese acceso es crucial porque en el trato personal con la fuente se obtienen datos tan importantes como la filtración que permiten conocer o deducir móviles y evaluar eventuales manipulaciones. Así los medios pueden brindar la noticia a sus lectores en un contexto que favorece un análisis crítico.
Otro atributo clave -pero sólo propio del periodismo tradicional- es la exclusividad, otro punto donde golpea Wikileaks. El periodismo tradicional actua dentro de las reglas del mercado; es realizado por una empresa o un grupo en competencia con otras empresas o grupos. Por eso la búsqueda de la exclusividad.
Wikileaks arrasa con la exclusividad. Ha forzado algunos de los mejores diarios del mundo a entrar en cadena. Claro, con matices. Pero han tenido que salir al unísono sin diferenciarse nítidamente. Cada uno hizo su edición del material. Pero se reunían, discutían, cada uno tenía una idea de lo que el otro iba a publicar. Fue un insólito trabajo en común
Un atributo más del periodismo, el más importante porque resume a todos, es su capacidad para controlar al poder, todo el poder, no sólo el de los gobiernos, porque el poder nos prefiere ignorantes.
Wikileaks compite por esa función. No digo que el periodismo tradicional no la cumpla a veces. Pero en este caso Wikileaks acaparó esa función. Como ya dijimos, nadie habla de los diarios sino de Wikileaks. Es evidente que en la práctica concreta, les está disputando una parte del territorio del periodismo.
Fíjense cómo se hace visible esta tensión. Apenas Wikileaks dijo en la Red que el cablegate era una sociedad con los cinco medios, un periodista del Times se apuró a decir que para ellos Wikileaks no era un socio sino apenas una fuente.
Wikileaks es mucho más que una fuente tradicional. Es una organización en la que trabajan ciudadanos, periodistas y especialistas en tecnología de la información, abogados, etc. que envía gente a distintas partes del mundo para investigar y para chequear información. Y además es eficaz: los gobiernos no desmienten sus revelaciones, sólo las minimizan. Tan poderosa es esta “simple fuente“ que ocupa un lugar en la imposición de la agenda global y por eso, en la construcción del discurso público, rol que se atribuye el periodismo.
La tensión entre Wikileaks y los cinco diarios es la tensión entre los viejos y los nuevos medios y entre las formas tradicionales de periodismo y las que están en formación. El célebre Manuel Castells, quien hizo estos días una apasionada defensa de Wikileaks,  dice que es un “medio de información“ (*). Jay Rosen ha dicho que es una "organización noticiosa", la primera que actúa fuera de un Estado nacional. Para los diarios tradicionales Wikileaks es apenas una fuente; no es periodismo.
Creo que esa discusión es menos importante que la práctica concreta. Wikileaks es un camino para la construcción de nuevos medios periodísticos. Tiene estas fortalezas: obtiene información, la evalúa y la distribuye. Wikileaks es ubicua, desafía al poder establecido, se constituye en mediador de ciudadanos que deciden saltear a los medios tradicionales y actúa, como dice Rosen, fuera de los Estados nacionales.
El cablegate es un golpazo sobre la mesa. Es un riquísimo disparador para pensar en los nuevos periodismos.

Fuente: PostPeriodismo

"Habrá un antes y un después del 'Cablegate"
Por: Joseba Elola
Julian Assange se conecta a un chat. Son las 18.41 de la tarde de ayer sábado, el cerco policial se estrecha en torno a él. La justicia sueca le reclama, la Interpol ha emitido una nota roja, recibe varias amenazas de muerte, está en el ojo del huracán
A las 18.41, encuentra por fin el momento de mantener una charla vía chat con El País. Parece estar bastante tranquilo, según se deduce de su manera de respondeSigue esquivando, como ya hizo la última vez que le entrevistamos en Londres, las preguntas en torno al caso que tiene abierto con la justicia sueca, adonde debe acudir a testificar por una doble de denuncia de violación y acoso sexual. Está con un terrible dolor de cabeza, dice, las últimas 24 horas han sido muy duras.

Usted y la gente de su organización están adoptando medidas de seguridad tras las amenazas de muerte que están recibiendo: ¿De dónde vienen esas amenazas de muerte?
Tenemos cientos de amenazas de muerte específicas de soldados del Ejército de los Estados Unidos. No es inusual, por experiencias pasadas, nos hemos acostumbrado a ignorar amenazas de extremistas islámicos, cleptócratas africanos, y demás. La situación ha cambiado recientemente al extenderse las amenazas a nuestros abogados y a mis hijos. No obstante, son los llamamientos específicos a nuestro asesinato, secuestro y ejecución por parte de las élites de la sociedad estadounidense lo que resulta más preocupante. Va desde la iniciativa de John Ensign en el Senado para declararnos "amenaza transnacional" hasta los llamamientos al asesinato de Marc Thessian, el hombre que escribía los discursos a Bush y a los de Bill O'Reilly en las noticias de Fox.

¿Sus hijos? ¿Cómo han sido amenazados?
Creo que es mejor no dar demasiadas ideas hablando de ellos. No obstante, algunos sitios de extrema derecha también han hecho un llamamiento para atacarme por la vía de mis hijos. Yo ya preveía que esto iba a ocurrir en abril, por eso desde entonces he tenido que mantenerme separado de mi familia. Espera un momento, te envío algunas evidencias.

Assange envía un documento adjunto con todas las declaraciones en las que se ha pedido su cabeza con su correspondiente enlace.

¿Cuánta gente le está ayudando en la organización? ¿Se siente arropado para mantenerse fuerte?
La organización está fuerte. Tenemos muchos apoyos, pero también recibimos muchos ataques. Desde ataques distribuidos de denegación de servicio hasta calumnias y las cuestiones legales. Hay docenas de personas ayudando montando réplicas del sitio, pero lleva mucho tiempo gestionar el proceso. Si hay una batalla entre el Ejército de EE UU y la preservación de la historia, hemos asegurado que la historia vencerá.

¿Es esta la mayor filtración de la Historia? ¿La más relevante? ¿O fue la de los papeles del Pentágono de Daniel Ellsberg?
Esta es la mayor, son más de 265 millones de palabras y es la más relevante; cubre cada tema serio de cada país. Es más significativa que la de los papeles de Afganistán.

¿Cuáles cree que serán las consecuencias de este megaleak?
Es pronto para decirlo. Las ondas están empezando a extenderse por el mundo. Pero creo que la geopolítica se dividirá entre el pre y post Cablegate. Dos preguntas más, me temo que me tengo que ir...

Hablando con la revista Time dijo que Clinton debería dimitir si se puede comprobar que fue responsable de ordenar a diplomáticos estadounidenses que espiaran en Naciones Unidas. Si así fuera, ¿no debería ser Barack Obama el que dimitiera?
Toda la cadena de mando que supo de esta orden y que las aprobó debe dimitir si Estado Unidos quiere ser visto como una nación creíble que obedece las leyes. La orden es tan seria que podría haber llegado al presidente para su aprobación.

Y si así fuera, ¿debería dimitir? Y, por favor, permítame un par de preguntas más...
Obama debe decir qué sabía de esa orden ilegal y cuándo supo de ella. Si se niega a contestar o hay evidencia de que aprobó esas acciones, debería dimitir.

¿Es cierto que Scotland Yard sabe dónde se encuentra usted y que usted se ha mostrado dispuesto a hablar con las autoridades suecas, incluido el fiscal que lleva el caso?
...

Hola, ¿hay alguien?
...

Hola, ¿aún está ahí?
...

¿Se acabó?
Lo siento, Internet se desconectó momentáneamente.

¿Podría hacerle una par de preguntas más?
De acuerdo. Que sean rápidas. :) [emoticon de sonrisa]

Bueno, primero, lo que le acabo de preguntar ¿Es cierto que se ha puesto a disposición de las autoridades suecas? ¿Qué piensa hacer en el caso que tiene abierto después de que el Tribunal Supremo denegara su recurso?
Lucharemos y los expondremos, naturalmente. Que hay algo "equivocado" en este caso es algo que ya es obvio para todo el mundo.

¿Y piensa seguir escondido o está dispuesto a decir lo que tenga que decir ante la justicia sueca?
...

Por favor, responda si puede a esta última pregunta...
[La comunicación se interrumpe. Su asistente retoma el contacto: "¡Lo siento! ¡Se ha ido!"]
Foto: AFP
Fuente: Diario El País

Wikileaks: ¿Terrorismo informativo?
La Casa Blanca no perdona a Julian Assange por haber procedido a revelar íntimos secretos del Departamento de Estado, a partir de la fuga de mensajes a los que tuvo acceso esta plataforma digital y a través de los cuales se ha expuesto al aparato de la diplomacia norteamericana al desnudo
El Presidente Barak Obama y la Secretaria de Estado, Hillary Clinton, han insinuado que Assange no podrá salir airoso de estas revelaciones sin que él y otros responsables paguen las consecuencias.
Desde el pasado día 29 de noviembre, cinco periódicos de Estados Unidos y Europa, en comunión con Wikileaks, empezaron a revelar documentos secretos de tal magnitud que permiten componer una geografía precisa sobre la forma y el proceder de la diplomacia norteamericana, a partir de conflictos como el palestino-israelí, el programa nuclear iraní, la amenaza del arsenal nuclear de Paquistán, el avance de Hugo Chávez en América Latina, la figura de Evo Morales y Cristina Fernández de Kirchner, los difíciles equilibrios del presidente Lugo de Paraguay, el poderío chino en Asia, las presiones sobre la Audiencia Nacional de España, el golpe de estado en Honduras, y más.
La mayor fuga de información originada por Wikileaks ha sido capaz de tocar el corazón de Washington, siendo ahora la respuesta de los halcones y gavilanes del Congreso norteamericano desesperada para encausar a Assange bajo cargos de "conspiración contra Estados Unidos", al robar - y no revelar, dicen- " información secreta y confidencial”.Escucha la entrevista con Ignacio Ramonet, experto en Geopolítica y Medios de comunicación en diálogo con Pablo Gámez de Radio Nederland, nota que reproducimos en las Señales: