Por: Nelson Marinelli, de la Naranja de Prensa
Eduardo Aliverti, el empresario kirchnerista que, en otra de sus facetas, ahora es dirigente sindical de la UTPBA (sin que esta contradicción flagrante entre empresario y sindicalista le provoque ninguna preocupación a la Celeste y Blanca que lo llevó en su lista), se ha sumado –con una nota en el pasquin kirchnerista PaginaI12- a la campaña contra los jubilados iniciada por el gobierno con el veto al 82% móvil y que ha sido tomada con ímpetu digno de mejores causas, por la directiva fraudulenta de nuestro gremio.
Antes que nada hay que decir que Aliverti es fiel a su ubicación social. Insulta, denosta, desacredita a todos los que se oponen al gobierno, entre ellos a los empresarios que estuvieron en la reunión de IDEA, en este caso porque aplaudieron a Cobos cuando desempató en la votación del Senado por este tema, pero reconoce que, más allá de esa manifestación política antikirchnerista, los empresarios de ese encuentro apoyan el veto presidencial. Porque, dice, reconocen que no hay plata para pagar el aumento a las jubilaciones. Lo mismo que sostiene Aliverti, en su vertiente clara de empresario, la única que aparece.
Aliverti también es fiel a su ubicación social porque en su condición de empresario parece considerar que la previsión social en general es un “agujero negro” para el país y los capitalistas y no tendría que haber jubilados ni trabajadores con obra social. En su empresa, ETER, que tiene suculentos ingresos como para que él no se preocupe por la jubilación, tiene una gran cantidad de trabajadores en negro. Es decir sin potencial jubilación ni cuidado de la salud, al menos si de él dependen.
A este empresario-seudo sindicalista ni siquiera se le ocurre plantear que si “la plata no alcanza” para cubrir algo más que la miserable jubilación actual se dejen de pagar los suculentos subsidios que el gobierno le concedió a distintos sectores capitalistas. Tampoco que se vuelva a los aportes previsionales que pagaban los empresarios hasta el 2003, cuando Cavallo se los redujo. Dice que el dinero para las jubilaciones debe salir de los que pagan los trabajadores activos, pero no dice que el gobierno kirchnerista lleva siete años y el 40% de los empleados sigue en negro. Sostiene que la plata tiene salir de allí pero no dice que los fondos del Anses se utilizan para pagar deudas u otros gastos del Estado.
Aliverti se coloca definitivamente como empresario. En ningún momento mira que primero hay que ver las necesidades de los trabajadores y los jubilados y, a partir de ellas, plantear las condiciones para que se cubran.
Está claro: defensor de los intereses de los trabajadores y los jubilados no es y no lo oculta.