miércoles, 27 de octubre de 2010

Néstor Carlos Kirchner 1950 - 2010

Kirchner nació el 25 de febrero de 1950 en Río Gallegos, capital de la provincia de Santa Cruz. Su padre, Néstor Kirchner, era un trabajador postal descendiente de inmigrantes suizos; su madre, María Ostoić, chilena descendiente de inmigrantes croatas, nació en Punta Arenas. Realizó sus estudios primarios y secundarios en escuelas públicas locales. Egresó del Colegio Nacional República de Guatemala
Estudió Derecho en la Universidad Nacional de La Plata, graduado en 1976. Ingresó en el Partido Peronista en los años 70 cuando era dirigente estudiantil en ese centro universitario, donde conoció a Fernández. En el comienzo de la dictadura abandonó La Plata junto con su esposa, Cristina Fernández para retornar a Río Gallegos para dedicarse a ejercer su profesión, alejándose así de la actividad política. En 1977 fue detenido un par de días junto al diputado Rafael Flores.
Se trasladó en 1976 a Río Gallegos, donde trabajó junto a su esposa en un bufete de abogados hasta 1983. En 1982 creó el Ateneo Juan Domingo Perón. Entre 1983 y 1984 fue presidente de la Caja de Previsión Social y en 1987 fue elegido Intendente de Río Gallegos, cargo que desempeñó entre 1987 y 1991.
Electo Gobernador de Santa Cruz el 10 de diciembre de 1991, permaneció en el cargo hasta 2003, en 1994 y en 1998 Kirchner impulsó reformas en la constitución provincial, que incluyeron la posibilidad de reelección indefinida del gobernador. Durante su mandato logró revertir el déficit de su región, rica en petróleo y recursos naturales y la convirtió en la zona con menor desempleo.
Cuando Kirchner asumió la gobernación, la provincia de Santa Cruz tenía un déficit comercial de alrededor de 1.200 millones de dólares, pero durante los diez año en que gobernó logró mantener un equilibro o superávit fiscal. Poco después de asumir bajó los salarios un 25%, volviendo a aumentarlos a niveles superiores un año después. Alentó inversiones británicas en áreas turísticas y de minería, y se benefició de las regalías petroleras de la provincia. Dijo por entonces que "El equilibrio fiscal no es un problema de ortodoxia económica ni es de derecha. El déficit fiscal es malo. La inversión pública es buena, pero no se puede hacer a costa de perder el equilibrio fiscal."
Sus críticos señalan que su gestión no fue diferente a la de la mayor parte de los gobernadores peronistas, y que siguió los lineamientos nacionales de las políticas impulsadas por Menem. Se le cuestionaba una manipulación de los medios de prensa locales a través de la publicidad oficial, y aumentar el número de miembros del Tribunal Superior de Justicia de tres a cinco, con dos nuevos miembros cuestionados por la oposición que afirmaba que se identificaban con el partido gobernante.
1994 fue miembro de la Convención Constituyente que reformó la Constitución Argentina.
En 1995, con las reformas a la Constitución provincial ya en vigencia, Kirchner fue reelecto gobernador por amplio margen (66,5% de los votos). A partir de ese momento Kirchner se distanció de Menem (que además de presidente de la Nación era el líder del Partido Justicialista) lanzando una línea interna dentro del partido, llamada “Corriente Peronista”.
El intento de Menem en 1998 de presentarse como candidato a un nuevo mandato presidencial, a pesar de que la Constitución no lo permitía, generó una fuerte oposición en la sociedad, en ámbitos académicos y aún dentro de las filas del Partido Justicialista. Kirchner se alineó con el principal opositor de Menem dentro del Partido Justicialista, el gobernador de la Provincia de Buenos Aires (y más tarde presidente) Eduardo Duhalde.
Durante la presidencia de Kirchner, Argentina creció un 8% anual; aumentaron el salario y las pensiones mínimas, además de bajar el desempleo y la pobreza. Además, recondujo las negociaciones sobre la deuda; reformó la Corte Suprema de Justicia y las Fuerzas Armadas; y defendió los derechos humanos.
Asimismo, su presidencia estuvo salpicada por denuncias de enriquecimiento ilícito.
En junio de 2005, trás la firma del Decreto Nº 527, prorroga las licencias de Radio y TV por 10 años. Semanas atrás Kirchner había dicho que estaba "harto de las presiones corporativas". Con la firma del Decreto quedaba claro que el el ex presidente cedía ante el poder de las grandes corporaciones. El Decreto 527 es una capitulación, sostenía el Foro Argentino de Radios Comunitarias.
En enero de 2006 pagó anticipadamente al FMI 9.574 millones de dólares, y en 2006, presentó ante el Tribunal Internacional de La Haya una demanda contra Uruguay para detener la construcción de dos papeleras.
El 10 de diciembre de 2007 pasó el testigo presidencial a su esposa, Cristina Fernández, que había vencido en las presidenciales de octubre.
Kirchner fue nombrado el 14 de mayo de 2008 presidente del Partido Peronista.
En los últimos años se intensificó su distanciamiento con el Grupo Clarín. Por un lado dando vía libre a la construcción de una nueva ley de medios y por otro observando lo que decian desde los medios, fundamentalmente Clarín y TN. "Escuchando a un medio de difusión, Clarín, me enteré que habíamos sufrido una fuerte derrota en Catamarca y que yo no debía haber ido" a hacer campaña. "Como titular del PJ, voy a ir hasta el último pueblito para apoyar a este movimiento transformador, porque nosotros no lucramos sino que tenemos convicciones. El peronismo en Catamarca logró mantener su porcentaje histórico y Clarín no lo dice, no dice que el gobierno de Catamarca hace 17 años que está en el poder, no habla con la verdad. ¿Qué te pasa Clarín, estas nervioso?". La famosa frase se convertiría luego en ringtones y carteles en vía pública.
En las elecciones legislativas de 2009, Kirchner fue elegido diputado por la provincia de Buenos Aires, cargo que asumió el 10 de diciembre de 2009, aunque su lista electoral fue derrotada en la provincia de Buenos Aires por la encabezada por el empresario peronista disidente, Francisco de Narváez (alianza Unión-Pro).
Tras esta derrota, Néstor Kirchner renunció el 29 de junio como líder del gobernante Partido Justicialista (PJ peronista), puesto que cedió al gobernador de Buenos Aires, Daniel Scioli.
Además, el Frente para la Victoria perdió la mayoría en el Parlamento, ya que siete de cada diez electores votaron contra el Gobierno, lo que supuso la mayor derrota de la "era K", inaugurada con Néstor Kirchner en 2003 y revalidada por su esposa en las presidenciales de 2007.
En los últimos meses los Kirchner habían intentado que los dueños de los dos diarios más importantes del país, Clarín y La Nación, fueran juzgados por delitos de lesa humanidad, según la querella presentada por su Gobierno. Se los acusa de haberse apropiado en los años setenta de la sociedad Papel Prensa gracias a las presiones de los militares contra los legítimos propietarios.
El 7 de febrero de 2010 fue sometido a una intervención de urgencia por una obstrucción en la carótida derecha.
Un mes después, el 10 de marzo, Kirchner reasumió la jefatura del oficialista Partido Justicialista con la promesa de conducir a esa fuerza a un nuevo triunfo en los comicios presidenciales de 2011.
El 4 de mayo de 2010 fue elegido secretario general de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur).
Casado desde el 9 de marzo de 1975 con la presidenta de Argentina, Cristina Fernández, tienen dos hijos: Máximo, nacido en 1977 y Florencia, en 1990.

Reacciones
Mientras tanto los presidentes de Ecuador, Rafael Correa y de Venezuela, Hugo Chávez, manifestaron su pesar por la muerte de Néstor Kirchner y anunciaron que ya se preparan para viajar a Buenos Aires.
El presidente Chávez, calificó la muerte de Kirchner como una "gran pérdida para el país y el continente". El presidente venezolano escribió "qué gran pérdida sufre la Argentina y nuestra América! Viva Kirchner para siempre!!!".
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, lamentó la muerte de Kirchner, y a través de un comunicado expresó "es una gran pérdida para Argentina y una gran pérdida para el continente", quien pidió a la UNASUR un minuto de silencio en memoria de Kirchner.
El ex presidente de Uruguay, Julio María Sanguinetti destacó la personalidad de Néstor Kirchner.
Por su parte el presidente de Paraguay, Fernando Lugo, se manifestó "impactado" por el fallecimiento de un "compañero y amigo en la construcción de una América Latina sin exclusiones", dijo Lugo.
El presidente chileno Sebastián Piñera, en tanto, envió sus "más sentidas y profundas condolencias a la presidenta Cristina Fernández y a todo el pueblo de Argentina" por la muerte del ex mandatario Néstor Kirchner.
El presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, se manifestó “profundamente conmocionado por la triste noticia del fallecimiento del ex presidente Néstor Kirchner” y en un mensaje a la presidenta Cristina Fernández transmitió en su nombre y en el del gobierno español, el “más sincero pésame”.

"Kirchner es una persona que divide la historia en un antes y un después"
Pese al cuestionamiento a su figura de los sectores de la oposición -tanto en el peronismo opositor como en el radicalismo, el conjunto de la derecha y sectores de izquierda-, las declaraciones de los detractores de Kirchner fueron de respeto hacia lo que representaba y a su esposa, la presidenta Cristina Fernández.
Una de esas expresiones fue del peronista opositor Felipe Solá, adversario fuerte de los Kirchner, quien lo definió como un "líder especial y un luchador formidable".
Para Solá, precandidato presidencial para 2011, "Kirchner es una persona que divide la historia en un antes y un después" y subrayó que como presidente quitó a los argentinos el espíritu de resignación frente al desastre, tras la crisis económica que estalló en 2001.
Ciertamente, él y su esposa imprimieron nuevamente una mística de militancia dentro del peronismo, en los círculos nacionales y populares, pero también generaron un debate y confrontación política que parecía dormido en el país, y que incluyó desafíos hasta entonces eludidos por otros dirigentes y partidos.
Sus políticas de revisión de las violaciones a los derechos humanos de la última dictadura (1976-1983), la de retenciones a las exportaciones de cereales y la reforma a la ley de medios audiovisuales polarizaron la política nacional, y hoy fueron señaladas, inclusive por los adversarios, como muestras de su determinación y convicciones.
El intento de Néstor Kirchner y su sucesora y esposa, Cristina Fernández, por recuperar las tradiciones más cabales del peronismo, con desarrollo de planes sociales y políticas de asistencia a los más pobres, activó un enfrentamiento visceral que se reflejó incluso hoy en unos pocos habitantes ricos del Barrio Norte de la capital y en algunos sectores de la provincia de Córdoba, centro del país, quienes hicieron sonar cornetas al enterarse de su muerte.
Solá y otro opositor, el cineasta Fernando "Pino" Solanas, hicieron notar también su política exterior, volcada fuertemente a una alianza con gobiernos suramericanos que, en 2005, derivó en un rechazo regional al proyecto estadounidense del ALCA, en presencia del entonces mandatario de ese país, George W. Bush.
También la consultora Graciela Romer habló de un antes y un después. Es "evidente el impacto político por su muerte" debido a su influencia en el gobierno y en la política nacional, aseveró a ANSA.
"Me parece temprano para hacer una evaluación, pero veo dos escenarios posibles: o se agudiza la polarización política o se relaja en una búsqueda de gobernabilidad; o se refuerzan los sectores duros del gobierno o emergen las palomas, los conciliadores", conjeturó.


"Con Kirchner habría que invertir esa frase de mierda y decir: algo (bueno) habrá hecho"
Juan Gelman, poeta y premio Cervantes 2007
"La muerte de Néstor Kirchner crea un vacío enorme en la política argentina. Su Gobierno contra todas las dificultades de los intereses conocidos llevó adelante reformas para el plan económico que permitió, con la continuidad del Gobierno de Cristina Fernández, atravesar la crisis global en continuo crecimiento. A mi juicio su logro fundamental ha sido la política en materia de derechos humanos que permitió terminar con la capa de plomo de inmunidad que protegía a los verdugos de la más reciente dictadura militar argentina. Fue un gran hombre y lamento su pérdida."
Patricio Pron, escritor
"Ha sido una muerte absolutamente inesperada que redibuja el mapa político argentino. Personalmente, además de lamentar la muerte del que tal vez haya sido el mejor presidente argentino de los últimos 50 años, lo que me gustaría creer es que el proceso político que se inició con él no acabará con su muerte."

Leila Guerriero, periodista y escritora
"Creo que el sentimiento más o menos general es de conmoción. Yo por lo menos no tenía memoria de haber vivido la muerte de alguien que hubiese sido presidente, tan poco tiempo después de serlo. A pesar de que ha sido duramente criticado, ácidamente criticado por todos (sus opositores, los medios) ahora lo que se ve reflejado es el profundo pesar. Es lo que se suele hacer y lo que se debe hacer.
Aunque para los que han sido tan críticos, su muerte ha supuesto la desaparición de un factor perturbador de manera muy inesperada, yo creo que fue uno de los grandes presidentes de Argentina. Él tomó el mando cuando el país se vino abajo en 2001, en un momento muy crítico. Algunas cosas que parecían imposibles, como que este país volviese a ser un país, fueron posibles con él. Siento que la muerte de alguien así es extraña... Es raro mirar la historia tan de cerca.
Ahora la primera pregunta que hacerse es qué va a pasar con Cristina, si esta era, tal y como se decía, una pareja, un combo presidencial. Es un caso especial, ya que no se trata de una presidenta viuda. Se trata de algo con mucho más peso que la muerte de un cónyuge presidencial que provoca consternación. Era una figura de mucho peso en la política y, por lo menos en los primeros años de gobierno de Cristina Fernández, era él quien gobernaba en la sombra. Además, era el candidato del partido para las elecciones de 2011. Su muerte ha generado en torno a esa cuestión una incertidumbre enorme: ¿se presentará de nuevo Cristina? ¿Qué va a pasar con el aparato peronista? ¿Cuál será el futuro del kirchnerismo? ¿Le podremos seguir llamando así?"

Daniel Divinsky, editor
"Estoy sumamente consternado. Lo conocía muy distantemente. Aunque no me resultaba muy agradable, sí reconozco que hizo un cambio fundamental en la política argentina y puso el acento en cuestiones que no se habían tratado antes. Por falta de suficiente poder político propio dentro del peronismo, debió apoyarse en el poder sindical y en el poder de los alcaldes de las grandes ciudades cercanas a Buenos Aires, que siempre se movieron en la frontera de lo delictivo, aunque esto no quita relevancia a lo que introdujo desde su gobierno y que continuó el de su esposa."

Ana María Shua, escritora
"En primer lugar hay que decir que Néstor y Cristina gobernaban juntos en los dos gobiernos. Es muy contradictorio mi sentir, como el de buena parte de los argentinos. Buena del gobierno de los Kirchner, han hecho cosas extraordinarias, como una corte suprema independiente, excelente negociación de la deuda externa que era tres veces el PIB de la Argentina y hoy es un tercio del PIB, han tenido una política de derechos humanos extraordinaria y han incorporado al beneficio de la jubilación a dos millones de personas que toda su vida trabajaron en negro. Pero también han demostrado muy poco respeto por las instituciones democráticas y no les preocupó avanzar sobre los otros poderes; judicial y legislativo. Pero la muerte de Kirchner cambia el tablero político de la Argentina. Hay que esperar cómo reacciona Cristina y qué cintura va a tener."

Marcelo Figueras, periodista, escritor y guionista
"Néstor Kirchner fue el primer presidente democráticamente electo que me hizo sentir que lo que siempre había considerado un sueño era posible. Acabar con las amnistías y propiciar el juicio a los genocidas. Poner límites al FMI.
Impulsar una Corte Suprema de Justicia que fuese verdaderamente independiente, y por ende lo contrario de la Corte del faraón Menem. Kirchner valoró y colaboró con las organizaciones de derechos humanos. Fue un presidente que respetó las protestas populares, logrando que una policía brava obedeciese el mandato de no reprimir. (Sus antecesores inmediatos, Duhalde y De la Rúa, se fueron dejando detrás suyo un tendal de muertos.) Hasta la presidencia de Kirchner, la Argentina se contagiaba de inmediato de cualquier crisis económica. Las últimas crisis, se toparon por primera vez con una Argentina saludable.
Decir entonces que en Argentina hay un antes y un después de Kirchner es, pues, simplemente ser respetuoso a la verdad. Su muerte es una pérdida para Latinoamérica en general, pero ante todo para mi país. Espero sinceramente que el proceso que inició siga desarrollándose y perfeccionándose, para que la Argentina con la que millones soñamos desde hace tanto -sin exclusiones ni hambrientos, en la que los derechos de todos, y especialmente los débiles, sean respetados- esté más cerca cada día. Pero no soy ingenuo. En estos días veremos caras compungidas de muchos que por dentro sonríen, mientras afilan sus garras.
A Kirchner se le criticó su estilo confrontativo, pero el origen de la queja es transparente: hay ciertos poderosos que no estaban acostumbrados a que les pusiesen límites. Hasta el más simple manual culinario sabe que no hay forma de hacer tortilla sin romper huevos. Alguien dijo una vez que se puede medir a un hombre por los enemigos que supo ganarse. Si no contase con otra evidencia, me bastaría con la lista de los poderosos antikirchneristas para establecer que la estatura de este hombre debe haber sido, y sin cortapisas, formidable.
En la Argentina de la represión, cuando alguien quería justificar un secuestro y desaparición decía: algo habrá hecho. Con Kirchner habría que invertir esa frase de mierda y decir: Algo (bueno) habrá hecho."

Fuentes y fotos: Agencia ANSA, Archivo Señales, Diario El País