Las fuerzas políticas argentinas fieles a la presidenta Cristina Kirchner ganarán las calles con mitines destinados a presionar a la Corte Suprema, en reclamo de la aplicación de la polémica Ley de Medios y contra el fallo que restituye a un fiscal provincial resistido por el Gobierno.
Ambas concentraciones, que intentarán convertir en multitudinarias, fueron llamadas ante una agudización del enfrentamiento del Ejecutivo con los jueces del mayor tribunal del país.La primera manifestación está convocada para el martes 28, frente al Palacio de Justicia, para pedir que se aplique el artículo de la ley que obliga a poderosos grupos mediáticos a desprenderse de sus licencias de radio y televisión.
El segundo mitin, el 8 de octubre en la ciudad de Río Gallegos (sur), está llamado para rechazar una eventual intervención federal a la provincia de Santa Cruz (Patagonia), gobernada por el kirchnerismo y natal del ex presidente Néstor Kirchner (2003-2007), marido de la jefa de Estado.
"Que (los jueces) se corrijan (...) a la altura de esta nueva Argentina", dijo en un acto partidario el secretario Legal y Técnico de la presidencia argentina, Carlos Zannini, uno de los hombres con más poder e influencia en el Gobierno.
El Gobierno montó en cólera la semana pasada cuando la Corte dictaminó que Daniel Peralta, el gobernador kirchnerista de Santa Cruz (sur), debe restituir a Eduardo Sosa como procurador (fiscal de Estado) cuyos dictámenes ponían incómodo al oficialismo, y giró el caso al Congreso para que actúe.
"Impulsamos en el Congreso la intervención de Santa Cruz. Se debe respetar el Estado de derecho", anunció Federico Pinedo, jefe de la bancada de diputados del partido opositor liberal PRO (derecha), cuyo líder es el alcalde de Buenos Aires, Mauricio Macri, presidenciable para 2011.
Santa Cruz, una de las provincias menos pobladas de Argentina, con unos 230.000 habitantes, de producción petrolera y agrícola, fue la cuna política de los Kirchner y su plataforma de lanzamiento a la escena nacional.
"La presidenta va a impedir que Santa Cruz sea intervenida (...) Nosotros la pusimos (la Corte) para otra cosa (...) Si algo hizo este Gobierno fue respetar la división de poderes", se defendió Zannini, uno de los ideólogos del peronismo kirchnerista.
El alto funcionario aludió así a la reforma que impulsó Néstor Kirchner en su presidencia al remover a los antiguos ministros de la Corte envueltos en escándalos de corrupción y señalados como adeptos incondicionales de Carlos Menem cuando era presidente (1989-1999).
En reacción, la diputada liberal cristiana Elisa Carrió, una de las jefas de la oposición en el Congreso, dijo que "si los fallos de la Corte pueden ser o no desobedecidos realmente no hay Estado de derecho en Argentina".
El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, había señalado ante el Congreso que los proyectos de intervención de Santa Cruz son un "golpe de Estado", pero el constitucionalista Daniel Sabsay le respondió este lunes que "golpe de Estado es no cumplir con una sentencia de la Corte".
El otro frente de choque con la Corte radica en que el tribunal aún no se expidió sobre fallos judiciales que limitan la Ley de Medios, por lo cual creció la presión de las agrupaciones de la Coalición por una Radiodifusión Democrática (CRD).
"No es posible que los monopolios que aún conservan posiciones dominantes y más licencias de las que permite la ley, resistan su cumplimiento para preservar sus privilegios", señaló la CRD en un comunicado.
La CRD reclama a la Corte Suprema que empiece a correr el postergado plazo legal de 12 meses para que grupos poderosos de medios, entre ellos el que lidera el diario Clarín, se desprendan de algunas licencias.
El contexto de la demanda es una lucha que los Kirchner libran contra Clarín y otros medios, mientras que las entidades de prensa y la oposición la denuncian como un ataque a la libertad de expresión.
Foto: AFP
Fuente: Agencia AFP