jueves, 8 de julio de 2010

Repudian expresiones intolerantes y discriminadoras de Verónica Baró Graf

La Comisión de Libertad de Expresión y Formación Profesional del Sindicato de Prensa Rosario expresa su profunda preocupación y rechazo por la actitud y las expresiones adoptadas por la médica y ex candidata a concejala por el Partido Nueva Democracia Cristiana, Verónica Porcelli de Baró Graf
Las expresiones a las que hacemos referencia tienen que ver con las que están reñidas con los más elementales derechos que hacen a la convivencia democrática, a la tolerancia por las diversas formas del pensamiento y, sobre todo, por las elecciones, en este caso sexuales, que cada persona tiene derecho a realizar. Muy por el contrario, Baró Graf, casi remite a una postura inquisitoria cuando dice a los trabajadores de prensa que “están alimentando la hoguera y alguno va a morir en esto”.
La médica Porcelli es una figura pública, frecuente invitada en el programa Plan A que se emite por Canal 3, un espacio desde el que hace casi un culto por las fundamentaciones y opiniones que tienen que ver, justamente con la intolerancia. El miércoles pasado, cuando ya había terminado el envío, y a modo de discusión después de espetarle al conductor Gustavo Rezoaglio un reproche por su participación en el video “Rosario dice sí”, increpó al editor de Internet del programa Fernando Bruzzoni interrogándole acerca de si era gay. Semejante, atrevida e irrespetuosa actitud tuvo la adecuada reflexión del periodista que dijo “si estuviéramos en 1750 me quemaban en la hoguera”. Al periodista Bruzzoni no le molestó que le reprochara lo que ella creía acerca de su elección sexual y, a pesar de querer manifestarse heterosexual, estar casado y a punto de ser padre, pudo sentir en carne propia la discriminación que sufren tantas y tantas personas a diario, quienes además ven anulados sus derechos.
Esta Comisión del SPR considera indispensable esta manifestación pública ya que después del citado episodio y durante una entrevista que se le realizó por los micrófonos de LT8, Verónica Porcelli, sostuvo que “no fue así” lo publicado por RosarioI12*, aseguró que “todo lo que sea dicho será usado en nuestra contra”, y finalmente, después de responsabilizar al periodismo, de la manera más general, por “haber tomado una postura” -se entiende que a favor del matrimonio entre personas del mismo sexo, según ella-, expresó a modo de pontificación y casi de amedrentamiento público, que “sigan alimentando la hoguera, alguno va a morir en esto”. Hasta el vocabulario de Baró Graf es antidemocrático, casi un ícono del pensamiento único y no ayuda a la convivencia democrática donde todas las personas deben poder vivir en equilibrio, respeto e igualdad de derechos.
El trabajo periodístico, como trabajo intelectual humano, no está exento de subjetividad. La ética periodística viene entonces a poner un llamado de atención ante la presencia de esa subjetividad, para que los hechos sean difundidos de la manera más fiel posible, obligando a explicarlos en su contexto. Entonces, no es exacto, que sea el periodismo el que ha tomado postura en determinado tema, sino que es la sociedad en su conjunto la que reclama igualdad de trato.

Comisión de Libertad de Expresión y Formación Profesional
Sindicato de Prensa Rosario

*Gay
"Todos comentan que vos sos gay, ¿no sos gay?", preguntó la mediática vocera católica Verónica Baro Graf a Fernando Bruzzoni, encargado de internet del programa plan A de Canal 3, que el miércoles había estado dedicado a los detractores del matrimonio igualitario. Baro Graf había hecho otro comentario discriminatorio. Apenas terminó el programa y se apagaron las cámaras, le reprochó al conductor del programa, Gustavo Rezoaglio, su participación en el video Rosario dice sí. "Me sorprendió mucho, mucho, mucho, que vos aparezcas sosteniendo el cartel", le dijo, y dirigiéndose a Bruzzone continuó: "De vos no", con un gesto displicente. "Si estuviéramos en 1750, me quemaban en la hoguera", rememoró molesto Bruzzoni. Heterosexual, casado y a punto de ser padre, al periodista no le molestó que le dijeran gay, sino "haber sufrido en carne propia la discriminación que sienten muchas personas todos los días".