Abraham PiñeyroLa historia comenzó hace unos días, cuando La Verdad publicó en su portada una nota firmada por su director, Omar Bello, en la que develaba "La historia oculta de la prostitución VIP en Junín".
El periodismo debe criticar, investigar y dudar. Siempre. Si no, no es periodismo. La nueva etapa editorial que hace más de un año inició el Diario La Verdad tiene ese objetivo: hacer periodismo; reflejar lo que sucede en una ciudad y en la región, intentando no “comprar” la historia oficial.
Claro que ese periodismo molesta e incomoda. Y cuando sacude los cimientos de determinadas actividades y profesiones puede llegar a generar reacciones cobardes que, a modo de amedrentamiento, utilizan oscuras técnicas que en otras épocas del país hubiesen dado un resultado inmediato.
Alrededor de las 17 del sábado 5 de junio y a las 13.30 del último martes se recibieron dos llamados, uno en el conmutador del diario y otro en la sala de Redacción. “Por qué no se dedican a escribir las ‘bolu...’ de siempre, en vez de meterse con los médicos... porque la van a pasar muy mal”, dijo una voz masculina anónima. El sábado último La Verdad publicó una nota sobre una investigación judicial por un presunto caso de mala praxis. La primera intimidación estaba referida a otro artículo relacionado a la prostitución VIP en Junín. “No hablen más de las p.....”, sentenciaron, aunque en este caso el mensaje estaba dirigido al director de La Verdad, Omar Bello.
A partir de la publicación de la primera amenaza, la fiscalía de turno en el Departamento Judicial de Junín inició de oficio una Investigación Penal Preparatoria (IPP) Nº 3943-10 para determinar desde donde se efectuaron las llamadas que llegaron al diario.
Ayer, el director periodístico de La Verdad, Federico Monti, concurrió a prestar declaración testimonial ante la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio Nº 8, actualmente subrogada por la fiscal Mirta Monclá.
En el mismo testimonio, Monti denunció el segundo llamado amenazante que ingresó el martes directamente en la sala de Redacción del diario y fue atendido por uno de los periodistas.
“Esta amenaza no sólo afecta a quienes firman una nota, sino a todos los periodistas del diario, la radio y de todo Junín”, sostuvo Monti.
El director periodístico de La Verdad remarcó que “estas amenazas se dieron en menos de dos semanas, pero también recibimos otro tipo intimidaciones a partir de algunas otras notas, aunque no hicimos la denuncia judicial. Pero estos llamados telefónicos subieron de tono, y nos pareció que intervenga la Justicia e investigue”.
Por la prostitución
Cuando alguien se molesta o se queja por una nota periodística, siempre y cuando no sea por un error de información, quienes desarrollan profesionalmente esta actividad sienten cierta satisfacción. Aunque una amenaza no deja de preocupar. Antes de que La Verdad publicara “Tacos altos”, “La historia oculta de la prostitución VIP en Junín”, al menos tres personas (periodistas) hicieron la producción de ese informe que firmó Omar Bello. Recogieron varios testimonios, inclusive el de una de las mujeres que se dedican a la prostitución, hablaron con encargados de bares, restaurantes y hoteles. También se hicieron entrevistas a dos fiscales que (de la justicia Federal y de la Provincia), quienes investigan si en la ciudad existe una red de prostitución que podría ser la fachada de algo aún más grave: la trata de personas. Esos fueron los elementos con los que La Verdad abordó el tema.
Mala praxis
Los mismo ocurrió con la nota sobre una investigación penal que había iniciado la Justicia por un presunto caso de mala praxis en una clínica de Junín, en el que perdió la vida una joven de 22 años.
Además del testimonio de la madre de la víctima, el artículo contaba con la palabra del fiscal a cargo de la instrucción de la causa, Javier Ochoaizpuro; uno de los médicos responsables de la clínica, Fabián García; y el Hospital Interzonal, el nosocomio donde falleció la chica después de permanecer casi un mes en estado de coma. Igual que en el caso anterior todas las fuentes fueron consultadas y dijeron lo suyo.
Después de estas notas, evidentemente hubo cimientos que se movieron y generaron reacciones: “Por qué no se dedican a escribir las ‘bolu...’ de siempre, en vez de meterse con los médicos... porque la van a pasar muy mal”.
Aclaración: en La Verdad hacemos periodismo.
Certeza y veracidad de la información
La ex jueza Mary Mitchell hizo llegar a la Dirección de La Verdad y a sus periodistas su solidaridad por las amenazas contra el diario y expresó su “respeto” hacia “el periodismo independiente atacado por amenazas que no tienen más argumentos que la cobardía del anonimato ante la falta de respuestas que no pueden dar sobre sus propias conductas bajo investigación”.
En un comunicado titulado “Certeza y veracidad en la información periodística”, la abogada señaló además que “extiendo este mensaje al señor Director del diario -Omar Bello-, y al personal con el que, juntos, hacen el diario todos los días”.
Repudio de la Asociación de Periodistas del Noroeste Bonaerense (APeNoBa): “Los cobardes no van a callar a los periodistas”, dijo Carreras
Hacer periodismos nunca fue fácil. Hubo épocas en las que las opiniones podían costar la vida. Cuando un llamado podía generar el despido, sin miramientos, de un periodistas que sólo hacía su trabajo e informaba. Por eso las amenazas telefónicas recibidas por La Verdad por dos notas de investigación son un golpe artero a la libertad de prensa y sobre todo representan un acto cobarde que pretende acallar las voces de los trabajadores.
“Los cobardes no van a callar a los periodistas. No podemos permitir que se intente atropellar el derecho a opinar e informar”, aseguró Oscar Carreras, secretario general de APeNoBa y secretario de prensa de FATPren.
“Es un hecho gravísimo que nos remite a los años más oscuros de país. Es necesaria una enérgica reacción de la sociedad, no se puede tolerar que los cobardes intenten frenar el trabajo de los periodistas”, aseguró Carreras.
“Desde APeNoBa y la FATPren manifestamos nuestro apoyo a los trabajadores del diario, para que sigan haciendo su trabajo en total libertad. Sin que la cobardía de aquellos que siguen mirando el pasado con añoranza, no dinamite las libertades ganadas con la democracia”, sentenció Carreras.
Fuente: Diario La Verdad