miércoles, 28 de abril de 2010

Una "jodita" que jode

Por: Mario Piazza*
Como espectador, uno puede sustraerse al mandato de ver un programa como el de Tinelli, con esa concepción tan obtusa y ramplona de lo que es ser “vivo” y de lo que es pasible de risa. Me basta con poner otro canal o apagar la tele (o directamente, no encenderla). Con todo, no deja de haber un daño del que uno no podrá zafar y es el daño ambiental generado por la acción “educativa” del programa, que uno terminará padeciendo de un modo u otro en la vida cotidiana. Pero hay un límite que se ha transpuesto cuando una comunidad en principio librada de la exposición al programa porque carece de televisión es víctima de una cruel burla de sus productores (de las que ellos llaman “joditas”), como le ocurrió al pueblo de Colonia Uriburu, Apipé, en la vecina Corrientes. ¿Es esto acaso un signo del cerrado micromundo del rating a toda costa en el que viven los hacedores del programa y que no les permite medir el efecto que sus acciones puedan tener en el prójimo, o es posible acaso que ellos hayan pensado que la satisfacción de los pobladores por la donación recibida fuera a potenciarse por la transitoria pesadilla previa a que se les sometiera? ¿O será, más llanamente, que la “acción solidaria” del programa para con los habitantes de Colonia Uriburu tenía su precio, a ser cobrado con una cuota de humillación? Si esa “jodita” llegase a ganar el aire en algún próximo programa, ganando el status de hecho festejable, entonces sabremos que estamos verdaderamente mal.

*Mario Piazza es realizador audiovisual, docente y editor del boletín independiente Cineastas Rosarinos, que, distribuido por correo electrónico, está dirigido a los realizadores y estudiantes de medios audiovisuales de la ciudad de Rosario, ver más acá.