sábado, 24 de abril de 2010

Paraguay: Criticas al monopolio de Cablevisión

La mala señal de una empresa monopólica
Por: Arnaldo Alegre - aalegre@uhora.com.py
Entre las tantas democracias que faltan consolidar en este bendito vergel se halla la relación entre consumidores y empresas. Acá los clientes tienen la razón, cuando ella coincide con la de la prestadora del servicio.
No hablamos de las entidades públicas, páramo de desquicios varios, en donde ni el EPP quiere esconderse. Hablamos de las empresas privadas, un continente a conocer, donde aún rige la ley del más fuerte; por supuesto, no en todos los casos.
En los últimos 20 años florecieron servicios de distinta índole. Tarjetas de créditos, telefonía celular, internet, cooperativas y otros similares.
Con aciertos y críticas, allí se puede vislumbrar aún algo de decencia gracias al imperio de la competencia. Un consumidor -después de sufrir las consecuencias de las letras chicas que no leyó en el contrato y alguno que otro interés ubicado peligrosamente cerca de la usura- al menos puede optar por cambiar de compañía.
En otros casos ni siquiera se tiene ese consuelo. Un ejemplo emblemático de esta frustrante situación es el de la televisión por cable, que en Asunción tiene un solo nombre: Cablevisión. Monopolio que le dicen.
Yo soy un cliente de esta empresa. Feliz cuando no me suben arbitrariamente el costo del servicio (por el débito automático me entero del encarecimiento una vez consumado), cuando recibo la revista a tiempo, cuando no debo soportar publicidad por una prestación paga y cuando no debo escuchar una voz cibernética que me dice, al cortarse la señal: "Ya sabemos que tiene problemas...", pero no me informa cuándo carancho se solucionará.
En el resto de los casos soy muy infeliz. Por cierto, últimamente este servicio ya me genera ansiedad existencial. Hace un par de días vi pasar uno de esos grupos de tercerizados que arreglan el cablerío de la empresa. Misteriosamente, minutos después la señal se tornó borrosa y estoy a punto de quedarme bizco por ver en pésimas condiciones las señales prémium.
Como no puedo irme a otra empresa, le ruego a mi Dios monopólico que arregle mi señal, para poder seguir disfrutando de su programación. Tengan un poco de piedad.

Fuente: Últimas Noticias