"Estoy asilada aquí porque no me garantizan mi seguridad y no tengo adonde irme",
dijo Cabrera en declaraciones publicadas hoy por el diario La Tribuna.El pasado 1 de marzo unos desconocidos dispararon desde un automóvil sobre el vehículo en el que viajaba Cabrera y su amigo el también periodista Joseph Ochoa, quien murió en el atentado.
Cabrera, cuya hija de 16 años, la cual estaba embarazada, fue asesinada el año pasado de la misma manera, afirma que es perseguida por las denuncias de corrupción que ha hecho en televisión y que involucran a funcionarios del Gobierno de Manuel Zelaya, quien fue derrocado el pasado 28 de junio por un golpe de estado.
"A mi me dieron de alta hace quince días, pero supliqué aquí en el hospital que no me echaran porque siguen las amenazas, estoy asilada dentro del Hospital Militar", añadió.
Cabrera relató que le han tenido que colocar en el brazo izquierdo una placa metálica y varios tornillos debido a las heridas que sufrió en el atentado.
Además, tiene otra herida de bala en el costado izquierdo.
"No sé cómo les voy a pagar, pero si no puedo, yo traigo una carpa y me quedo viviendo aquí, porque yo no duro una hora viva allá afuera", dijo Cabrera al periódico La Tribuna.
"Estoy asilada aquí porque no me garantizan mi seguridad y no tengo adonde irme", insistió la comunicadora, quien además teme por la vida de los policías que le puedan brindar seguridad.
"El día que salga no voy a aceptar a los policías porque quiero que me masacren como ellos quieren, ya no quiero más muertos y a los policías los van a matar", señaló Cabrera.
Cabrera es conocida en Honduras por conducir polémicos programas de televisión y radio, y trabajó en el estatal Canal 8 de televisión durante el régimen de facto que presidió Roberto Micheletti tras el golpe de Estado a Zelaya.
El embajador de Estados Unidos, Hugo Llorens, quien pocos días después del atentado visitó a Cabrera en el Hospital Militar, le dijo que contara con apoyo de su país, pero, según la periodista, no le ofreció asilo político.
Fuente: Agencia EFE