jueves, 18 de marzo de 2010

Jean Daniel:"El mejor legado que nos ha dejado Camus es saber decir "no"

Jean Daniel, escritor, gurú de periodistas y fundador de "Le Nouvel Observateur", ha estado en Madrid para hablar de Albert Camus, de cuya muerte se cumplen este año 50 años. "Uno de los mejores legados que nos ha dejado Camus es saber decir 'no'", dice el que fuera gran amigo del autor de "La peste".
Por: Carmen Sigüenza
"Saber decir 'no' es más importante hoy en día de lo que era cuando vivía él. Porque vivimos en una época en la que las presiones son todavía más fuertes, sobre todo por parte de los medios de comunicación y por parte de Internet, en particular. Antes estaba la publicidad, y ahora hay que añadir la tecnología", argumenta en una entrevista con EFE Daniel, a sus casi 90 años, llenos de lucidez.
Con un mirada nostálgica, Jean Daniel (Bilda, Argelia, 1920) recuerda a Camus, al que además le unía su origen, porque ambos eran "pieds-noirs", argelinos de origen europeo que salieron de Argelia tras la independencia. Pero el tema de Argel al final les desuniría por un desacuerdo, y es que Camus no creía en una negociación con el Frente de Liberación Nacional argelino porque utilizaba la violencia.
Porque Camus, el gran explorador de la condición humana, que murió de forma absurda en un accidente de coche en 1960, fue un gran pacifista que nunca justificó la violencia.
"Lo que yo he sentido por Camus es muy parecido al amor, y hace poco que lo he dicho y lo repito: durante diez años Camus ha sido el sol y el honor de mi juventud, una expresión que utilizo en España porque adquiere mucho más significado y remite al orgullo castellano de Camus, cuya madre era española, de Menorca, y que él llevaba en la sangre", asegura este maestro de periodistas, que comenzó su amistad con el escritor un día de 1953.
Fue cuando el Premio Nobel, autor de "El extranjero", le llamó a "Cariban", la revista que Daniel dirigía, para que publicara un texto de uno de sus amigos.
"El día que me llamó fue un día feliz. Fue como una iluminación, porque yo le idealizaba. Él entonces era muy famoso. Ya había publicado 'Calígula', 'El extranjero' y 'El mito de Sisifo', y en París estaba en un montón de fotos con la actriz María Casares, su amante, y con sus amigos. Eran todos muy guapos y quería conocerlos. Era una leyenda y, gracias a esa llamada, yo pude escribir más tarde mi primer libro. Fue muy emocionante".
"De Camus también podemos aprender a no seguir el movimiento general, a no copiar lo que hace el vecino, a no dejar que los demás piensen por ti. Es una cuestión de resistir un poco al aire del tiempo, ir 'a contracorriente', como dice el título de mi libro", añade Daniel, en referencia al libro que sobre las ideas de Camus y sus planteamientos éticos publicó hace un par de años en España, en Galaxia Gutenberg-Círculo de Lectores.
Y otro de los mensajes importantes que, en opinión de Dabiel, nos ha dejado Camus es su reflexión acerca de la revolución.
"El segundo mensaje que nos ha dejado sería el relacionado con la reflexión sobre la revolución en general, porque Camus reflexionó mucho sobre la revolución marxista, leninista estalinista, los bolcheviques..., pero nos ha enseñado, y deberían analizarlo los jóvenes de hoy, que la revolución siempre ha tenido una especie de aureola romántica muy básica, siempre se ha soñado con sustituir lo que es por lo que debería ser, pero con un sentimiento primario".
"Él solía decir: 'Me rebelo, por lo tanto, soy', pero añadía que la revolución es la suma de ese sentimiento rebelde y de la violencia, y que no había que olvidar que la violencia destruye el ideal originario de la revolución. Señalaba que, cada vez que un oprimido toma las armas en nombre de la injusticia, pone un pie en el campo de la injusticia. Eso es un tema clave".
"Nunca el fin justifica los medios -continúa-, ni siquiera con los nazis, que son el mal absoluto. Si utilizamos las mismas armas acabamos pareciéndonos al enemigo, sostenía".
"Y yo, cuando fundé 'Le Nouvel Observateur', les dije a mis jóvenes periodistas: "Aprobaremos todos los movimientos rebeldes, pero desconfiaremos de todas las revoluciones", recalca Daniel, premio Príncipe de Asturias.
Este legendario periodista recuerda en su libro "A contracorriente" cómo sentía el periodismo Camus, quien defendía que había que ser critico y que "era el oficio más hermoso del mundo". Y Daniel advierte: "Ojo con Internet, porque es una amenaza para el periodista, pues le ha privado de su autoridad y competencia".

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uente: Agencia EFE