martes, 16 de marzo de 2010

Crítica de la Argentina: Ampliaron los cruces genéticos de los Noble

Por una orden expresa de la Cámara Federal, el juez de la causa debió enviar los datos de Marcela y Felipe para que se comparen con todos los ADN disponibles de familiares de desaparecidos durante la dictadura
Por: Martina Noailles
La verdad está más cerca. Después de 26 años de un escandaloso expediente judicial, los hijos adoptados por Ernestina Herrera de Noble podrán saber si son hijos de desaparecidos. Las gotas de sangre de Marcela y Felipe Noble están desde ayer en el Banco Nacional de Datos Genéticos esperando ser cruzadas con las muestras de todos los familiares que buscan a los bebés robados en la dictadura. Fuentes con acceso a la causa confirmaron a Crítica de la Argentina que la orden fue dada el jueves por el juez federal Conrado Bergesio, tras un fallo de la Cámara de San Martín que rechazó todas las apelaciones de los abogados de los jóvenes y le exigió al magistrado, una vez más, que concrete los estudios. Si se respetan los carriles normales, los resultados deberían estar en un mes.
Los papeles secantes con la sangre de Marcela y Felipe estuvieron durante dos meses y medio en el despacho del juez Bergesio. Allí durmieron, desde el 29 de diciembre hasta ayer por la mañana, junto con los objetos personales secuestrados un día después en sus domicilios de Martínez. Las muestras de sangre habían sido tomadas tal como querían los hijos de la dueña del multimedio Clarín: en el Cuerpo Médico Forense, y no en el Hospital Durand, como marca la ley, y bajo la condición de que serían entrecruzadas tan sólo con las familias García-Gualdero y Miranda-Lanuscou, querellantes en la causa.
Esas gotas de sangre y el ADN hallado en aquellos peines y cepillos de dientes son los que ahora, y muy a pesar de los intentos de los abogados de las víctimas de frenar los análisis, determinarán si Marcela y Felipe son dos de los cuatrocientos hijos de desaparecidos apropiados durante la dictadura.
Después de tanta quietud, las últimas decisiones de Bergesio sorprendieron a las Abuelas de Plaza de Mayo. Si bien en su mayoría respondieron a órdenes de los camaristas Alberto Criscuolo, Hugo Gurruchaga y Daniel Rudi, el juez avanzó en tres meses lo que no había caminado en casi siete años al frente del expediente.
Con esa experiencia a cuestas, el abogado de Abuelas, Alan Iud, se mostró cauto. “Esperamos que la Justicia siga adelante más allá de quiénes sean las personas involucradas. Los fallos de la Cámara fueron muy claros: este caso debe resolverse como un caso más. Hasta que no se concreten los análisis no vamos a estar tranquilos”, advirtió.
Luego de la orden del juez y con las muestras de sangre en el Banco Nacional de Datos Genéticos, los pasos que quedan para conocer la verdad son muy pocos. El organismo deberá fijar una fecha para las pericias, notificar a los peritos de parte, abrir frente a ellos los sobres con los datos genéticos de Marcela y Felipe, y entrecruzarlos con los que están en el banco. Aproximadamente un mes después, los resultados estarán disponibles.
Además de terminar con la incertidumbre alrededor de la identidad de los jóvenes, los estudios también son imprescindibles para saber qué responsabilidad, si es que le cabe, tuvo y tiene Ernestina Herrera de Noble en las irregularidades que rodearon a los expedientes de adopción de Marcela y Felipe en mayo y julio de 1976.

Fuente:
Crítica de la Argentina