viernes, 12 de febrero de 2010

Víctor Hugo Morales: "Este es un Gobierno que quiere ser progresista, pero no le da el timming"

El periodista uruguayo se convirtió involuntariamente en el portavoz del ex presidente para justificar su compra de U$S2 millones, y en la última semana pasó de ser uno de los principales críticos del kirchnerismo a ponerse al frente de la pelea del Gobierno contra el grupo de medios. Sin embargo, mantiene críticas hacia el oficialismo al que califica como peronista con “espasmos progresistas”. En una charla con LPO cuenta cómo fue la comunicación con Kirchner, defiende el uso de reservas para pagar deudas y critica a la oposición.
Por: Francisca Valsecchi
Néstor Kirchner eligió a Víctor Hugo Morales para justificar la compra de U$S 2 millones. Lo hizo a través de un llamado. Un llamado que parece haber calada tan hondo en el relator de fútbol, que le dio un giro a su programa La Mañana de Continental. A partir del día en que tuvo al ex presidente del otro lado de la línea, cambió sus punzantes críticas hacia el Gobierno y se puso al frente de la pelea con Clarín.
“Le dije a Kirchner que me interesa cualquier denuncia contra Clarín”, confesó en una breve charla en radio Continental, donde de lunes a viernes conduce “La Mañana”. Programa que también produce y por eso llega religiosamente a las 8 en punto, pasa raudamente entre los escritorios sin dejar de decirle a cada uno de los periodistas del informativo su amable y efusivo “buen día” con el que comienza a transmitir a partir de las 9 en la AM 590 y se enfrasca en decidir qué temas tratarán y de qué manera en cada emisión. Así es que la semana pasada resolvió ser el portavoz de Kirchner para explicar la polémica compra de divisas en 2008 cuando el dólar estaba “planchado”, desmentir una tapa del matutino de Ernestina Herrera de Noble en el que informaba que el ex presidente se había ahorrado $300.000 con esa operación y llamar a la calma de los mercados a través de una entrevista con el ministro del Interior, Florencio Randazzo, en la que negó una corrida.
Esta vez, su rutina comenzará a las 8.15. “Tenemos 15 minutos para todo porque yo produzco mi propio programa”, apura la entrevista el uruguayo, pero abierto a debatir cualquier tema anticipa: “Preguntame lo que quieras”.
A cada pregunta, uno de los productores le alcanzaba un mate. Y dos sorbos eran suficientes para pensar la respuesta.

Fue un crítico feroz durante la pelea del kirchnerismo con el campo en 2008, pero se convirtió en el primer defensor de la ley de Medios y del programa “Futbol para Todos” y ahora de Kirchner, ¿qué lo hizo cambiar?
En el caso concreto de lo que pasó en esta última semana, donde Kirchner me llamó y luego me envió un mail explicando porqué había comprado U$S 2 millones en 2008, se trató de reparar una injusticia que cometí.
Hice una crítica terrible, durísima, y quise corregirla. Expliqué que no había tenido razón. Lo que vino después son las críticas del periodismo que dicen que él no puede tener esa plata. Pero ese es otro tema. Y en eso estoy de acuerdo. Dicen que Kirchner no debe hacer negocios mientras sea presidente. Y yo creo lo mismo. El o cualquiera.
Lo que no se puede hacer cuando se piden disculpas es decir “pero” para volver a tener razón. Lo que estaba en discusión es si Kirchner había comprado los U$S 2 millones para especular, lo que me parecía deleznable, o si era para pagar un compromiso que tenía, lo que me parece perfectamente lógico. Ese es el único cambio que tuve.

¿No le cuestiona que haya podido usar información reservada que sólo tienen hombres del poder para comprar dólares mientras el Gobierno lo mantenía “planchado”?
El no sólo no usufructuó la información, sino que perdió dinero con eso.

¿Cómo es eso? Si hubiera comprado los dólares en noviembre cuando hizo la transferencia para adquirir el Alto Calafate, tendría que haber gastado $180.000 más…
El compró dólares a $3,25 y cuando pagó el compromiso, la divisa estaba a $3,29, con lo cual la ganancia de él era de unos $100.000, que era la misma ganancia que hubiera obtenido si ponía ese dinero en un plazo fijo en el banco. Por lo tanto no sacó ningún tipo de ventajas, por lo que no usó información privilegiada. Ese tema rotundamente no existe. Cualquier cosa que se diga al respecto es desdeñosa, para mí. No tengo que recorrer un camino miserable para criticar a Kirchner. Ahora, si me preguntan si me parece lógico que él haga negocios. No. Me parece deleznable. Si hablamos de las tierras fiscales, seré el primer denunciante, como lo fui. Si se trata del incremento de la fortuna de Kirchner, me parece vergonzoso porque un presidente tiene que dar por satisfecho con el altísimo honor que significa llegar a tal distinción y no puede vivir siendo una persona enloquecida por la plata. Es un pésimo mensaje para la población.

¿Cómo fue la conversación con Kirchner?
Me llamó y me dijo: “Mire Víctor Hugo, yo le quiero aclarar a usted por su honorabilidad. Porque los demás no lo van a corregir, pero creo que usted con este dato va a pensar distinto. Yo no compré los dólares para especular, sino porque tenía una obligación en dólares que tenía que pagar en esos días. Los compré a fines de octubre, de manera legal, en blanco, y dando la cara que es lo que me imputa, porque se podrá imaginar de cuántas maneras una persona pública puede adquirirlos”. Y es cierto. ¿Quién sabe si yo, Víctor Hugo, compro dólares o no?
Después, como efectivamente él decía, el periodismo salió a cuestionarse cómo puede ser que él tenga ese dinero. Eso es otra cosa. Yo sólo quise rectificar lo que había dicho sobre la compra de los dólares creyendo que había especulado. Y eso es lo que corregí.

¿Sólo eso?
¿Te parece que una conversación de Kirchner conmigo puede recorrer otro camino que no sea las explicaciones de esa compra?

¿Tuviste más conversaciones con él?
Hablé una vez más porque él me dijo: “Fíjese que los que me acusan, como Clarín, compraron portafolios para sacar dinero del país”. Y me enumeró: En enero, tanto, en febrero, tanto, en marzo, tanto, y en junio, tanto. Y me prometió pasarme las cifras detalladas. No me las pasó. Le dije que una denuncia contra Clarín, a mí me interesa porque hace 15 años que estoy peleando contra la mafia del grupo. Eso fue en la primera conversación después de que me explicó la compra de los U$S 2 millones. La segunda ocasión fue cuando por radio se decía que lo que se había comprado (el Hotel Alto Calafate) no estaba a su nombre. Me llamó para aclararme que sí estaba a su nombre y que lo que se estaba informando era la integración del directorio. “El paquete accionario es 90% mío y 10% de mi hijo, pero las personas que figuran son quienes integran el directorio, que cambiaron al otro día de que compré el paquete”. Ahí le dije que no se olvidara de mandarme lo de Clarín. Todavía no lo hizo.

¿Te molestó ser el vocero del Gobierno en el tema de la compra de U$S 2 millones?
A mí no me molestó nada. No fui vocero del Gobierno. Sólo atendí una llamada de una persona que me dijo que estaba dando información errónea. Y la corregí como lo hice también recientemente de una información del diputado (de la Coalición Cívica) Juan Carlos Morán, a quien saqué al aire porque no estaba de acuerdo con algo que yo había dicho. Kirchner no me dijo de salir al aire y a mí no me gusta sacar notas improvisadas que lo único que se hace es discutir. Así que me vino muy bien que la conversación fuera así.

¿Es verdad que después de esa conversación bajó el rating del programa?
Eso en la radio se mide cada tres meses. La llamada de Kirchner provoca que haya gente que se enoje y otra que se alegre. El programa no puede depender de ser escuchado o no por esto. Es estéticamente distinto a todos los demás.

¿Te da miedo ser funcional al Gobierno?
No. Lo único que me da miedo es dejar de ser libre. Hace una semana estaba matando al Gobierno. ¿Qué funcional puedo ser? Ahora, ocurrió que lo estaba matando sin razón. Y corregí esto.

¿Cómo tomaron este giro en la radio?
No tengo la menor idea. Hace meses que no veo un jefe de la radio, ni un directivo. Nadie me jodería.

¿Es verdad que tuviste una pelea con Fernando Bravo porque él viene después que tu programa y se cayó la audiencia?
Con Fernando tenemos extraordinaria y cordial relación y se nota cada día al aire.

¿Creés que este Gobierno es progresista y de izquierda?
No. Tiene espasmos progresistas. Es un Gobierno que quiere ser progresista, pero no le da el timming. Serlo es muy difícil y le toca lidiar con una población muy de derecha como la argentina.

¿Qué críticas mantenés hacia el Gobierno?
El Indec me parece un mamarracho. El estilo de Gobierno, no lo comparto.

El uso de reservas para pagar deuda…
Estoy a favor (dice tajante). Hago este razonamiento. Una vez yo iba a comprar un departamento y tenía un dinero en el banco. A ese banco fui y pedí un préstamo para ir pagando de a poquito y que no me doliera. Pero el gerente, un amigo, me dijo: “Vos vas a comprar con el dinero que yo te presto y vas a mantener el tuyo depositado aquí. Por tu dinero yo te pago el 5% y por el que te presto, te cobro el 15%. ¿Por qué no te prestás vos mismo?”. Esto es lo mismo. ¿Por qué el país no se presta a sí mismo el dinero que le sobra, que es un excedente, que no está para sostener la moneda? La oposición dice que si lo gastan ya, el Gobierno va a hacer cosas, le va a dar felicidad a la gente. Y si le dan felicidad a la gente no los votan a ellos en la siguiente elección. Esto es tan elemental como argumento que no permite discusión.
Lo único que hay que tener cuidado es que el Fondo del Bicentenario pase por el Congreso. Estoy a favor del uso de las reservas y en contra del procedimiento.

Y te diferencias de Hermes Binner, uno de los políticos presidenciables, al que se sabe le tenés aprecio...
Tengo una gran estima por Binner, por (Pino) Solanas, tengo respeto por (Elisa) Carrió, cariño por (Margarita) Stolbizer, admiración por (Rodolfo) Terragno. Soy variopinto.
Pero que me caiga bien Binner, no quiere decir que tenga que estar de acuerdo con todo lo que hace y porque crea que están mal algunas cosas que hace el Gobierno, no significa que critique todo. Binner dice que hay una cláusula por la cual el Gobierno después podría avanzar sobre más fondos. Si esto es así, no está bien.
La cuestión debe ser que se le pregunte al Congreso si puede usar los U$S 6.500 millones para pagarle a los bonistas. Y la próxima vez que necesite tocar el fondo de reservas, que le vuelva a preguntar al Parlamento. Es la única manera.

¿Estas de acuerdo sobre cómo el Gobierno viene llevando el programa de “Fútbol para Todos”?

Sí. Lo está llevando extraordinariamente bien. Es una maravilla para la población lo que está ocurriendo, siempre y cuando el Gobierno pague esto con el dinero que antes se usaba para publicidad. Y creo que esto es lo que se está haciendo. Mientras no se demuestre lo contrario o el Gobierno no cometa un desliz de gastar otro dinero, me parece muy atinado. Publicitariamente al Gobierno le da mucho mejor resultado porque el fútbol llega a toda la población.

Estimaciones privadas hablan de un déficit de $180.000 y el propio jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, reconoció que el Estado tuvo pérdida en el Torneo Apertura, ¿seguís de cerca cuánto se gasta y cuánto ingresa?
No hay información todavía. Pero sería la peor traición que pueda hacerse el Gobierno. El periodismo no puede decir nada de lo que gasta el Gobierno en publicidad hasta 1.200 millones porque en la primera parte del año pasado, gastó 600 millones de pesos en publicidad. Lo que no estaba mal a junio del año pasado, no puede estar mal ahora. Creo que el Gobierno debe gastar toda la pauta en el fútbol porque es una vía extraordinaria que le llega masivamente a todos los target. El kirchnerismo debe volcar el dinero de publicidad oficial en los medios oficiales. Y chau. Lo que pasa es que hay una gran hambruna y una gran expectativa de los medios privados de vivir del Gobierno. Yo no tengo ningún interés de que alguien pueda apretarte porque tiene dinero, como ha pasado en la radio y en el informativo. No quiero ver un peso de la publicidad oficial en los medios, pero ellos sí quieren hacerlo. Cuando Clarín recibió 188 millones de pesos de enero a junio no dijo qué barbaridad, qué gasto de publicidad. Cuando ese monto va para el fútbol, y por lo tanto para el pueblo, sí lo dicen.

Fotos: Juan Carlos Casas
Fuente: La Política On Line