Ignacio Hernaiz explica los planes de crecimiento del Canal Encuentro. En apenas tres años, la señal del Ministerio de Educación ganó mucho prestigio. Esta temporada se podrá ver por internet, tendrá una versión infantil y ampliará su programación con una serie de especiales por el Bicentenario
Por: Fernanda Nicolini
Desde hace un año y medio, Ignacio Hernaiz está al frente del canal Encuentro. Pero su vínculo con la señal nació antes de que existiera, el día en que Daniel Filmus –con quien trabajaba en ese entonces– le dijo en pleno vuelo que tenía ganas de hacer un canal del Ministerio de Educación. Pisaron tierra, se lo propusieron a Néstor Kirchner, recibieron su aprobación, eligieron a Tristán Bauer como director y lo lanzaron. Quizás no haya sido así de lineal y sencillo, pero lo cierto es que funcionó. Tres años después, es uno de los canales más prestigiosos de la grilla y está a punto de ampliarse: a partir de marzo se podrá ver por internet, y en poco tiempo tendrá su versión infantil.
“La señal para chicos está en pleno desarrollo –cuenta Hernaiz, quien trabajó toda su vida vinculado a políticas públicas de educación–. Fue un año de capacitación, de discusión y debate, con participación del equipo, de gente de las casas productoras y de especialistas en educación. Tenemos una cantidad de producciones iniciadas para Ronda Paka Paka, que es la franja de dos a cinco años, y adquisiciones internacionales con tono iberoamericano. Verdaderas joyitas”.
¿Cuál es el criterio para seleccionar algo que tiene que competir con Cartoon Network o Disney?
Es el mismo desafío que con Encuentro. Si uno logra combinar formatos, estilo, personajes y emisores atractivos, el contenido resulta de entretenimiento pero con una línea de formación, de valores y actitudes. Ninguno de los esquemas preparados es lo que se ve en Disney Channel, sin dudas. Lo bueno es que la nueva señal va a llegar a las escuelas rurales de todo el país a través del sistema TDH, que es la televisión satelital gratuita. Sólo se necesita un decodificador y una antena para captarla.
¿Qué nivel de penetración real tiene Encuentro en la población?
En Cosquín hicimos una actividad y, a medida que iban llegando, yo les preguntaba de dónde eran. Eran como 500 personas de unas veinte provincias. Antes de empezar pedí que levantaran la mano aquellos que veían Encuentro con habitualidad. ¿Qué porcentaje esperaba yo que levantara la mano? Un cincuenta por ciento habría estado perfecto, pero lo hizo un noventa. ¿Qué clases sociales? El público de Cosquín: clase media, clase media baja, no había una sola persona que uno pudiera identificar como clase media alta. Así que la penetración es sorprendente y supera cualquier preconcepto.
¿Con qué presupuesto cuenta Encuentro?
Es un presupuesto de unos 25 millones. Si comparás con países desarrollados con experiencias similares, tenemos un presupuesto muy sencillo pero muy bien aprovechado, y cada vez más intensificamos la incorporación de otros recursos, como la coproducción con universidades o algunos sponsoreos. Para Presidentes de Latinoamérica, Encuentro no puso un peso: lo hicieron SADOP y Suterh, y hubo cuatro colaboraciones más.
¿La calidad depende de la cantidad de recursos?
No, para nada. Acá primero hubo un diseño de modalidad de producción y de parámetro de calidad que fue marcado por Tristán Bauer. Llegan muchísimos documentales que no cumplen ni siquiera los chequeos técnicos y los productores delegados hacen el trabajo artesanal de supervisar todo lo que se genera en las productoras: guión, imagen, calidad. A veces un primer capítulo va y viene diez veces.
No es tan fácil entrar en Encuentro, entonces.
La mayoría de los programas van a licitación y están hechos por productoras externas a Encuentro. Cada vez se presentan más y de las mejores del país. Están Campanella, Stagnaro, Lorena Muñoz...
Supongo que lo hacen más por prestigio que por plata.
Claro, no hacen la gran diferencia pero vos mirás un poco esa mesita (señala un aparador con premios), y ves que es un indicador muy fuerte. Y además muchos quieren participar como un modo de contribución de transformación social y cultural.
¿Qué podría pasar con Encuentro en caso de un cambio de gobierno?
Nosotros esperamos que siga con otro gobierno, sea de la misma orientación política o de otra, siendo un canal que tiene un respaldo social del 99,9%, conserve el canal. Sin dudas articulamos las políticas públicas con el Ministerio de Educación y otros ministerios, así que hay un reflejo en el hecho de ser un canal del Estado. Pero hasta ahora hemos tenido absoluta autonomía intelectual y artística: hemos cuidado que no haya un contenido partidario y estamos convencidos de que es plural. Lo que hay, básicamente, es un compromiso con la educación –por eso todo lo que se produce en Encuentro a nivel educativo llega a las escuelas rurales en DVD–, con los derechos humanos y con la justicia social.
¿Por qué no había un canal así?
Hubo intentos muy fallidos de llevar el tema educativo a la televisión. Un ejemplo: Telescuela técnica; mi papá trabajó ahí y era una catástrofe. Las experiencias en cable tampoco embocaban en cómo educar y entretener al mismo tiempo. Y éste fue uno de los aciertos de Encuentro. Tristán Bauer fue un acierto. El valor de Encuentro es esa estética de cine en su génesis unida al trabajo de un equipo increíble.
Programación bicentenaria
A partir de abril, el canal Encuentro se va a sumar a los festejos del Bicentenario con una incorporación técnica: toda la programación contará con closed caption, para hipoacúsicos, y audiodescripción, para ciegos. Ignacio Hernaiz adelanta: “Va a haber especiales de Paenza, de orquestas y coros, de las mujeres argentinas del Bicentenario, de literatura, de Feinmann, entre muchas otras cosas. Pero nos dimos cuenta de que había poco para niños, así que vamos a presentar La asombrosa aventura de José Zamba, una animación digital infantil que cuenta la historia de la revolución.
¿Se estrena el film de San Martín con Rodrigo de la Serna?
Sí, el 17 de agosto. Nuestra idea es llevarla a los cines y a todos los espacios televisivos, aulas, universidades y escuelas.
¿Y el resto de los próceres?
Vamos a filmar una serie de especiales para televisión de Belgrano, para lo que ya está trabajando Juan José Campanella en la dirección, y queremos tener un actor de primera línea. Tratame bien y te lo digo en secreto (Julio Chávez...).
Fuente: Crítica de la Argentina