lunes, 22 de febrero de 2010

Javier Darío Restrepo: “Una de las vulneraciones más frecuentes es cuando al periodista le pagan salarios de hambre”

El destacado periodista colombiano estuvo en Cochabamba y presidió un taller sobre Ética en el periodismo
Por: Cartagena T. Jenny
La prensa, para algunos gobernantes latinoamericanos que están tratando de concentrar todo el poder en sus manos, es todavía un “poder suelto” y el más peligroso, por lo que se han propuesto aprobar nuevas normativas. Es el caso de Ecuador, Bolivia, Argentina y otros, que deben poner en alerta a los periodistas, manifestó el periodista colombiano Javier Darío Restrepo.
Según el también reconocido profesor, las leyes de prensa que se vienen elaborando ponen en evidencia la intención de muchos gobiernos latinoamericanos que están concentrando todo el poder en las manos de su presidente, el tener también el control de los medios de comunicación, que es el poder que aún les queda suelto.
“Para ellos, la tarea estará completa cuando no haya ningún poder suelto por ahí, y el poder suelto más peligroso es la prensa. Y es deber de los periodistas defender la libertad de información no por interés propio ni gremial, sino porque es una necesidad de la sociedad”, aseveró el periodista colombiano.
Restrepo estuvo en Cochabamba el pasado viernes para dictar un taller a los periodistas de esta ciudad sobre ética, dentro el seminario de dos días sobre Fortalecimiento del Ejercicio del Periodismo en la promoción de la estabilidad y la paz en Bolivia, organizado por la Unión Europea y el Centro Carter. Aprovechando su estadía es esta ciudad visitó Los Tiempos y tuvo una charla con los periodistas de este medio en la que se refirió al rol y a la misión de los periodistas, así como a los desafíos que actualmente enfrentan éstos y los medios de comunicación.
Restrepo, también escritor de varios libros, principalmente sobre ética en el periodismo, señala que la situación que se está viviendo en varios países de la región tiene que poner en alerta a los periodistas, pero también debe llevarlos a reflexionar.
“¿Hasta qué punto se va a utilizar como pretexto las fallas de los periodistas para imponer controles a la prensa? Lo cual es muy posible, pues hay una desgraciada lógica que están siguiendo muchos gobiernos latinoamericanos. Es la de concentrar primero mucho poder en las manos de un presidente, y eso es dañino.
Anotó que un presidente que maneja el Ejecutivo, también controla el Legislativo y el Judicial, pero además controla el Ejército, la economía… No será un presidente democrático, sino es un dictador. Y frente a esto hay un papel fundamental de la prensa, “abrirle los ojos a la sociedad sobre el peligro que tiene el que en una sola persona concentre todos los poderes”.
Manifestó que se tiene que estar alerta, porque si son leyes que se dictan para crear mecanismos de control, en los que tiene la mayoría de participación el propio gobierno y se va a convertir en juez y parte, “la prensa, que tiene como función fundamental fiscalizar a los poderes, y si el poder restringe la capacidad fiscalizadora de la prensa, la está desnaturalizando”.
Sostuvo que una sociedad es libre cuando puede tomar decisiones libres, y una decisión libre es imposible sin una buena información. Entonces, hay una cadena: los periodistas informan, la información que llega al lector debe ser completa e independiente y el lector conoce la realidad concreta, entonces decide en libertad.
Precisó que una de las misiones más dignificantes del periodista es que cada vez que está informando está contribuyendo a la libertad de la sociedad.

La autorregulación es vital
El periodista Javier Darío Restrepo advierte que en la defensa de la libertad de información hay el peligro de que los propios periodistas desfiguren esa misión por un afán gremial. “Hay que dejar de lado esa solidaridad gremial que le convierte a uno en irracional y no le permite examinar las cosas. Primero: preguntarse si ese proyecto de ley de comunicación tiene fundamentos en fallas del periodismo boliviano, ecuatoriano o venezolano, y si esto está dando pie para que se quiera imponer una disciplina a la prensa”.
Manifestó que hay que ser conscientes y críticos de que, por ejemplo, estamos fallando en la formación de los periodistas. Periodistas que salen sin capacidad para investigar, sin rigor informativo; periodistas que están buscando más el espectáculo que la realidad.
Anotó que la autorregulación le da una gran credibilidad a un medio y ésta debe partir del propio medio. “Constantemente se tiene que examinar el producto de la empresa, sus fallas y poner reglas para que se corrijan los errores. Poner esas reglas, eso es autorregulación. Pero no es lo mismo autorregulación que autocensura”.
La autorregulación es un conjunto de normas que se da a sí mismo para hacer un trabajo que garantice calidad y permita evitar cometer errores. En cambio, la autocensura es ese miedo interesado o cobarde para decir las cosas o imponer silencio.

“Con pasión se hace buen periodismo”

Durante su visita a Santa Cruz Javier Darío Restrepo se tomó unos minutos para analizar los aciertos y errores de las prácticas periodísticas en la región. Plantea priorizar un tratamiento informativo ético y responsable. En etapa electoral aconseja concentrarse en el elector para ayudarle a tomar decisiones inteligentes
Por: Ana María Copa Vásquez
La tarea del periodista es clave para la construcción de una ciudadanía y para que la democracia mantenga su equilibrio, manifestó Restrepo y concreto con el compromiso de que “el periodista tiene que ser un constructor de ciudadanía”.
¿Qué importancia están dando los medios de comunicación de la región a la ética y a la responsabilidad periodística en sus coberturas diarias?
Hay un problema grande en los medios de comunicación cuando mezclan la lógica de la ética profesional con la del negocio. Es un error convertir el periodismo en una fuente de ganancias. Cuando el negocio mete la mano en el quehacer profesional del periodista, lo degrada. Éste es un tema de prioridades. Cuando se logra que el buen periodismo sea lo supremo y la ganancia esté subordinada a éste y sirva sólo para hacer más productiva la empresa, entonces se tiene una empresa ideal en materia ética y de negocio.
La crisis económica global afectó. En los últimos años, han ido desapareciendo algunos medios de comunicación porque no resultaron rentables. Por otro lado, ciertos medios comenzaron a depender más de la publicidad y a subordinarse a los intereses de los anunciantes. Esa dependencia debe tener límites. Cuando se cubre la noticia sólo para lograr que el anunciante quede satisfecho, es un fracaso. El periodista no está para hacer publirreportajes o publinotas; que lo hagan los publicistas. El único jefe del periodista es el lector o el oyente. Hay que tomar en cuenta que lo ético y la calidad marchan a la par en el periodismo. La ética incluye compromiso con la verdad, responsabilidad e independencia.

En procesos eleccionarios como los de Bolivia, ¿cómo puede asegurarse un tratamiento informativo imparcial?
Cuando el periodista no está buscando satisfacer a uno u otro partido o candidato y se concentra en el elector, en darle la mejor información para que pueda tomar una decisión inteligente, se contribuye a un periodismo equilibrado y útil que fortalece la democracia.
En un periodo electoral es cuando más se requiere información para la gente; no la información que habitualmente da aquel periodista que va a la sede de los partidos y tiene la ilusión de entrevistar en exclusiva a los candidatos.
Al fin y al cabo los candidatos son ciudadanos que tienen que convencer a los electores de que ellos poseen méritos para aspirar a un determinado cargo o puesto. El periodista tiene una gran responsabilidad, le corresponde enseñar a la gente cuál es la realidad política y la de los candidatos que buscan su voto. Y eso se logra con un buen trabajo de reportería. La publicidad política no hace pensar al elector, lo incita a actuar bajo sensaciones. El periodista tiene el papel de hacer pensar y razonar al elector.

¿Cómo evalúa la cobertura de hechos tan sensibles como los desastres naturales? En el caso reciente del terremoto de Haití algunos periodistas se involucraron a fondo en el hecho noticioso. ¿Qué tan positivo o negativo es actuar así?
Cuando el periodista convierte esa información en show (para obtener mayor circulación, rating o incluso prestigio personal) pierde de vista lo más importante, que es la práctica de un periodismo solidario. Este tipo de periodismo no está contaminado por el egoísmo y es de alta calidad. El periodista solidario es aquél que se olvida de sí mismo, del medio y se concentra en buscar la forma más eficaz y respetuosa de ayudar a las víctimas. Algunos medios de comunicación sólo se concentran en pedir ayudas materiales para los afectados sin pensar en que esas personas están sufriendo interiormente y claman por otro tipo de apoyo. Un buen periodismo debe ser respetuoso del dolor y particularmente de la dignidad de las personas.
La generalidad de los cubrimientos de catástrofes naturales tiene mucho de sensacionalista. El periodista, a veces sin darse cuenta, sólo se conforma con transmitir lo que ve y oye, no da un servicio eficaz a las víctimas a través de una información rigurosa y exacta.

¿Cómo se puede informar de forma equilibrada sobre noticias de violencia sin omitir los hechos ni incitarlos?
Lo más importante es no informar solamente con los sentidos, es decir, no caer en la información sensacionalista. Cuando uno tiene por delante muertos, víctimas, sangre, llanto, uno tiende a sensibilizarse y a contar únicamente lo que esta viendo y oyendo. Hay la tentación de transmitir la información que más sensibilice a la gente y por tanto la que más venda. Sin embargo, el periodista tiene la responsabilidad de movilizar no solamente los sentidos de la gente, sino su inteligencia y su sentido de responsabilidad. Debe hacer pensar a los lectores u oyentes en el hecho a que identifiquen las causas del mismo para poder prevenirlo en el futuro.

¿Qué recomendaciones da a los futuros profesionales de la comunicación?
Es importante que sepan que el periodismo no hay que ejercerlo como un poder, sino como un servicio. Tiene una característica muy propia: es una pasión, no un cálculo. Si uno ejerce este oficio como servicio y con mucha pasión, puede estar seguro de que está haciendo un buen periodismo.

“Una de las vulneraciones más frecuentes es cuando al periodista le pagan salarios de hambre”
Resaltando que la utopía no es una negación del lugar, relacionando al periodismo ético y señala a la ética como una utopía, porque tendrá que ser construida.
¿Cómo ve el periodismo en Bolivia y su situación actual con el Gobierno de Evo Morales?
En el pasado me preocupaba porque cada vez que llegaba había un enfrentamiento, ahora veo un país en plena efervescencia y está buscando su camino, la cuestión es cómo yo como periodista puedo contribuir a que el país tome el camino que corresponde por el bien de todos.

¿Cuál es el mensaje del maestro sobre el fortalecimiento del periodismo en Bolivia?
Los periodistas deben tomar la profesión no como un poder, sino como un servicio y no olvidarse que uno es periodista, no por cálculo, sino por pasión, el componente pasión es indispensable para ser un buen periodista, no por la remuneración, premios o fama, porque se deforma la profesión, ésta se gana en nobleza y dignidad, cuando es por pasión y servicio a la sociedad.

¿Siguiendo esa línea, cómo considera los blogs que circulan en el que califican al periodismo como una profesión no digna?
Habría que pensar cómo ejercen el periodismo las personas que escriben sobre el trabajo, porque una persona que hace el periodismo, es algo que hace enorgullecer, nunca piensa que el periodismo por sí sea indignificante, es el periodista que lo convierte en digno o indigno, si lo he ejercido indigno, pues tengo esa visión, pero los periodistas viejos, que han entendido que el periodismo es su vida, es un factor dignificante.

¿Una ONG en un informe señala que el periodista está siendo vulnerado en sus derechos, esto lo puede aseverar usted como un miembro del gremio?
Eso sí es cierto, el periodista muchas veces es víctima de los que violan sus derechos humanos, y una de las vulneraciones más frecuentes es cuando al periodista le pagan salarios de hambre y lo ponen al borde del soborno o de hacer trampas.
Una persona con un salario de hambre tiene que luchar por su supervivencia y entonces es cuando se vuelve más vulnerable a las tentaciones de recibir dinero de donde no debe recibir, eso se convierte en una violación radical, no sólo del derecho de justicia sino a la dignidad profesional.

¿No es una contradicción, si usted señala que al periodismo se lo tiene que ver como una pasión y no una ocupación, pero antepone el salario?
Es que el recibir un salario digno es un derecho fundamental, y las pasiones no se dan en seres angelicales que no beben ni comen o que paguen arriendos, es una pasión que tiene que ser sostenida por los derechos fundamentales.

¿Cómo se debe fortalecer el periodista, para no caer en la manipulación de los candidatos en plenos procesos electorales?
Me parece que lo principal es que el periodista tenga una clara identidad de su profesión y que sepa para qué es la profesión, si no sabe para qué es entonces va a estar confuso y manejado o manipulado por todas aquellas que lo presionan, pero si sabe que su gran objetivo es la sociedad y que el único que respeta es su lector, oyente o televidente, no habrá lugar a confusiones.

¿Cómo observa que en Bolivia, el Presidente esté manejando los poderes del Estado?
Es un verdadero peligro para la sociedad, es un riesgo, es lo mismo que se está discutiendo en Colombia, es lo mismo que se discute en Ecuador y lo que están padeciendo en Venezuela, creo que los pueblos pueden tener una mayor sabiduría, no es aceptable ni constituye para un país que los poderes se concentren en una sola mano, la democracia es un juego de pesos y contrapesos, de equilibrios y monopolios, poderes que tienen las distintas instituciones.

Periodistas que ingresan al mundo de la política salen siempre heridos
El periodista colombiano Javier Darío Restrepo habló abiertamente sobre el riesgo profesional para los periodistas que incursionan en política
Existe una delgada e imperceptible línea que separa a la política partidaria del periodismo, pero si los directos representantes de éste sector, es decir los periodistas, trasponen esta especie de frontera y luego tratan de retornar a ejercer la profesión, lo hacen heridos de muerte, afirmó el periodista colombiano Javier Darío Restrepo.
“El trabajador de la prensa debe ser independiente, pero no basta simplemente con serlo, también debemos parecerlo, debemos de crear condiciones para que la gente crea nuestra verdad, y reclinándonos a la política, esto se complica”, manifestó.
Esas fueron las expresiones del destacado periodista, en un seminario taller realizado en la ciudad de Cochabamba, la semana pasada, sobre “Fortalecimiento del Ejercicio Periodístico en Promoción de la Estabilidad y la Paz en Bolivia”, organizado por entes del sector, con el apoyo de la Unión Europea y el Centro Carter.
Esta percepción de Restrepo, se fundamenta en que la mayoría de los casos conocidos en los que periodistas, dejaron su profesión para ser “políticos”, pasado cierto tiempo y por algún motivo salieron mal parados, además de “gravemente heridos”
Estas heridas serían causadas por “estocadas” de la clase política inmiscuidas en el poder, al que el profesional debe resistir, en la ética del periodista, instrumento fundamental para su ejercicio, y a su credibilidad con su público.
El triste retorno al redil de éstos comunicadores, según el prolífico colombiano, resulta cuasi imposible, pues deben empezar nuevamente a construir su carrera, ladrillo a ladrillo, prácticamente de cero, con el aporte de honestidad principalmente y el compromiso con la sociedad a la cual se debe un periodista, que día a día se encuentra relacionado con la continua búsqueda de la verdad.

Poder vs periodismo
Tomando en cuenta estas consideraciones el periodismo resultaría ser el elemento de equilibrio, entre el llamado poder gobernante y la sociedad que se encuentra en el ecuador de este entuerto.
“Mucho se habla de que el periodismo es un poder, que hace competencia a los poderes del Estado... ¡cosa más falsa!, pues no somos poder, nosotros debemos potenciar la palabra de la población, que es nuestro verdadero amo, ni los dueños de los medios en realidad lo son, nos debemos a la sociedad”, puntualizó Javier Darío Restrepo.
Por tanto el periodista debe actuar creando comunidades bien informadas, dando prioridad a los asuntos, a los problemas de la población por sobre los políticos.
“En la actualidad crece la tendencia de considerar a los políticos como solicitantes de trabajo, en especial en época electorales, los jefes o contratantes de estos aspirantes a cargos son a quienes nos debemos, la sociedad, hay que darles más espacio, más importancia, porque los políticos pasan son caducos, mientras la población es perenne”, explicó.
Es así que el trabajo periodístico tiene que proponer y girar sus conceptos en base a restituir el vigor a la “palabra”, hacer énfasis en fortalecer la conciencia de la sociedad, fiscalizar con mayor profundidad el accionar de instituciones públicas y privadas, pero principalmente difundir valores y dar esperanza con su labor, porque el periodista es noble y digno.

Fotos:
Portugal Noé, Diario Los Tiempos
Fuentes: Diarios El Deber, Los Tiempos, La Patria y El Mundo