domingo, 7 de febrero de 2010

Emilio Lafferranderie, "El Veco" 1932 - 2010

El reconocido periodista uruguayo Emilio Lafferranderie, "El Veco", quien murió ayer en Lima a los 78 años víctima de una enfermedad cardíaca, fue considerado como uno de los cronistas deportivos más importantes de Sudamérica.
El estilo del "El Veco" dejó huellas no sólo entre sus colegas y lectores sino también entre sus amigos, uno de ellos, el ex presidente uruguayo Julio María Sanguinetti, quien señaló este domingo que el estilo periodístico del cronista se basó mucho en la caracterización de los personajes y la gran sensibilidad que plasmaba en sus notas.
"Eso lo hizo ser un periodista muy singular en el mundo del deporte", manifestó el ex gobernante uruguayo a Radio Programas del Perú (RPP).
En una entrevista con EFE en marzo de 2009, Lafferranderie recordó que empezó en el periodismo deportivo a los 21 años y que en sus 56 años en el oficio siempre ha tratado de superarse y colocar en sus notas "una pincelada risueña".
Reconoció que su maestro fue el periodista uruguayo Ricardo Lorenzo Rodríguez, 'Borocotó', quien lo llevó en 1960 a trabajar en el diario bonaerense La Razón, en ese momento el de mayor venta en español en el mundo.
Años antes había empezado su carrera en Uruguay, donde estudió hasta el tercer año de Odontología, en el semanario Fútbol Actualidad y luego en el diario Acción.
Fue columnista de La Hoja de los Lunes/Jueves, bisemanario de deportes que se editó en la década de los ´80. Tras trabajar en El Gráfico y ser jefe de deportes de El Día, el decano de la prensa en Montevideo, y en Radio Sport, llegó a Perú en agosto de 1982 para escribir durante cuatro meses para el diario El Comercio y luego fue contratado por Panamericana Televisión.
Ese llegada se dio para comentar las incidencias del Mundial de España '82, al que Perú había clasificado tras dejar en el camino a Uruguay y Colombia, un resultado que fue pronosticado por el periodista en su propio país y que le granjeó algunas críticas.
Para muchos Lafferranderie, quien trabajó también para Radio Programas del Perú (RPP), fue un referente del periodismo deportivo.
El conductor de un programa deportivo de la televisión peruana Eddie Fleischman, quien relató que "El Veco" le regaló su libro De vuelta al barrio que publicó en Uruguay y le puso en la dedicatoria: "seré periodista deportivo hasta el día en que me muera".
"Esa frase creo que reúne la persistencia de lo que ha sido en general la carrera de "El Veco", las capacidades, virtudes que tenía (..) más allá de eso tenía una obsesión por la perfección del trabajo y un nivel de persistencia", explicó Fleischman a RPP.
Fleischman dijo que durante el Mundial de Alemania 2006 "El Veco", quien entonces tenía 74 años, "caminaba una tras otra, todas las sedes, viajaba de madrugada por los trenes, siempre con lap top en la mano, metido entre los periodistas tratando de sacar la última novedad".
"El Veco" también ha publicado el libro Fútbol es pasión, publicado el año pasado por Planeta y que siguió al primer texto "Oído a la música".
En él reunió las crónicas y perfiles escritos en los últimos años por este reconocido cronista que, para el poeta peruano Antonio Cisneros, marcó "un antes y un después" en el periodismo deportivo peruano.

‘El Veco’ dedicó su última columna a Lionel Messi
Antes de ser internado en una clínica local, Emilio Lafferranderie escribió en El Comercio una elegía al mejor futbolista del mundo:
Por: Emilio Lafferranderie
En solo tres días y ante el mismo rival que lo eliminó de la Copa del Rey, el Barcelona se secó las lágrimas y marcó goles de pelota al pie y definición lustrada para un 4-0 quizás clave en la marcha de la liga. Es la confirmación de un equipo aceitado, para muchos el mejor del mundo y respaldado por el inteligente “beau geste” de Pep Guardiola, al declararse absoluto culpable de la derrota del miércoles con la idea de excluir a la tropa, quitarle responsabilidad y arrojar muy lejos las mochilas del remordimiento.
El Sevilla se hizo fuerte en el primer tiempo, aunque con el autogol de Escudé en la alborada de la etapa final prácticamente suicidó su posibilidad en la lectura fría del desarrollo. El imprevisto 1-0 apuntaló la confianza del Barza y después llegó un pequeño concierto, sin apuro y con música de salón. Un pase excepcional del gran Xavi Hernández se prolongó en la recepción en velocidad de Pedro para ampliar la ventaja. Iniesta sumaba su creación excelsa como si sus botines tuvieran un pega pega ineludible para que la pelota transitara segura, Abidal creció, muy buen trabajo, mientras el motor de Dani Alves rompía marcas junto a la raya para el desborde incontrolable. Y el resto tendría a Lionel Messi como el gran protagonista. Dos goles en plena área para ratificar que el rosarino es capaz de transformar la cesión más simple. La entrega más boba, más cantada, en una redonda obra de arte por su exquisito dominio del balón y ese gen de la definición que le regaló su madre desde el babero. ¡Todo lo que despierta la “Pulga” en el Camp Nou! Otra vez los hinchas se pararon en las tribunas y se inclinaron reverentes ante la majestuosidad creativa, como si se tratara de una figura mística, un semidiós de la cancha a quien se le debe rendir tributo con obligación de misa. Un cabal fenómeno que recién cumplirá 23 años el 24 de junio y ya tiene 101 goles en su haber. Un cronista español ha dicho que la diferencia de cinco puntos sobre el Madrid que dominó al Athletic y que cayó injustamente 1-0 en Bilbao radica en sus entrenadores. Resaltó la capacidad del técnico catalán con la ventaja de un equipo hecho a su paladar y con apoyo de todo el tiempo necesario ante el laberinto aún no resuelto de Manuel Pellegrini, que apurado por números en contra sigue ensayando con urgencia de ambulancia y el sábado ante el Athletic dio circulación a Guti y Raúl, reservados durante largo pasaje en convocatorias olvidadas o en la nevera del banco. En el Barza el colectivo está hecho. En el Bernabéu hay un equipo en construcción que aún no pisa firme. Es importante comprar figuras de peso. Están, aunque por ahora Kaká y Cristiano Ronaldo no asoman a la altura del conductor brillante del Milan ni del francotirador implacable del equipo de Alex Ferguson. ¿Todo podrá llegar? ¿Habrá mucho tiempo más para que Pellegrini lo concrete? Por ahora Valdano dice que sí.
¿Y Florentino Pérez? Es hincha de Pau Gasol y no se pierde un partido de los Lakers. Se entretiene con la NBA. A falta de goles, bienvenidas las canastas. Le cambiaron el paisaje a fuerza de aspirinas.

Foto: Archivo / El Comercio
Fuente: Agencia EFE, El Comercio