De las más de mil informaciones recogidas en 17 periódicos digitales y que corresponden a las tres primeras noticias de portada, sólo cuatro corresponden a inmigración, lo que refleja que este tema es la asignatura pendiente de los medios en internet. Esta es una de las conclusiones del libro "Periodismo digital en tiempos de crisis. Un caso de estudio: el tratamiento de la inmigración en los medios"
El volumen, segundo del fruto de la colaboración de Fundación Telefónica con el Observatorio de Periodismo en Internet de la Universidad Carlos III –el primero fue 'El periodismo en la era de Internet', también en esta colección–, ha sido coordinado por María Pilar Diezhandino, catedrática de Periodismo de esta universidad, y analiza el tratamiento de la inmigración en los medios digitales y la situación informativa en general de este sector informativo en España. Han contribuido al estudio Guadalupe Aguado, Pilar Carrera, Matilde Eiroa, José Fernández-Beaumont, José Vicente García Santamaría, Teresa Sandoval y Bárbara Yuste.
De las más de mil informaciones recogidas en diferentes medios digitales y que corresponden a las tres primeras noticias de portada, sólo cuatro corresponden a inmigración. Al margen de las decisiones políticas (decisiones del Gobierno, acuerdos de ayuntamientos, proclamas, acciones policiales y manifestaciones) que suscitan interés noticioso, la inmigración es motivo periodístico sólo cuando se ha producido un suceso destacable o un drama humano: es decir, cuando tenga la consideración de “sin precedentes”.
Los autores del estudio afirman que el mensaje informativo digital sobre la inmigración trata sobre ilegales, irregulares, delincuencia, actos racistas, pateras, drogas, mafias, redes de prostitución, centros de atención, muertes en el Estrecho, acciones policiales y rescates, y se presenta a nivel mediático como motivo de inquietud.
Según los expertos del estudio, al presentar como noticiable aquello que abiertamente está fuera de lo normal y que se ofrece como apariencia de cotidiano se falsea la realidad: los medios, a pesar del uso de las TIC y la Red, mantienen su tendencia natural a la simplificación, el caso aislado y la ausencia de contextualización comprensiva.
Falta de especialización periodística en inmigración
Los medios digitales españoles no han creado nuevos perfiles profesionales para atender una realidad: España es, según el Informe Mundial de Población de la ONU, el décimo país del mundo por número de inmigrantes y el primer destino de la emigración en Europa. Inmigrante y autóctono conviven en estrecha vecindad y confraternidad en una realidad conjunta que no se hace visible en los medios por la falta de especialistas.
Según los autores, frente a la experiencia ciudadana, más pragmática y libre de prejuicios –según el estudio del CIS n.º 2731–, se encuentra el tratamiento informativo de la inmigración por parte de los medios digitales: “hay una evidente distancia entre la realidad mediática y la vida real de las gentes.”
El resultado de esta falta de especialización es la desinformación y la publicación de todo cuanto se desprende del foco institucional y de la agenda política, sin que se sigan en el tiempo con afán investigador los resultados de esas decisiones o acciones gubernamentales, acuerdos o manifestaciones en materia de inmigración
Hacia un replanteamiento del futuro informativo en la Red
La otra parte del estudio observa los principales rasgos del comportamiento periodístico en la Red y la naturaleza de los cambios que se han producido en el periodismo clásico como consecuencia del uso habitual que el ciudadano hace de los blogs y las redes sociales y otros recursos de la Red como los buscadores, la tecnología RSS, los agregadores, la Wikipedia, YouTube, etc.
Para los autores, los medios digitales tendrán que realizar un replanteamiento serio de su futuro papel en el ámbito en continuo crecimiento de la información: apuntan a que mantendrán su presencia y reforzarán su papel como creadores activos de opinión en la medida en que afinen sus métodos de trabajo, reformulen la función que quieren representar en la sociedad y sean conscientes de la necesidad de los receptores y consumidores de información de creer en ellos. Ya no es suficiente la actualización de la información, sino que la búsqueda de participación ciudadana es una constante, hasta el punto de que la diferencia entre el número de los enlaces documentales (56,98%) y los interactivos (53,92%) es mínima.
Los medios digitales muestran una tendencia ascendente al uso de gráficos en sus noticias de portada –un 56,62%–, a diferencia de los agregadotes de contenidos, como Google News o los marcadores sociales como Menéame. Por otro lado, los expertos señalan que más de la mitad de las noticias que ocupan las portadas de un medio digital incorporan enlaces e hipervínculos, indicadores de su relevancia informativa. El tema prioritario de los medios digitales es el político: de hecho, la voz y la presencia del político va más allá de los temas propios de su ámbito de referencia. La presencia de los políticos como personajes de las noticias de portada en los medios digitales asciende a un 43,68% de los casos.
La presencia de las agencias de noticias se afianza en detrimento de las de elaboración propia del medio: de ellas procede el 38,95% de los contenidos en los medios analizados. Apenas un 2,45% de la cobertura responde a la agenda propia del medio (búsqueda y elaboración propia de la noticia). De hecho, un elevado número de los medios digitales trabajan habitualmente sin fuentes o con referencias incompletas (el 24,18%), no identifican las voces ni referencias y recurren habitualmente a referencias del tipo “según fuentes de la investigación”, “fuentes de la Delegación del Gobierno”, “fuentes policiales”, etc. Se camina, pues, hacia una especie de “genérico institucional” que sirve para la institucionalización de la información.
En general, el estudio indica que estamos asistiendo en los medios digitales “a la cultura de la atomización informativa, basada en el concepto frágil de noticia entendida como novedad, sujeta casi siempre a intereses espurios (mercantiles, propagandísticos, electoralistas, etc.), convirtiéndose en el producto básico del gran mercado de la comunicación donde imperan los más fuertes. Se incorporan así los titulares fáciles, propios de temas ligeros, de ocio y un punto sensacionalistas.”
Fuente: Terra