jueves, 14 de enero de 2010

Crítica de la Argentina: La pelea con Clarín se cobró otra víctima

La Casa Rosada echó a la presidenta y al vice del organismo que se ocupa de perseguir el lavado de dinero y la financiación de actividades terroristas. El Ejecutivo les había pedido que vincularan al multimedios con operaciones económicas ilegales.
La guerra entre Olivos y el Grupo Clarín se cobró ayer una nueva víctima. Cristina Fernández de Kirchner removió a Rosa Falduto de la presidencia de la Unidad de Investigaciones Financieras, el organismo que se ocupa de identificar y perseguir el lavado de dinero y la financiación de actividades terroristas. La Casa Rosada resolvió expulsar a la funcionaria luego de que trascendiera que esa oficina había recibido la orden del Poder Ejecutivo de “encontrar” alguna operación sospechosa en la que estuviera involucrado el multimedios. Falduto será reemplazada por un especialista en darle pelea a Clarín: se trata de José Sbattella, el ex responsable de la Comisión de Defensa de la Competencia, el mismo que fue destituido por haber rechazado la fusión entre Cablevisión y Multicanal en los días en que el Gobierno que sacaba provecho de un armonioso matrimonio con el holding de medios más poderoso del país.
Con Falduto también se irá el vicepresidente de la UIF, Moisés Rabinstein, con quien estaba fuertemente enfrentado. La salida del número dos del organismo responde a una exigencia que estableció Sbattella para asumir, que reclamó llevar consigo a gente de su mayor confianza. Rabinstein será reemplazado por Gabriel Cuomo, quien ya acompañó a Sbattella cuando éste ocupó la Dirección General de Aduanas.
Desde la Casa Rosada se intentó ayer disimular las razones de la remoción de la cúpula de la UIF. El ministro de Justicia, Julio Alak, de quien depende la unidad, explicó que la intención del Gobierno es darle impulso al organismo. “La última crisis internacional originada en Estados Unidos determinó como recomendación de los organismos internacionales redoblar los esfuerzos sobre lavado de dinero y el control de paraísos fiscales”, afirmó el ministro. Ciertamente, Falduto no tenía una buena imagen entre sus colegas del mundo. De hecho, en los últimos meses se conocieron una serie de denuncias contra la UIF, entre ellas la de una comisión que funciona bajo el mando del Ministerio de Justicia, donde se consignaron fallas significativas en la investigación de los delitos económicos por parte de la Unidad de Investigaciones Financieras.
Pero el verdadero motivo del cambio en la cúpula de la UIF fue a la pelea con Clarín. “No le perdonaron que hubiera ventilado conversaciones que deberían haber quedado entre ella y los Kirchner”, reveló una fuente cercana a la funcionaria. En la última semana de 2009, el diario La Nación informó que el propio ministro Alak llamó a Falduto y le ordenó a la UIF que investigue al grupo por lavado de dinero. Después de la publicación del episodio, las horas de Falduto en la unidad quedaron contadas.
A Sbattella lo sondearon hace unos días. Y la semana pasada se reunió en la Casa Rosada con Cristina Kirchner. A solas. Allí, la Presidenta le planteó las dificultades que tiene la Argentina para reposicionarse frente a los cuestionamientos del Grupo de Acción Financiera (GAFI) y las recomendaciones del G-20 sobre operaciones de lavado de dinero, especialmente sensibles desde que estalló la crisis financiera en los Estados Unidos y sensibilizó a los mercados globalizados.
“José, el organismo está subutilizado. Hay que ponerlo en acción”, lo alentó Cristina a la hora del ofrecimiento. Según relataron las fuentes que siguieron la negociación en los últimos días, Sbattella pidió “manos libres” y designar a Cuomo, quien se especializó en el combate de delitos económicos. Sólo después de eso, se cerró el trato. De todos modos, aún falta un paso más: la nominación de Sbattella debe ser sometida al proceso de “oposición”, esto es, a un período de quince días hábiles para que los ciudadanos y organismos interesados puedan pronunciarse. Después se producirá la designación formal, y la reconstrucción de otra línea ya que la conducción de la UIF está integrada por representantes de siete áreas –AFIP, CNV, Banco Central, entre otras– que manejan información sensible.

José Sbattella: “No me llamaron para ir contra alguien en particular, sino para controlar y sancionar”
Un año y medio atrás, José Sbatella era expulsado del Gobierno, enfrentado con el secretario de Comercio, Guillermo Moreno, por la política de control de precios y la fusión de CableVisión y Multicanal, parte del conglomerado del Grupo Clarín. La presidenta Cristina Kirchner –que lo despidió en agosto de 2008– volvió a llamarlo para tratar de pulir las políticas de control de lavado de dinero, frente a los cuestionamientos de las organizaciones internacionales y foros multilaterales a los que les asigna prioridad, como el G-20.
“La UIF está en el tapete a nivel internacional por las recomendaciones que hizo el G-20 para avanzar en el control del secreto financiero y de la fuga de capitales. En las crisis se necesitan control y sanciones”, afirmó en diálogo con Crítica de la Argentina.

¿Contra qué sectores va a ir el control de lavado de dinero?
No es contra un sector en particular. Hay que elevar el nivel de riesgo de quienes la tenían fácil y aplicar la ley que está. Hay multas, hay obligaciones, recursos de amparo presentados por los colegios de contadores y escribanos y sistema de sanciones. Uno de los casos sobre el que se puede trabajar es en detectar las tarjetas de crédito radicadas en el extranjero, aunque los consumos están en la Argentina. Hay dinero que no está explicado.

Pero su antecesora en la UIF fue desplazada por no avanzar sobre Clarín. ¿A usted le pidieron lo mismo?
No, no, contra nadie en particular. Si hay algún caso que lo involucre (al Grupo), será uno más de los tantos que pueda haber. Pero vamos a avanzar según el grado y creo que hay más importantes.

¿Hay una estimación sobre el monto del lavado?
Lo que existe es una estimación de evasión fiscal de 10 mil millones anuales. Eso se mezcla con los datos macro de 40% de actividad en negro, con ingresos que no están declarados y que indica que hay un espacio para actividades ilegales.

¿Ya tiene detectado los nichos?
Hay cuestiones sensibles y para eso es necesario tener capacidad operativa, de investigación y de análisis que se establece cuando se sabe cómo es el cuerpo que le toca heredar. Hay otras situaciones que se observan a simple vista: hubo una fuga de 40 mil millones de dólares en dos años. Uno puede presumir que no todo es delito, pero que tampoco todo es legal.

¿Se puede hablar de plazos?
La UIF es un lugar de alto contenido político e ideológico. Los (Bernardo) Madoff argentinos ya van a aparecer. Y hay muchos.

¿Por qué cree que la Presidenta lo volvió a convocar? ¿Se arrepintió?
La Presidenta sabe lo que pienso y se comprometió a dejarme las manos libres para actuar. Existe una visión del Estado y de la perspectiva de que estos organismos sin política no funcionan, lo cual sucedió por inoperancia o porque no la han hecho funcionar porque no hay voluntad política.

Pero usted está volviendo a un Gobierno del cual se fue enfrentado con medidas de gestión...
Cuando digo que en el Gobierno me conocen, es porque saben mi opinión: que no me ato a los cargos. Mi mayor bronca es la obsecuencia, que es la peor de las traiciones, porque profundiza los errores. Pero, bueno, así es que uno termina entrando y saliendo del Gobierno... como yo.

¿No le suena contradictorio volver?
Uno no puede decir que no porque pasan determinadas cosas en determinado lugar entonces invalidar todo. Las señales se pueden dar en el lugar que a uno le toca. Si no, siempre habla de afuera. Es un tema estratégico porque, si no, el campo popular termina pidiendo expertos con currículum liberal, que son los que hacen los negocios.

Fuente: Diario Crítica de la Argentina

Propuestas de candidatos a Presidente y Vice que publicó el gobierno:Clic en la imagen para ampliar