domingo, 27 de diciembre de 2009

Miradas al Sur: Causa Noble, más cerca de la justicia

La Cámara destrabó el proceso y ordenó a Bergesio que obtenga el adn de los hijos de Ernestina. La medida procesal –reclamada desde hace años por las Abuelas de Plaza de Mayo– tendrá, cuando se concrete, dos consecuencias que el Grupo Clarín ha tratado de impedir.
Por: Daniel Ccecchini, dcecchini@miradasalsur.com
Cuando el miércoles pasado, la Cámara Federal de Apelaciones de San Martín ordenó al juez Conrado Bergesio que disponga la obtención de muestras de ADN de Marcela y Felipe Noble Herrera, la Justicia dio un paso imprescindible para destrabar la causa más emblemática que investiga la apropiación ilegal de niños durante la última dictadura.
La medida procesal –reclamada desde hace años por las Abuelas de Plaza de Mayo– tendrá, cuando se concrete, dos consecuencias que el Grupo Clarín ha tratado de impedir denodadamente mediante estrategias judiciales, campañas mediáticas y maniobras políticas: por un lado, los dos niños inscriptos de manera irregular en 1976 como hijos adoptivos de Ernestina Herrera de Noble podrán conocer sus verdaderas identidades; por el otro, se podrá establecer si la directora de Clarín fue partícipe de uno de los crímenes más aberrantes cometidos por el terrorismo de Estado.
El fallo del tribunal, firmado por los magistrados de la Sala II Hugo Gurruchaga y Alberto Criscuolo, no sólo ordena al juez que “lleve a cabo las tomas de muestra de ADN de Felipe y Marcela Noble Herrera para someter de forma inmediata y sin más dilaciones a los cotejos necesarios”, sino que lo critica severamente por la manera en que ha llevado la causa. Bergesio “se enreda en discusiones inconducentes a la par que no realiza la medida básica esencial e impostergable de ejecutar la toma de muestras de ADN”, dicen los integrantes de la Cámara, quienes en septiembre le habían advertido que lo hiciera inmediatamente, sin que el juez se diera por aludido. “Tal omisión –agregan Gurruchaga y Criscuolo– resulta a esta altura manifiestamente injustificada en particular cuando se advierte que el trámite de esta causa lleva más de siete años y que a pesar de lo señalado por el tribunal la medida de prueba no se ha realizado.”
Conrado Bergesio se hizo cargo de la investigación sobre el origen de los hijos adoptivos de la directora de Clarín en 2003, en reemplazo del juez federal Roberto Marquevich, destituido por fuertes presiones del grupo mediático luego de que ordenara la prisión preventiva de Ernestina Herrera de Noble por los delitos de “falsificación de documentos públicos, inserción de datos falsos y uso de documento público falso”, durante los trámites de adopción de los niños inscriptos como Felipe y Marcela. Estas irregularidades –ya publicadas por Miradas al Sur– pueden sintetizarse de la siguiente manera:
  • Ernestina Herrera de Noble declaró que dos personas habían visto que una beba (Marcela) había sido dejada en la puerta de su casa el 2 de mayo de 1976, pero esas dos personas la desmintieron.
  • También dijo que una de esas personas (Yolanda Echagüe de Aragón) era su vecina cuando en realidad no vivía en esa localidad, y que la otra (Roberto García) era el “cuidador de una finca vecina”, pero se comprobó que era su chofer personal.
  • La persona que se identificó como Carmen Luisa Delta y que supuestamente concurrió al Tribunal de Menores con la intención de “entregar a su hijo (Felipe) en adopción”, brindó un nombre y un número de documento (correspondiente a una persona de sexo masculino) que no eran los suyos.
  • La viuda de Noble dijo que vivía en San Isidro, dando un domicilio distinto al que efectivamente tenía, en Avenida del Libertador 3752, en la Capital Federal. Esta cuestión invalida la competencia del tribunal que intervino en la adopción.
  • Se omitió el sistema de turnos para que la guarda del niño (Felipe) quedara radicada en el mismo tribunal que la de la niña (Marcela).
  • Se inscribió a ambos niños con el mismo apellido (Noble Herrera), de acuerdo con una legislación (los artículos 45 del decreto ley 8.204 y 76 de la ley 5.725) que había sido derogada desde siete años antes.
Por estos hechos, Ernestina Herrera de Noble fue detenida el 17 de diciembre de 2002 y debió pasar tres días en la División de Delitos Complejos de la Policía Federal antes de que le fuera otorgado el beneficio de la prisión domiciliaria debido a su elevada edad. El juez pagó cara su osadía: la directora de Clarín fue excarcelada por la Cámara, Marquevich fue suspendido en sus funciones por el consejo de la Magistratura y, dos años más tarde, fue procesado penalmente a raíz de la detención de la viuda de Noble.
Más cerca de la verdad. Con la llegada de Conrado Bergesio, los abogados de Ernestina Herrera de Noble respiraron aliviados. La causa avanzó poco y nada en los últimos siete años. Sin embargo, durante 2009 la estrategia defensiva del Grupo Clarín volvió a complicarse desde varios flancos. Desde el lado judicial, en septiembre, la Corte suprema de Justicia ordenó la recolección de ADN mediante métodos no invasivos en el caso de los jóvenes inscriptos ilegalmente como Emiliano y Guillermo Prieto, también hijos de desaparecidos, y poco después la Sala II de la Cámara Federal le solicitó a Bergesio que tomara la misma medida en la causa Noble. En noviembre –a pesar de la fuerte presión mediática de Clarín y de la encendida oposición de dirigentes políticos amigos, como Elisa Carrió– el Congreso Nacional aprobó la Ley de Recolección de ADN.
Ahora, el fallo de la Cámara no deja casi margen para nuevas maniobras dilatorias, aunque los abogados de la viuda de Noble no se quedarán con los brazos cruzados. Después de la feria judicial de enero se verá cuándo y cómo se recolecta el material biológico de los hijos adoptivos de la directora de Clarín para compararlo con el existente en el Banco Nacional de Datos Genéticos originado en treinta grupos de familiares de desaparecidos. Se estará, entonces, más cerca de la verdad. Una verdad demorada que devolverá sus verdaderas identidades a Marcela y Felipe, y que puede llevar a la cárcel a Ernestina Herrera de Noble.

Fuente: Miradas al Sur
En la imagen el tema llegó a la edición papel de Diario Público que en Argentina imprime Clarín