Medios: una pelea que involucra al Jefe de Gabinete. La disputa está centrada en el manejo de la pauta publicitaria oficial.
El presidente del Directorio de la agencia oficial de noticias TelAm, Martín Granovsky, le regaló estos días dos serruchos, con una tarjeta de Navidad, a dos de los directores que lo secundan.
Según fuentes del Gobierno, la metáfora, que no es sutil, pero sí comunicacionalmente indubitable, no llegó a los destinatarios que més merecían ese presente. Sería más bien Aníbal Fernández, el jefe de Gabinete, quien en el marco de la reestructuración que se opera en el Sistema Nacional de Medios Públicos, estaría apuntando su lupa precisamente sobre Granovsky y sobre toda la organización de la agencia, específicamente al manejo de la voluminosa pauta oficial que distribuye TelAm.
El asunto es complejo y a la vez simple: los directores que recibieron en mano los serruchos son Eduardo Descalzo, y Sergio Fernández Novoa. El primero, responde directamente al jefe de Gabinete. El segundo, es un neuquino que trabajó en el ComFeR y reporta al secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli. Ahora se prepara para pasar a RTA, el nuevo organismo que administra los medios públicos. Pero dicen que no está dispuesto a partir antes de ver caer a Granosvky.
¿Por qué recibieron el presente de su jefe? Según una nota que hizo circular Granovsky entre los empleados de TelAm, se les adjudica a ellos el haber firmado un acta en la que pidieron la "renuncia inmediata al cargo que ocupan" todos los gerentes senior de la organización de noticias.
Todos ellos responderían precisamente a Granovsky, que no sólo regaló los serruchos, sino que también desmintió que esas eventuales renuncias hayan sido evaluadas en reunión de directorio. Y a la vez, reinvindicó a sus gerentes: "Llama la atención que también ellos aparezcan enlodados (...) justo cuando fueron clave en el último gran paso, de instrumentación y desarrollo del Sistema Integral de Control de pautas publicitarias".
Además, describió a TelAm antes de su llegada al cargo, como "un aparato fofo e interesadamente bobo que no servía ni a los ciudadanos, ni al Estado nacional".
Autoelogia así su gestión y destapa una interna que parece haberse disparado desde la renuncia del secretario de Medios, Enrique "Pepe" Albistur.
Aníbal Fernández se echó al hombro la tarea de "emprolijar la pauta". Para eso, sólo le falta controlar TelAm, donde hace tiempo se cuentan las más oscuras historias sobre el desmanejo en los millones que cada mes gira el Gobierno para publicitar su gestión.
Por ahora, oficialmente, en TelAm, prefieren callar.
Fuente: Diario Clarín