viernes, 4 de diciembre de 2009

Bolivia: El diario Los Tiempos advierte pérdida de credibilidad en los medios por su manipulación informativa

Aparente reorientación de los medios
Por: Guardia Crespo Marcelo
Durante los últimos años el sistema político tomó los medios de comunicación para sus fines. Los utilizó como escenario y arma de lucha por el poder. El principal efecto fue la disminución de su credibilidad ante la sociedad civil que exige información correcta técnica y éticamente. Parece que al intentar afectar a algún actor político quien acaba afectado es el propio medio o el periodismo.
En estas elecciones la polarización entre oficialismo y oposición ha generado dos tipos de voto duro. El favorable al oficialismo y el opositor. Este último tiene a los que votarán con convicción por alguno de los candidatos y a los que escogerán otro sólo para evitar el triunfo de Morales. Para los analistas es síntoma de la derrota de la oposición.
La principal consecuencia de la previsibilidad de resultados es la pobreza de propuestas en las propagandas. Los temas tratados tienen que ver con aspectos superficiales y subjetivos de las debilidades y fortalezas de los contrincantes. No hay argumentaciones sobre los modos por los cuales los candidatos pretenden resolver los grandes problemas económicos y sociales del país. La “guerra sucia” parece ser nuevamente el recurso bajo para sacar ventaja del momento. Pero la gente está cansada y exige orientación seria.
Los medios de comunicación tienen cuatro formas de intervenir en este contexto electoral:
1) Sus producciones periodísticas están mostrando un esfuerzo por mejorar la calidad de sus productos a través de la investigación e imparcialidad en un contexto agresivo y no mejores condiciones laborales de sus reporteros. Pero no faltan los resbalones de “periodistas” que son instrumentalizados por sectores en pugna. Hay que preguntarse nuevamente quién sale perdiendo con ciertos despistes éticos.
2) Sus programas de debate y producciones de orientación están mostrando bastante pluralismo. Muestran preocupación por un trabajo más elaborado técnica y éticamente a favor de la veracidad. Medios que en anteriores elecciones tomaron posición política explícita ahora se preocupan por la imparcialidad. Los partidos han aprovechado mejor estos espacios para debatir y explicar los alcances de sus propuestas a través de sus candidatos a senadores y diputados.
3) Los programas de opinadores que compran espacios en la televisión hacen política y no periodismo. Es ejercicio de libertad de pensamiento que no necesariamente se trata de verdad. No se puede esperar otra cosa de quienes no son profesionales del área y ejercitan su libertad de expresión con intereses poco explícitos. Algunos también han promovido espacios de útil discusión plural gracias a sus entrevistados.
4) Los espacios publicitarios están disponibles para que los políticos digan lo que deseen prácticamente sin restricción alguna. Los propietarios ganan dinero de todas maneras.
Los electores han desarrollado estrategias de selección de informaciones que les permitan aproximarse a la verdad. Saben que los medios y sus mensajes pueden proporcionarles datos que deben ser contrastados con los de otras fuentes y redes reales o virtuales. Sus construcciones de “verdad” tienen mucho de subjetividad y memoria. Es necesario comprender sus razones antes que juzgarlas.
Falta mucho por avanzar a favor del ejercicio del derecho a la información que tiene como sujeto al ciudadano y la verdad como objeto a ser trabajado profesionalmente. Pero el periodismo y los medios reaccionaron con señales positivas ante las consecuencias de sus propios errores. El siguiente paso podría ser la autocrítica serena y la profundización de este aparente proceso de reorientación que favorece a todos.

marcegua@supernet.com.bo

Fuente: Diario Los Tiempos