domingo, 18 de octubre de 2009

Los números en rojo del "fútbol para todos"

La ausencia de publicidad privada en los partidos provocó que el fútbol estatal ya arrastre un déficit de más de 84 millones de pesos; el canal oficial sólo presta la pantalla y colabora en dos partidos por fecha; la AFA, satisfecha con los $ 600 millones anuales del contrato, no ejerce su papel fiscalizador
Por: Alejandro Casar González
El fútbol de Primera estatal no es negocio. Dado que el convenio asociativo entre la Jefatura de Gabinete y la AFA le cuesta a la Casa Rosada 600 millones de pesos por año, el fútbol para todos debería haber ingresado hasta ahora $ 126.315.789 para no caer en números rojos. La cifra surge de dividir el dinero invertido por el Gobierno por las 38 fechas que dura la temporada y multiplicarlo por las ocho jornadas que se llevan disputadas hasta ahora -sin contar la novena, que termina hoy-.
Estimaciones privadas a las que tuvo acceso La Nación hablan de un déficit superior a los 84 millones de pesos entre la facturación teórica y los billetes ingresados -entre 39 y 42 millones de pesos, según los relevamientos de Havas Media y la consultora Search-, gracias al aporte de su principal -y hasta hace unos días único- avisador: el gobierno nacional. Las cifras negativas contrastan con la ya célebre frase del jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, a la hora de hablar del decreto que alumbró con fórceps las transmisiones estatales: "Estamos convencidos de que no vamos a poner un centavo". Las razones de por qué las transmisiones transcurren entre números rojos se encuentran en un historial de improvisaciones, internas, ausencia de controles y manejos políticos. Todo, con la pelota de fondo.
"Este es un contrato firmado de apuro", cuenta una persona que recorrió los pasillos de la Casa Rosada cuando se rescindió el contrato con Televisión Satelital Codificada (TSC), anterior poseedora de los derechos televisivos. "Hay otra finalidad detrás, muy distinta a la del solo hecho de transmitir los partidos por una señal abierta", asegura la fuente.
"Están usando al canal como medio para propalar un mensaje. ¡Si el departamento comercial de Canal 7 no tiene segundos para vender!", se quejó otra persona que intentó negociar publicidad en los partidos antes de que, hace quince días, el Gobierno publicara el tarifario para los anunciantes privados y los habilitara a participar. Fuentes de la emisora estatal confirmaron el dato: "Todo lo que tenga que ver con los avisos lo manejan desde la Jefatura de Gabinete". En la cartera que comanda Aníbal Fernández, sin embargo, no respondieron a un cuestionario que incluía el tema comercial y otros aspectos del fútbol para todos.
El Estado -que se subsidia a sí mismo con la pauta oficial- pone millones (no centavos) en el fútbol: 30.000 pesos en la producción de cada partido, además de los salarios de todo el plantel periodístico. Los hombres de prensa sin cartel (relatores, comentaristas y vestuaristas) tienen contratos a corto plazo con sueldos infinitamente menores a los de Julio Ricardo y Marcelo Araujo, las cabezas visibles de las transmisiones K. En los últimos días, el fútbol para todos agilizó la contratación de pasantes para cumplir tareas durante los partidos. Alumnos avanzados de la Escuela Superior de Ciencias Deportivas (ESED) recibieron los primeros llamados para sumarse. Los directores de la ESED son Fernando Niembro y Marcelo Araujo.
En la Casa Rosada ya descuentan que los números del fútbol por la pantalla oficial cerrarán en rojo. "Este es un campeonato de transición", concedió un hombre de la televisión que conoce el negocio. "Este es un mercado en el que las reglas del juego cambian permanentemente, y que además es intrínsecamente deficitario", agregó la fuente. El Gobierno no se preocupa por el agujero financiero que pueda dejarle el fútbol para todos. La pelota contribuyó a recalentar la pantalla oficial: cuatro de los 10 partidos por fecha superan los 10 puntos de rating (un punto equivale a 100.000 personas). "Al Gobierno le sale baratísimo, porque termina imponiendo su mensaje", razonaron en el mercado televisivo. "El verdadero negocio excede lo económico o financiero: termina siendo político", abundaron.
Con la pretensión de "hacer las cosas bien", la AFA y la Jefatura de Gabinete crearon un Comité de Coordinación de Gestión, cuyo objetivo principal es fiscalizar el fútbol estatal. Sin embargo, el comité, hasta ahora, nada advirtió sobre el déficit galopante que enfrentan las transmisiones. "La AFA fiscaliza, pero no decide nada", asegura un allegado a las decisiones del comité. "Nosotros cedemos la comercialización del producto a la Jefatura de Gabinete, y sólo tenemos la potestad de controlar lo que hacen", agrega la fuente. De todas formas, si el convenio asociativo firmado el 20 de agosto pasado hubiera estipulado que la AFA cobraría sus 600 millones de pesos por temporada sólo cuando los ingresos publicitarios cubran ese monto, en el edificio de la calle Viamonte se preocuparían mucho más por sus tareas de contralor. "Como este año está asegurado el piso de los 600 millones, no hay premura por apurar el tema de la comercialización", concede alguien que delibera junto al Comité de Coordinación de Gestión y pidió anonimato. "Además, la AFA sabe -aunque no lo diga- que ninguna empresa estaba dispuesta a pagarle los 600 millones de pesos que le garantiza el Estado."
Y al Gobierno, el plan de negocios del fútbol para todos le cierra por otros lados. Por eso, nadie piensa en cambiar la actual asociación mixta Gobierno-AFA. "A lo sumo se venderá algún partido a otra señal, o se licitará la producción", se escuchó en Balcarce 50. Y en las paredes de la Casa Rosada resonó una pregunta: "¿a alguien le importa perder 150 o 200 millones de pesos en algo así?".

Mañana seguirá la pelea por el reparto del dinero
Superado el mal trance del seleccionado argentino, los presidentes de los clubes de primera volverán a reunirse mañana en la AFA para decidir cómo será el reparto de los fondos oficiales. Al parecer, la negociación será larga, ya que los clubes más grandes (Boca y River) pretenden seguir manteniendo su hegemonía en la distribución de los fondos.

En busca de socios para vender partidos al exterior

El Gobierno inició las negociaciones con varias empresas, pero para TyC hay un "limbo legal" sobre los derechos al extranjero
La venta de los derechos del fútbol al exterior puede ser la vaca lechera que la Jefatura de Gabinete necesita para sanear los números. Hasta ahora, la empresa española Mediapro le pagaba a TyC 2,5 millones de dólares por la televisación del fútbol de primera en todo el mundo, menos el continente americano. Los españoles están dispuestos a renovar el vínculo, aunque no a cualquier precio. El Gobierno habría ofrecido el paquete del fútbol argentino para todo el mundo en 25 millones de dólares, una cifra que Mediapro, por ahora, no está dispuesta a pagar. Según fuentes del mercado, el acuerdo podría cerrarse en 15 millones de la moneda estadounidense.
Pero en Torneos y Competencias aseguran que hay una especie de "limbo legal" con respecto a la venta de los partidos al extranjero. "Esos derechos estaban incluidos en el convenio de Fútbol de Primera, firmado entre TyC y la AFA, que nunca fue rescindido", advierten. Por la exclusividad -que desde agosto no es tal- de los goles y la venta de los derechos al exterior, TyC sigue pagando 14 millones de pesos al año. "El Gobierno pensaba que con la rescisión unilateral del contrato anterior tenía los derechos de todo, y salió a negociar lo que no tenía", se quejan en la productora. Sí, es cierto que el Gobierno tendrá la potestad sobre los derechos al extranjero -y la Primera B Nacional- a partir de 2014, cuando caduquen los actuales contratos.
"La venta de los derechos internacionales no está resuelta", asegura un funcionario que está al tanto de las negociaciones. "Puede ser incluido en el contrato rescindido con TSC, o puede estar en el convenio en vigor con Fútbol de Primera", aclara. De todas maneras, no será fácil para el Gobierno conseguir socios en el exterior para transmitir los partidos del fútbol criollo. En el edificio de la calle Viamonte, saben que se darán por satisfechos si la Casa Rosada consigue una cifra superior a los 20 millones de dólares por la venta al extranjero.
En las rondas de negociaciones, funcionarios del Gobierno se encargaron de posicionar a la norteamericana IMG como una de las interesadas en comprar el fútbol. Sin embargo, la compañía lo desmintió. También habría habido acercamientos con Telefé -del grupo Telefónica-, pero las gestiones se abortaron sin firmar ningún tipo de convenio.
Mientras, en la Jefatura de Gabinete ya tendrían una oferta de Japón para transmitir los partidos en ese país. El contacto, a través del jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, se habría iniciado durante las conversaciones por la norma de televisión digital. El gobierno argentino seleccionó, justamente, a la japonesa. Además, el canciller Jorge Taiana habría acercado una posibilidad en Oriente Próximo. El convenio, en principio, sería de corta duración y se firmaría para transmitir tres partidos a Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos.

La Corte tiene la pelota
La productora de los hermanos Monzoncillo, contratada en forma directa, es fundamental para las transmisiones
Desde que la televisión pública transmite los partidos de fútbol, uno de los puntos más urticantes radicó en quién se hacía cargo de la producción. En la actualidad son cinco las productoras contratadas durante cada fin de semana. Una sexta, La Corte, genera la señal de los partidos. Esta empresa, según admitió el interventor en el ComFeR, Gabriel Mariotto, fue contratada en forma directa para trabajar en el programa Fútbol para Todos. Propiedad de los hermanos Monzoncillo e históricamente vinculada con el ex vocero presidencial Miguel Núñez, La Corte es el centro de las transmisiones estatales: "Tenemos diversas actividades. Para enumerar algunas de ellas: producción técnica satelital, control central, diseño gráfico y animación, distribución satelital, transporte de señal por fibra óptica y posproducción", informaron en la productora a La Nación.
Con el correr de las fechas, algunas productoras se quejaron por la demora en el pago de los servicios prestados. "Es cierto que hay incertidumbre", comentó un empresario del sector hace unos días. Aunque recalcó que todas las empresas involucradas comparten una misma visión del negocio: "Si no estamos, por ahí nos quedamos afuera del fútbol".
En La Corte aseguran que en el fútbol para todos todo es color de rosa: "Debemos ser unas 10 empresas las que trabajamos, todos son profesionales y nadie se ha quejado", indicaron en la productora, contradiciendo el reclamo vehiculizado, incluso, desde la Cámara Argentina de Prestadores de Servicios de Televisión, entidad de la que La Corte es socia fundadora. La entidad que agrupa a las productoras privadas no respondió a un cuestionario que le envió La Nación. Además, La Corte recalcó que está en el mercado "desde hace 20 años" y que "está saliendo todo muy bien y va a mejorar aún más".
De todas formas, las productoras consultadas resaltaron que TSC les pagaba recién a los 90 días y que la primera fecha del fútbol para todos fue "un récord" en la historia de los partidos de fútbol por TV en el país: "Nos sorprendió a todos haberla cobrado tan rápido", reconocieron. En la jornada inicial del Apertura, Canal 7 se hizo cargo de los costos y también permitió anunciantes privados durante las transmisiones.

Fuente:
Diario La Nación