lunes, 21 de septiembre de 2009

Socialistas respaldaron la desición de votar a favor de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual

Calmo, reflexivo, y concentrado más en la situación del país que en las disputas políticas del momento, el gobernador de Santa Fe, Hermes Binner, rechazó, durante una entrevista con este diario, las acusaciones formuladas por un sector del peronismo respecto de que el socialismo es socio político del kirchnerismo. En ese sentido recalcó que "no canjeamos nada, porque tenemos ideas, propuestas y somos coherentes". Prudente y sin apelar a réplicas ácidas, calificó el proyecto de ley de medios como un "avance", especialmente con las modificaciones que se hicieron impulsadas por el propio socialismo. Al referirse a la ansiedad por las candidaturas que prolifera en el escaparate político, recomendó que "hay que pensar en construir el barco y no en poner al capitán". Impulsó un acuerdo con Brasil para fomentar el comercio de granos.

Se le adjudica al socialismo, y particularmente a usted, ser socios del kirchnerismo. Esto lo ha formulado en las últimas horas muy crudamente Reutemann en razón del voto favorable socialista de la ley de medios.
Mire, nosotros estamos hoy ante los estrados judiciales demandando una deuda que tiene este Gobierno nacional con la provincia de Santa Fe. Hemos agotado la vía administrativa y hoy estamos en la Corte Suprema de Justicia para reclamar, en función de nuestra obligación como funcionarios públicos, por los derechos de los santafesinos. De manera que me parece que este hecho de por sí habla de que no hay ningún acuerdo. Sí respetamos la democracia y respetamos todo aquello que ha opinado y opina la gente, pero de ninguna manera nosotros tenemos un acuerdo con el Gobierno. Tenemos la necesidad de gobernar la provincia de Santa Fe y de reclamar por sus derechos. Le agrego algo: en la historia del socialismo habremos cometido muchos errores, pero no hay un solo caso de corrupción. No canjeamos nada porque tenemos ideas, propuestas que hemos llevado adelante con diversos resultados, pero con coherencia.

¿Usted no cree que en torno de esta ley hay una lucha de intereses, pero que los involucrados en la disputa se están olvidando de las necesidades del ciudadano común?
Bueno, indudablemente hay una pugna de intereses, esto es natural y lógico dentro del sistema en que vivimos. Esto no nos preocupa, lo que sí nos preocupa es la necesidad de entender que los sistema audiovisuales son fundamentales y es un servicio que se le presta a la comunidad y que, como tal, más allá de la naturaleza pública o privada del medio, tiene que llegar a la sociedad con una información veraz, en tiempo y forma, que llegue a todos los rincones de nuestro país. Si hablamos de la provincia de Santa Fe, le digo que para que nos escuchen o nos vean a nivel provincial tenemos que recurrir a un medio nacional. Nos parece que no hace falta ni es justo ir a Buenos Aires para que nos vean y conozcan a los santafesinos, y eso lo posibilita este nuevo proyecto de ley y no lo posibilita la ley vigente.

¿Qué opina usted del proyecto presentado?
Nosotros creemos que es un avance; hay que resaltar que las observaciones que le hizo el Partido Socialista fueron mejoras para la propia ley, como es el caso de separar lo que significan las telefónicas de lo que significan los medios visuales. Realmente, la rentabilidad tan alta que tienen hoy las telefónicas termina, a la corta más que a la larga, por dominar todo el paquete del llamado "triple play". Por otro lado, el órgano de aplicación es un órgano que hasta ahora estaba en manos de un interventor y va a pasar a estar en manos de un cuerpo colegiado de siete miembros, eso es un gran avance. Que haya un régimen federal, de igual modo que existe una federalización en materia de salud, de educación, de agricultura, de comercio, bueno, que también lo haya con el tema de las comunicaciones eso va a fortalecer. La posibilidad, por ejemplo, de que participen las universidades que tienen escuelas de comunicación, es positivo. Y obviamente, también es importante el tema de la distribución de la pauta ofic
ial. Si bien es cierto que esto no es todo lo bueno que hubiésemos esperado, es un avance en relación con lo que sucede hoy.

¿El problema argentino es un problema político, económico o ético y moral?
El problema argentino más que económico es político. El premio Nobel de economía del año 2002, que fue Daniel Kamerman, no era un economista, era un psicólogo y planteó que el tratamiento de los mercados depende del humor, de la confianza de la gente y esto lo notamos días pasados en la localidad santafesina de Las Parejas: vimos que hay una reactivación, que los empresarios tienen liquidez, que han hecho economía de compra y venta muy controlada, que tienen bajo nivel de endeudamiento y tienen esperanza en que esto empiece a funcionar y por lo tanto están preparados para la poscrisis. Lo que sucede es que en general hay una falta de confianza y necesitamos que esto se revierta a través de una política adecuada. Yo creo que el principal error de los Kirchner es haber negado la validez de la agroindustria en el país y evidentemente esta situación ha generado para la provincia de Santa Fe un grado de deterioro en su economía, sobre todo en lo fiscal, que realmente es muy preocupante y dificulta la recuper
ación futura. Nos va a llevar tiempo, pero desde luego, esta recuperación se va a producir porque hay voluntad, hay iniciativa, hay creatividad. Pero va a ser largo, porque hubo un gran deterioro a partir de decisiones políticas nacionales que nunca compartimos.

¿Cómo se sale de la crisis?
Estamos viviendo tres situaciones simultáneas: por un lado la incomprensión del Gobierno nacional con el campo, por otro lado la sequía prolongada que verdaderamente ha impactado fuertemente en la economía, y por otro la crisis internacional. Como resultado de todo esto, la Argentina ha producido 30.000 toneladas menos de cereales de los 100 millones que estábamos logrando. La FAO dice que para el año 2050, o sea muy pronto, el mundo va a necesitar el doble de la producción de granos que en la actualidad, vale decir que de 3.500 millones de toneladas va a pasar a 7.000 millones de toneladas. La Argentina, y particularmente la región centro, tiene una gran posibilidad de cubrir gran parte de su recuperación a través de esta demanda de alimentos que hoy existe en el mundo. Por eso seguimos creyendo que el Mercosur no puede manejarse de acuerdo con circunstancias, sino que tiene que pensarse de acuerdo con una proyección de la región. En este mundo multipolar es un error no estar de acuerdo con Brasil en políticas comunes, ya sea en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, ya sea en posiciones en la Ronda de Doha, ya sea en mostrarnos juntos para vender al mundo. De lo contrario China, en la medida que se recupere, va a optar por comprar soja al que le venda más barato y nosotros tendremos producción, pero no a quien nos compre si no acordamos previamente con Brasil sobre tener un comportamiento similar ante los mercados internacionales. Pienso que hay una gran necesidad de trabajar en conjunto en la región centro, por ejemplo con Córdoba y Entre Ríos, pero también hay que pensar en el Mercosur.

El ciudadano común observa a la dirigencia política enfrentándose, debatiéndose por posiciones, candidaturas, mientras un sinnúmero de dificultades abaten al hombre argentino.
Mi opinión es que nuevamente equivocamos el camino; lo que tenemos que construir es el barco, no el capitán. Y acá está la diferencia entre el centenario y el bicentenario de la Patria. En el centenario había un proyecto de Nación. Usted podría compartirlo o no, habrá sido muy a lo Pellegrini o no, pero había un proyecto. Hoy la gran debilidad argentina es que no tiene un proyecto de Nación. Y la oposición al Gobierno actual no se hace buscando a una o dos personas que se puedan reunir en una mesa y decir: "Somos la opción". ¿La opción a qué? La opción se tiene que manifestar en una educación mejor, en un proceso de crecimiento en nuestras investigaciones, en un crecimiento en comercio exterior, en un crecimiento en la transformación de productos primarios en productos elaborados. Pero todo eso depende de muchos factores. Tenemos que pensar en un barco donde tengan cabida todos los sectores: los sectores de cultura, de la investigación, de la sociedad civil, de las universidades, los formadores de opini
ón. Si no logramos tener un proyecto común, entonces nos pasa lo que sucede hoy con la ley de medios, siempre está la sospecha, el arreglo. Creemos que hay una gran posibilidad en la Argentina y esa posibilidad se da en la medida en que encontremos un denominador común que se llama proyecto de Nación. Un eje estratégico que marque hacia dónde queremos que vaya la Nación argentina, independientemente de los gobiernos. En estos seis años que faltan para el bicentenario podemos recomponer todas nuestras ideas, proponer todo un proyecto de superación para el país y no pensar en el capitán.

Audio de Hermes Binner con María O´Donnell:

Fuente: Ambito Financiero


"Nunca el socialismo ha cambiado votos por otra cosa"
El senador socialista Rubén Giustiniani declaró hoy que su partido tiene "absoluta tranquilidad" de conciencia tras haber votado a favor de la ley de comunicación audiovisual y aseguró haber tenido una posición "en función de los intereses del país".
"Nos podemos equivocar o podemos acertar pero la consideración que hicimos ha sido en función de los intereses del país", respondió sobre las críticas al socialismo por apoyado la iniciativa oficial.
Giustiniani explicó en declaraciones radiales que su partido está "acostumbrado a remar contra la corriente y no a favor" y dijo que el voto con el que se dio media sanción a la ley en la Cámara de Diputados "se ha hecho a conciencia de que es positivo para el país".
"Nunca el socialismo ha canjeado el voto ni posiciones por ninguna otra cosa", aclaró el senador.
El partido socialista resolvió apoyar la ley en general, sostuvo, y rechazarla en algunos aspectos en particular.
Detalló la cuestión de la autoridad de aplicación y el plazo que se les dará a las empresas propietarias de medios audiovisuales para regularizar su situación como los dos puntos con los cuales el socialismo no estaba de acuerdo.
Giustiniani declaró que se decidió apoyar la ley cuando el gobierno anunció que las telefónicas no podían participar del mercado audiovisual y anticipó que se intentará cambiar en el Senado los dos aspectos que aún siguen cuestionando.
"El órgano de aplicación debe ser independiente, no debe pertenece el Ejecutivo nacional", insistió, y abogó también porque el plazo para adecuarse a la ley sea de tres años y no de uno, para garantizar "mayor transparencia".
Aclaró que buscarán "en estas tres semanas la posición de los consensos para que se mejore la media sanción que salió de Diputados".

Audio de Rubén Giustiniani con
Víctor Hugo Morales
:

Fuente: Radio Continental

Lifschitz: "No tenemos ningún negocio con el gobierno"
También Lifschitz defendió el voto socialista sobre la ley de medios y avisó que Giustiniani reclamará que se amplíe el plazo de adecuación a la norma para dar su apoyo. Dijo que Cavallero representa el proyecto kirchnerista en Rosario, se mostró confiado en un triunfo de Clara García y sostuvo que la ciudad necesita más diálogo y menos crítica
"No tenemos ningún negocio con el gobierno". El intendente Miguel Lifschitz defendió la postura socialista sobre la ley de medios, avisó que Rubén Giustiniani no apoyará la norma en el Senado si no se producen nuevas modificaciones y adjudicó las acusaciones del reutemismo y el peronismo disidente al proceso electoral por los comicios de concejales del domingo próximo.
En ese sentido, sostuvo que la elección de este domingo será importante más allá del número de concejales que obtenga cada fuerza por el "mensaje político" para la provincia y la Nación.
Lifschitz estuvo en los estudios de Canal 3, donde fue entrevistado para el programa De 12 a 14, y dejó en claro que el socialismo "tiene más de cien años de historia parlamentaria y nunca sus votos se han comprado o vendido. Siempre hemos votado a conciencia lo que creemos que es mejor, no a favor ni en contra del gobierno".
En ese sentido, anunció que Giustinian "no va a a votar a libro cerrado el proyecto que salió de Diputados" y que impulsará cambios, fundamentalmente para estirar el plazo de adptación a la nueva norma y democratizar y federalizar la autoridad de aplicación. "Si el gobierno intenta aprobarlo sin modificaciones no vamos a estar votando a favor", afirmó,
Y luego salió a responder acusaciones, como las formuladas por el diputado del peronismo disidente Felipe Solá: "No tenemos ningún negocio con el gobierno. De ninguna manera queremos que ni este ni otro gobierno tenga posibilidad de influir sobre los medios".
Para Lifschitz el tema es que "se cruzan intereses políticos" por la proximidad de las elecciones en Rosario. "Acá está presente el proyecto de Kirchner y no lo expresamos nosotros, es la lista de Cavallero", afirmó.
En ese sentido, instó a votar a Clara García, del Frente Progresista, para consolidar el atual proceso en la ciudad. Y si bien admitió que hubo "aciertos y errores", enfatizó al referirse a la obra pública: "Hicimos todo lo que se pudo hacer y lo otro lo haremos más adelante, en la medida que consigamos los recursos".
En cuanto a su futuro político, evitó pronunciarse sobre una eventual candidatura a gobernador: "Tengo un compromiso con la ciudad de cuatro años. La idea es seguir trabajando con el mismo compromiso".
Y dijo que la ciudad, como el país, necesita un escenario de "diálogo, concertación, no tanta pelea, no tanta crítica permanente".

Fuente: Rosario3