domingo, 20 de septiembre de 2009

Publica Miradas al Sur: La ingeniería financiera de Clarín para eludir impuestos

Mediante una compleja red de sociedades, el multimedios más poderoso del país paga sólo o el 2,8% de su facturación anual en concepto de cargas impositivas.
Por: Horacio Vázquez, politica@miradasalsur.com
Si usted aprovecha una laguna legal para no pagar, o pagar menos impuestos, no incurre en una conducta ilegal”, asegura un experimentado consultor de la city porteña. Sin embargo, los especialistas en derecho tributario afirman que la misma naturaleza social del hombre le exige que contribuya a los gastos sociales de acuerdo con el volumen y la capacidad de sus rentas o las de sus empresas. En este sentido, caracterizan la “elusión fiscal” como una conducta “antijurídica” que consiste en “eludir la obligación tributaria mediante el uso de formas jurídicas inadecuadas para los fines económicos” que persigue la sociedad o la persona en cuestión. La reflexión, aunque pueda parecer académica, guarda una estrecha relación con prácticas usuales entre buena parte del empresariado nacional, una caracterización que, en primera instancia, alcanzaría también al Grupo Clarín.
“La técnica consiste en tejer una red de sociedades que permitan migrar las utilidades. De esta forma, mediante la facturación de servicios se pueden conseguir balances negativos para, al final de camino, no pagar un centavo de impuesto a las ganancias”, explica un perito contador con larga trayectoria en la Justicia comercial y que supo desempeñarse como auditor de multinacionales radicadas en el país.
En los hechos, la abrupta decisión de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) de romper su relación contractual con la superconocida Torneos y Competencias (TyC) puso en el centro de la escena otras dos compañías que integran el grupo que conduce Ernestina Herrera de Noble. Se trata de las casi desconocidas Tele Red Imagen Satelital (Trisa) y Televisión Satelital Codificada (TSC). Según afirman en el círculo íntimo de Julio Grondona, TSC –la firma en la que eran socios el Grupo Clarín y la AFA– registró durante 2008 un ínfimo porcentaje de las ganancias que dejaba el multimillonario negocio del fútbol: apenas 13 millones de pesos.
¿Qué sentido tiene constituir tres firmas para administrar el negocio de la televisación del fútbol? Se diría que ninguno. Menos aún cuando queda claro que las sociedades que manejaban el negocio sólo compartían la facturación y la administración de los contenidos de las señales. “El grueso de la facturación quedaba en manos de Trisa”, dicen en la AFA en referencia a la empresa que vendía los partidos codificados y cuyos balances tampoco reflejarían los ingresos publicitarios que el grupo obtenía por la exclusividad de las imágenes.
En la Administración Federal de Ingresos Públicos (Afip) explican que el Grupo Clarín declaró el año pasado ingresos por unos 300 millones de pesos derivados del fútbol. En la AFA, los dirigentes enfrentados con Grondona calculan que la cifra ascendía al triple. Unos 900 millones de pesos que, ahora, los sabuesos del ente recaudador intentan detectar para cobrar la parte correspondiente al impuesto a las ganancias y sumarlos a los 130 millones que el organismo le reclama al holding por deudas impositivas y previsionales. “Una deuda que sumando punitorios y multas alcanzaría los 250 millones”, estiman en la AFIP.
Según los expertos en derecho tributario, las complejas redes societarias que tejen algunos holdings, tanto en la Argentina como en el exterior, sólo pueden justificarse por la necesidad de sostener, desde lo jurídico, la intrincada ingeniería fiscal que exhiben. Si la facturación entre sociedades de un mismo grupo puede servir para reducir el pago del impuesto a las ganancias, la misma técnica se revela útil a la hora de minimizar las obligaciones por el impuesto al valor agregado. “En este caso, se trata de transferir créditos abultados desde una sociedad hacia otra que tenga un fuerte débito fiscal. La maniobra se concreta a través de la facturación de servicios inexistentes. ¿El resultado...? La reducción del monto a pagar o, directamente, el no pago el impuesto en cuestión”, sintetiza un ex funcionario de la AFIP.
Una historia y muchas dudas. La historia oficial señala que el Grupo Clarín se constituyó como sociedad anónima en 1999, cuando Ernestina Herrera de Noble, Héctor Horacio Magnetto, José Antonio Aranda y Lucio Rafael Pagliaro decidieron formalizar las participaciones que mantenían en diversas sociedades. Hacia fines de ese año, en una movida complementaria, la banca de inversión Goldman Sachs realizó una inversión directa que permitió al grupo ampliar su capital, al tiempo que el nuevo socio se quedaba con el 18 por ciento del paquete accionario. Sin embargo, la movida había comenzado unos años antes, cuando durante el gobierno de Carlos Menem el grupo se alzó con el Canal 13, su captura más importante.
Hoy, los números del grupo hablan claramente de su poder, pero también arrojan serios interrogantes. Con activos por unos 13.000 millones de pesos, un patrimonio neto del orden de los 8.000 millones y una facturación anual que supera los 5.700 millones, su resultado impositivo se ubicó el año pasado en 406 millones, apenas el 7% de las ventas declaradas. Según los especialistas consultados, también llama la atención que el impuesto correspondiente a esta ingeniería financiera de elusión haya alcanzado sólo los 149 millones, un exiguo 2,8% de la facturación anual. Una manera que tiene el Grupo Clarín para no contribuir al fisco en la Argentina e intentar de esa manera que la redistribución de ingresos sea sólo declamativa. “La realidad es que deberíamos pensar muy mal de la Afip si ante semejantes números el organismo no decidiera, como mínimo, iniciar una investigación de rutina”, asegura el ex funcionario de la AFIP consultado por Miradas al Sur.
No menos llamativa es la relación societaria que el grupo mantiene con compañías extranjeras. Es el caso de Cablevisión S.A. Una firma que el holding controla mediante Vistone S.A., CV B Holding S.A. y Southel Holding S.A., al tiempo que comparte su propiedad con VLG Argentina LLC, firma esta última que –según refieren quienes conocen el entramado– tendría sede en Estados Unidos. Una vez más, se impone la pregunta: ¿qué sentido tiene semejante red de sociedades? “Habría que analizar en detalle las operaciones de esas firmas. Pero se puede afirmar que no son pocas las sociedades que ocultan dividendos mediante la compra de servicios en el exterior”, asegura otro especialista con despacho en la city.
Sin embargo, no sólo el pago de servicios suele ser utilizado con fines elusivos. “También los préstamos tomado en el extranjero pueden ocultar reingresos de fondos propios”, afirma el experto. Incluso los intereses pagados por los préstamos suelen convertirse en una herramienta para reducir la base imponible del impuesto a las ganancias. En este esquema, los dividendos futuros se retiran como devoluciones de capital. Una especie de autopista de doble mano que los fiscalizadores españoles llaman “capitalización delgada”. Una práctica que afecta al fisco, pero que, además, genera fragilidad en las sociedades que la circulan. Las consecuencias son obvias. “Una firma subcapitalizada mediante semejante ingeniería fiscal orientada a la elusión, seguramente, ante la primera crisis no podrá responder por sus deudas. Son las primeras en pedir la convocatoria de acreedores”, explicó otro tributarista.
Medios y finanzas. Si las sociedades anónimas Radio Mitre, Artear, Artes Gráficas Rioplatenses y Arte Gráfico Editorial Argentino constituyen el núcleo de la red que encabeza la sociedad que integran Noble, Magneto, Aranda y Pagliaro, no menos importante –aunque sí mucho menos clara– es la existencia de GC Minor S.A., firma controlada en su totalidad por el Grupo Clarín S.A. La sociedad, cuyo objetivo son las inversiones y los negocios financieros, participa a su vez –aunque con un ínfimo porcentaje– en una constelación de empresas. Algunas son más conocidas que otras y, a las mencionadas Radio Mitre, TyC, Trisa y TSC, se pueden agregar Ferías y Exposiciones Argentinas, Tinta Fresca Ediciones, Oportunidades, Teledifusora Bahiense y Bariloche TV, empresas estas últimas donde el grueso de los paquetes accionarios están en poder de los buques insignias de holding.
¿Puede ser GC Minor S.A. una sociedad armada con el propósito de eludir el pago de impuestos? El interrogante, al menos hasta el momento, no tiene respuesta. Sin embargo, la causa que investiga desde junio del año pasado el juez federal Sergio Torres, y que tiene al ex banquero del JP Morgan Hernán Arbizu como principal testigo (ver aparte), podría ayudar a clarificar la situación.
Demandado por la justicia estadounidense por su antiguo patrón, el ex empleado de la entidad se presentó ante el fuero federal en calidad de “arrepentido” y allí contó una historia que involucra a la viuda de Noble, a Magnetto y varios de sus familiares; además de directivos y ex ejecutivos del holding.
Entre otras cosas, Arbizu admitió ser parte de una asociación ilícita destinada a lavar activos y a evadir impuestos. El hombre, que trabaja en el sector “banca privada” del JP Morgan –eufemismo corporativo que suele designar al área de las entidades dedicada a administrar fortunas personales– detalló que utilizando un convenio firmado durante la dictadura entre nuestro país y Austria ayudó a que cientos de ricos eludieran pagos multimillonarios al fisco nacional. El convenio –denunciado por el Gobierno– determinaba que si un argentino compraba bonos soberanos de Austria cedía al país europeo el derecho de cobrar los impuestos por la inversión. En la práctica, el fisco vienés jamás reclamaba el pago y los argentinos que maniobraban al amparo de la norma eludían el 1,25% correspondiente a Bienes Personas y el 35% en concepto de Impuesto a las Ganancias.
“La maniobra es simple. No tiene nada de compleja. Mediante estos convenios no sólo se evita pagar en el país de origen, sino que, habitualmente, tampoco se paga, o se paga muy poco, en el extranjero. Además, quienes los utilizan tienen un plus, que consiste en poder blanquear los fondos sin grandes gastos”, admiten en la city. Lo cierto es que el testimonio de Arbizu dejó un rosario de nombres, números de cuentas y montos vinculados con la operatoria. Algunos son nombres propios. Otros, el de sociedades anónimas controladas por Grupo Clarín S.A.
La lista, aunque extensa, bien vale un recorrido. Algunos de los nombres y apellidos que figuran en la declaración de Arbizu son el de Ernestina Herrera de Noble (u$s 154.482.039), Héctor Horacio Magnetto (u$s 1.299.574), Grupo Clarín Services LLC (u$s 3.776.877), Grupo Clarín S.A. (u$s 3.596.810), Ernestina Laura Herrera de Noble & Felipe Noble Herrera (u$s 2.331.423) y Aranda José & Noemí Alma (u$s 5.526.415); además de un grupo de empresas que, según el arrepentido, estarían relacionadas con el holding. Una nómina en el que se destacan por la importancia de los montos Silkwood Investments Limited (u$s 32.540.047), Mather Holdings Limited (u$s 27.828.341) y Mulberry Group Inc (u$s 15.891.832).
Arbizu dejó sobre el escritorio de juez Torres una testimonio que en Comodoro Py califican como impactante. “Los involucrados podrían ser investigados para determinar si hubo lavado de dinero o violación de las normas cambiarias. En la primera de las hipótesis por la Unidad de Información Financiera, y en la segunda por el Banco Central. También por la AFIP para determinar el origen de los fondos. Pero nunca podrán ser investigados por evasión”, dice el tributarista consultado para esta nota. Hipótesis judicial al margen, una cuestión es cierta. La sospecha sobrevuela al holding que manejan la viuda de Noble, Magnetto, Aranda y Pagliaro. Una investigación que podría provocar la caída de la ya desgastada máscara democrática del gran diario argentino.

Canal 13 fue casi un regalo menemista
El grupo Clarín no sólo cesanteó en forma directa o indirecta a 700 trabajadores, violando lo estipulado en el pliego licitatorio una vez que el Estado le entregó la emisora. Además, se benefició en una suma cercana a los 7 millones de dólares”, asegura José María Carbonelli, ex delegado del personal de esa señal.
El grupo Clarín no sólo cesanteó en forma directa o indirecta a 700 trabajadores, violando lo estipulado en el pliego licitatorio una vez que el Estado le entregó la emisora. Además, se benefició en una suma cercana a los 7 millones de dólares”, asegura José María Carbonelli, ex delegado del personal del Canal 13. Su denuncia, presentada ante la Comisión de Comunicaciones e Informática de la Cámara de Diputados, apunta directamente a los ex funcionarios menemistas Jorge Rachid, Raúl Granillo Ocampo, Raúl Otero y León Guinzburg, piezas fundamentales del armado. Pero también roza a Ernestina Herrara de Noble y Héctor Magnetto.
“La comisión evaluadora que integraban Rachid, Otero, Granillo Ocampo y Guinzburg desestimó en primera instancia las ofertas presentadas por los otros tres oferentes, lo que les impidió mejorar sus respectivas propuestas. Esa jugada le permitió a Artear ganar la licitación pagando 5.581.395 dólares”, explica Carbonelli. Una adjudicación que apenas superó en un 7,1% el valor de base fijado. Un monto que contrasta con los 8.139.534 dólares que pagó Telefé para ganarle la puja en segunda instancia a Tevemac –del grupo Macri– por el Canal 11, suma superior en un 111,6% al piso estipulado en los pliegos del concurso.
“La bondad menemista llegó al punto de entregarles en comodato gratuito por cinco años la utilización de los bienes muebles a las empresas adjudicatarias. En el caso del Canal 13, a valores actuales, el monto por los alquileres rondaría el millón de dólares”, precisa Carbonelli. Sin embargo, las irregularidades no terminan allí. Apoyado en el dictamen que en su momento emitió el Superior Tribunal de Cuentas de la Nación, Carbonelli recuerda que la comisión evaluadora asignó a los oferentes puntajes en el momento de analizar las propuestas, y no antes como lo requieren las normas.
Ni siquiera las tasaciones de los activos de las emisoras privatizadas tuvieron la claridad que requieren los actos del Estado. En los hechos, fueron practicadas por el desaparecido Banco Nacional de Desarrollo y, como en el caso del patrimonio fílmico, se concretaron “sin consideraciones de orden técnico”, como destacó en su momento el Superior Tribunal de Cuentas. “Ahora que el Congreso discute una nueva ley de radiodifusión, espero que se haga justicia para que nunca más el monopolio Clarín avasalle los derechos de los demás con el poder que le confiere la concentración de medios”, afirma Carbonelli.

“Parte en blanco y parte en negro”
Ex directivo de J. P. Morgan, cuenta la relojería con la cual Herrera de Noble, Magnetto, Aranda y Pagliaro conformaban sociedades en el exterior para sus maniobras financieras y de evasión. Una de ellas: con las afjp le robaron 300 millones a los jubilados para sostener las acciones del grupo.
Por: Ángela Gallardo, politica@miradasalsur.com
Please, esto no lo publiques.” Hernán Esteban Arbizu repite esa frase durante toda la entrevista como un mantra. Es impresionante: desembucha/revela con liviandad y sin rodeos nombres de personalidades y empresas argentinas que lavan dinero, evaden impuestos y concentran sus ganancias en paraísos fiscales o a través de cuentas en negro en el extranjero. Luego se arrepiente, pero no es muy enfático. “Esto no lo pongas”, pero sigue. Habla dos horas sin parar. “Hablo rápido, soy vendedor”, dice todavía aferrándose a su honor profesional, hoy tan depreciado como las acciones del Grupo Clarín S.A. que cotizan en la Bolsa de Buenos Aires y de Londres desde el 11 de octubre de 2007. Arbizu fue, entre el 6 de noviembre de 2006 y el 7 de mayo de 2008, Vicepresidente Encargado de Relaciones del Cono Sur del J. P. Morgan Chase en Buenos Aires, una de las empresas más antiguas de servicios financieros del mundo con sede en la Park Avenue de Manhattan. Se encargaba de conseguir cuentas mayores a U$S 25 millones.
Los abogados de su banco hacían un trabajo de inteligencia previo con su potencial cliente, pero al momento de sentarse a la mesa Arbizu nunca podía estar seguro de si llegaba a ese monto. “Venía a Argentina por unos días. Si me daba cuenta de que el tipo tenía sólo 10 palos ya mi humor cambiaba y me ponía a pensar cómo terminarla rápido porque estaba perdiendo el tiempo. Imaginate el mareo que tenía con la guita; era terrible.” Arbizu que es primo del ex capitán de Los Pumas se encuentra ante la paradoja de su vida, el colmo del acusado: tiene que probar que cometió un delito.
Debe convencer al juez federal Sergio Torres de que efectivamente es un delincuente para que la Justicia argentina siga negándose a su extradición a Estados Unidos, donde los abogados de una de las empresas financieras más antiguas del mundo el poderoso bufete Paduano & Weintramb lo acusaron de fraude (Al parecer, la presión llegó incluso de la mano del gobierno norteamericano el 11 de julio del año pasado, cuando Brian O’neill, subsecretario del Tesoro para Asuntos del Hemisferio Occidental, se reunió con los entonces ministros de Economía e Interior, Carlos y Aníbal Fernández, y pidió la cabeza del banquero argentino.). Arbizu tiene mucha data, y por eso es peligroso para los peces gordos que lavaron dinero en Argentina. Tiene la lista de todas las cuentas de América latina, que suman entre todos los países U$S 20 mil millones. Por caso, los U$S 154.482.039,49 de la cuenta de Ernestina Laura Herrera de Noble publicados por el diario Crítica el año pasado son sólo la puntita infinitesimal de un iceberg que, bajo el agua, podría derribar al Titanic.

¿Esos 154 millones eran dinero legal?
Ese dinero puede ser parte en blanco y parte en negro. Es más, a Ernestina Herrera de Noble se le compraron por año, más o menos, unos 40 palos de los famosos bonos austríacos, que permitían eludir más que el 35% de Ganancias. Esa guita sí es declarada. Pero además hay un problema, que es la pata para la Afip, porque el tipo que compraba bonos austríacos no es que tenía 100 % de la guita declarada. Empezás a investigar y a partir de ese palo te aparecen 30 sin declarar. ¿Por qué no se investiga esto? Porque creen que hay que abrir mucha más puertas que las que hay que abrir. Lo de De Narváez, por ejemplo, ¿viste que hace 2 años blanqueó un montón de guita? ¿Y de dónde venía esa guita? Son todos fideicomisos, todos trusts.

¿Qué es un fideicomiso?
Es una estructura por la cual se oculta al verdadero propietario del dinero. Es como que vos tenés 50 palos verdes y al hacer un trust le cedés la titularidad del dinero al banco. Los nombres de fantasía que ves siempre. Hasta puede estar compuesto por una sola persona. Vos vas a ser un beneficiario por lo cual te van a pasar una determinada guita al año, durante toda tu vida, mientras dura el trust. Es así, es simple.

GC Dominio es la sociedad que tienen Ernestina, Magnetto, Aranda y Pagliaro y por la cual controlan el 80 % de las acciones del Grupo Clarín. Según el prospecto que el grupo presentó en la Comisión Nacional de Valores en 2007, “GC Dominio es una sociedad argentina de propiedad de The 1999 Ernestina Laura Herrera de Noble New York Trust, que tiene el 35,5%; de HHM Media New York Trust, que tiene igual porcentaje; del señor José Antonio Aranda, quien tiene el 14.5 %, y del LRP New York Trust, que tiene el 14,5% por ciento”. O sea que más del 85% “corresponde a un fideicomiso irrevocable establecido conforme a las leyes del Estado de Nueva York”. ¿Esto qué significa? ¿Clarín es norteamericana?
Mirá, eso se puede hacer por algún problema legal de expropiación, el cual pueden ir a reclamar a Estados Unidos porque es una empresa americana, por beneficios impositivos porque pueden decir “no, yo soy una empresa americana, pago impuestos en Estados Unidos y no los pago acá”. Por lo general, entre otras cosas, los fideicomisos se hacen para protección de los activos. Obviamente Clarín sería un activo. Es tan burdo, es tan simple, no es chino básico. Yo siempre lo cuento, para que te des una idea: la hija de un ex banquero tenía 70 palos y en total, líquidos, tendría unos 100 y pico. Un día la voy a ver porque estábamos haciendo una estructura austríaca para que los clientes no pagaron impuestos. Este negocio lo hice con Menem, De la Rúa, Duhalde, Kirchner, Cristina. Estos tipos siempre puteando contra el gobierno, no había uno que le venga bien.

¿Qué negocio?
Esta gente para justificarse que tenía la guita afuera y no pagaban impuestos, no les vino bien ni el gobierno liberal de Menem ni el gobierno si querés socialista de Cristina. Y todo lo que hubo en el medio. Siempre tenían excusas. Le decíamos: “En tu declaración de Afip de este año tenés 100 palos. Durante el año, 80 palos los regalaste, cediste a un fideicomiso. Tu patrimonio pasó a ser de 2 palos. Entonces pasó a pagar a la Afip de 2 millones a 10 mil dólares por año.

Clarín saca a la venta pública sus acciones en bolsa el 11 de octubre de 2007. Dos meses antes usted dice que Magnetto y Herrera de Noble sabían que se venía la crisis financiera, avisados por el J. P. Morgan. Las acciones salen al mercado en $29,5. Ahora valen alrededor de $6.
Sí, fue un visionario espectacular, Magnetto. O tenía la bola de cristal o tenía información.

El paquete accionario que saca Clarín a la venta es del 20 % de su total. ¿En tres meses decidió salir a la Bolsa?
No, ya lo tenían pensado hace tiempo. Muchas veces lo habían querido hacer pero por problemas de mercado se habían quedado freezados. Además, en agosto Magnetto piensa que otra vez se va a quedar afuera y dice “no, empecemos a acelerar todo para que salga cuanto antes”. En octubre ya lo tenían. El prospecto era básicamente el mismo que tenían en el 2002, actualizado. Lo que hicieron fue apurarse por el tema de la crisis. Las acciones las vendieron a un tercio más de lo que valieron un año después. Si te metés en la página Bloomberg, y bmetes Gcla, que es la sigla del Grupo Clarín, ves el gráfico de las acciones que se fue en picada. Además no tiene volumen esa acción. Hay días en que la acción de Clarín ni opera. No hay compradores ni vendedores. Se operan mil acciones, que no es nada. Por lo cual, el precio actual de 6 pesos es mentiroso porque si la Afip sale a vender, va a valer 3.

¿Qué porcentaje de acciones del Grupo Clarín compraron las Afjp?
De lo que se emitió en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires compraron el 90 %; de Londres sería el 60 por ciento. De los 300 palos iniciales esas acciones hoy valen 60 más o menos. Con la compra de acciones de Banco Patagonia y Consultatio, les robaron 500 millones a los jubilados.

¿Pero no hay ninguna posibilidad de que esos gerentes de las Afjp hayan pensado que era una buena inversión el Grupo Clarín?
Eso es lo que te van a decir. Por supuesto que sí. Pero sabés que, ponele que el cliente hubiera obrado de buena fe que dice bueno, es decir en el banco, sabiendo que el país y el mundo se hacían mierda, se arriesgaban a vender una acción. La acción sale 29 pesos. Tuvieron absolutamente todo en cuenta, menos que el mundo se hacía mierda. Además la acción cuando sale, aparte del prospecto de la Bolsa, sale con lo que se llama un view del banco, una lista que dice: “el Grupo Clarín es bueno por éste y tal motivo”, una calificación. Ése no es un problema legal, sino una falta de ética.

O sea que los gerentes de las Afjp…
Los gerentes podrían haber dicho “bueno, se equivocaron”. Pero sabés qué, estoy seguro que si era la guita de ellos, no se equivocaban. Y por otro lado pueden decir “bueno, los clientes institucionales extranjeros compraron”. Sí, pero para un fondo que maneja 2 mil palos, que tiene que tener por mandato el cómo pueden estar invertidos en Latinoamérica, meter 3 millones de dólares en Clarín no le cambiaba la vida. Es decir, a ellos no les cambia la vida pero los clientes institucionales fueron exclusivamente las Afjp. Se las enchufaron a las Afjp, las acciones. Ése es el problema.

¿Cuánto calcula que tiene en negro el Grupo Clarín?
Es difícil de calcular. Pueden ser 100 palos como pueden ser 500. Te digo la verdad, no sé. Y yo creo que fue en función de esto que se hizo público. Este año que no estuve en el banco, por seguridad habrán cambiado las sociedades, los nombres. De eso estoy seguro.

Fuente:
Miradas al Sur