miércoles, 30 de septiembre de 2009

Eduardo Galeano afirma: "los libros me escriben"

"No lo sé, porque los libros me escriben" responde categórico el escritor y periodista uruguayo Eduardo Galeano cuando se le pregunta cómo será la próxima obra de su producción, la que seguirá a "Espejos", publicada en 2008.
"Ellos van creciendo de adentro hacia afuera y de abajo hacia arriba; me recorren el cuerpo desde los pies", dijo a EFE, con motivo de su paso por España para recoger la Medalla de Oro del Círculo de Bellas Artes y el Premio Amigo de los Niños, de la ONG "Save the Children", ambos en Madrid.
"Voy escribiendo cuando la mano me pica, esos libros van creciendo y haciéndose a su manera, hasta que en cierto punto saltan a la boca y piden: 'ábrete, quiero darme a los demás'", relata el autor de "Las venas abiertas de América Latina" o "El libro de los abrazos", entre otras.
Pese a sus discusiones con su compatriota y "maestro" Juan Carlos Onetti, quien decía que escribía para sí mismo, Galeano defiende que "a partir del momento que uno publica, se dirige a otros".
"Este mundo nos organiza para el desvínculo y uno escribe a partir de la certeza de que el vínculo es posible. Uno escribe para comulgar con otros", asevera.
El narrador montevideano aspira a escribir en "lenguaje sentipensante", palabra que aprendió de los pescadores de la costa colombiana y que resume la capacidad "de sentir y de pensar" a través de las palabras.
Galeano presume de escribir a mano, como le enseñó Onetti, y reconoce que tiene "una relación física" con el libro, por lo que es "incapaz" de leerlo en pantalla. "Para mí, tiene que tener un papel que huele, crujir; tengo que ser capaz de apretarlo contra mi pecho y sentirlo bajo el brazo", dice.
Menciona otros dos nombres ilustres, Mario Benedetti y Julio Cortázar, amigos ya desaparecidos, como "los dos casos más insólitos de generosidad" que recuerda en el gremio de escritores, que es "muy egoísta y muy de pavos reales" "Ambos sentían alegría cuando a otros les iba bien. Celebraban los éxitos ajenos", recuerda.
Y no le tiembla la voz al afirmar que Idea Vilariño, desaparecida como Benedetti este año, es "al margen de géneros, es lo mejor que produjo la poesía uruguaya en su historia".
"Creo que es autora de los poemas de amor más bellos que se han escrito en Latinoamérica: espléndidos, desolados, desoladores, atormentados, apasionados", comenta, al tiempo que recuerda que "si no hubiera nacido mujer, habría triunfado".
Concienciado con el mundo de los niños y preocupado por su educación, porque ésta "va desvinculando al niño de la naturaleza y eso es lo peor que puede ocurrir, porque acabará siendo un adulto desvinculado de la vida", Galeano reconoce que éstos le devuelven "las ganas de vivir" cuando él las pierde.
"Esa mirada mágica es algo que debemos tratar de defender en la medida de lo posible", reclama y recuerda que los niños viven en la "libertad de creer que la naturaleza es sagrada". "Luego eso se pierde, sometidos a una educación que desacraliza la naturaleza, la convierte en fuente de ganancias y objeto de usos", indica.
Sobre las nuevas tecnologías, el escritor reconoce que, pese a sus reticencias iniciales, internet se convirtió en algo para "la multiplicación de la vida o de las voces alternativas que transmiten energía de vida en un mundo organizado para la muerte", a sus ojos.
Al respecto de las relaciones virtuales, Galeano destaca que "no es culpa de las máquinas", sino del sistema actual "que te enseña a desconfiar del prójimo, que es una amenaza", por lo que "la relación virtual es menos peligrosa que la carnal".
A pocas semanas para las elecciones generales en Uruguay, considera que los cinco años de gobierno del Frente Amplio "han sido positivos en muchas cosas".
"Lo bueno que tiene es su diversidad y tenemos que cuidar celosamente el derecho de poder expresar esa diversidad sin que sea confundida con la herejía", declara.
Y, entre premios y homenajes en España, que fue uno de sus países durante el exilio en la época de la dictadura uruguaya, sigue buscando -y encontrando- "compatriotas y contemporáneos sin hacer caso de las fronteras del mapa y las fronteras del tiempo".

Foto: european pressphoto agency

Fuente: Agencia EFE