Más de 75.000 niños morirán durante los 3 días que durará la cumbre del G-8, que hoy arranca en la localidad italiana de L'Aquila. Es la terrible advertencia que lanza la ONG Save the Children, al tiempo que realiza un llamamiento a los más poderosos del mundo para que pongan freno a esa situación.
En una carta enviada a los líderes del G8 Save The Children advirtió que la crisis económica global está empeorando las condiciones de vida de millones de niños. Y acusa a los miembros del G-8 (USA, Canadá, Francia, Alemania, Gran Bretaña, Italia, Rusia y Japón) de no estar haciendo lo suficiente para salvar la vida de los 9,2 millones de niños que cada año mueren por causas fácilmente evitables.
Save The Children denuncia que sólo el 3% de las ayudas que los miembros del G-8 conceden a los países en vías de desarrollo se destinan a la salud de las madres y los niños. En total, al año se dedican a ese fin únicamente 3.500 millones de dólares, la mitad de los que según la ONG sería necesario.
Según los cálculos de varias organizaciones internacionales, si los 'ocho grandes' no duplican sus ayudas hasta alcanzar los US$7.000 millones antes del 2012, no será posible conseguir el objetivo de reducir la mortalidad infantil en un 66% antes del 2015.
El desarrollo en África es una de las principales prioridades de la agenda de este G-8. Los líderes mundiales revisarán sus compromisos previos para ayudar a África (concretamente, el Plan de Acción para África, aprobado hace siete años) y estudiarán nuevas formas de financiar el desarrollo en el Continente Negro.